El Salón Náutico se reformula para atraer a más compradores
El evento apuesta por los barcos de gran eslora y se expande hasta el Muelle de Barcelona
BarcelonaEl Salón Náutico regresa tras el paréntesis de la Copa América, cuando los espacios habilitados para seguir la competición y las bases de los equipos impidieron su celebración. Tras la pausa forzada, el evento se reformula este año para favorecer la calidad sobre la cantidad, apostando por ganar terreno y por intentar seducir a un cliente que se está resistiendo a comprar este año.
Del 8 al 12 de octubre, el certamen, organizado por Fira de Barcelona con la colaboración de la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN), incrementará la oferta de barcos de grandes dimensiones para atraer a un público más premium. "La edición de este año marca un punto de inflexión en la trayectoria del salón para que apostemos por una mejora sustancial de la calidad global", expone el presidente del salón, Luis Conde.
El 62º Náutico contará con unos 200 expositores y mostrará 500 embarcaciones: un 24% serán de gran eslora —de entre 16 y 30 metros—, más del doble que hubo en la última edición. Cerca de unos sesenta modelos que se expondrán nunca se han visto y unos 130 de los barcos estarán en el agua. Participarán marcas como Brunswick, Beneteau, Antonio Yachts, Garmin, Kawasaki, Lagoon, Yamaha y Zodiac. Nuevas compañías que aterrizarán en el evento serán astilleros españoles como Kumbra, Level, Maxim y Cleemenss y las italianas Explorer y Rio Yachts.
Como novedad, el salón incorporará el Muelle de Barcelona al recorrido, aprovechando la transformación que vive esta zona del puerto con la apertura de espacios para la ciudadanía. El área expositiva la complementarán espacios habituales del salón como Marina Port Vell y los muelles de la Fusta y de España. Para completar la visita, un barco eléctrico conectará los muelles de Barcelona y España para tener una completa visión de toda la oferta expuesta.
Además, también por primera vez el Náutico dispondrá de un espacio de encuentro entre visitantes y marcas, situado en el Moll de Drassanes, justo antes del de Barcelona. Estarán presentes marcas como CaixaBank, Occidente, Espígulo Inmobiliario, Land Rover Quadis y Tara. Aparte, se podrá probar un menú degustación del chef Rafa Zafra por 150 euros, pero también habrá tapas a partir de 4,90 euros.
Finalmente, el salón contará con un centenar de expertos en más de treinta sesiones. El programa de conferencias, organizado por el Port de Barcelona, debatirá sobre cuestiones como la innovación, la sostenibilidad y la economía azul. Entre los ponentes estará el presidente del Puerto de Tánger, Mohamed Ounaya; el consejero delegado de Seabots, Pau Guasch; el presidente de Marines de España, Tomás Azcárate; la directora del Instituto de Náutica de Barcelona, Mireia Latre, y la cofundadora de Ocean Ecostructures, Mireia de Mas.
Todos estos cambios deben remar para que el salón vuelva a tomar fuerza con una mejor oferta que capte grandes compradores nacionales e internacionales. "Nuestra intención es reposicionarnos en el calendario internacional como un evento de mayor nivel en un período máximo de tres años y apostar por una mayor presencia de empresas líderes internacionales", remarca el director del salón, Josep Antoni Llopart. Todo ello, en un momento en que las ventas están disminuyendo, con unas 4.000 matriculaciones entre enero y agosto, un 5,3% menos en comparación con el año anterior, pasado el crecimiento que se vivió después de la pandemia.