Inmobiliario

La Bolsa de Hong Kong expulsa a Evergrande, icono del auge y el colapso inmobiliario chino

La negociación de las acciones de uno de los gigantes de la construcción de China llevaba en suspensión un año y siete meses

BarcelonaDecenas e incluso cientos de edificios de 30 plantas se levantan bajo el cielo enturbiado de Xian. Lo mismo ocurre en Chengdu o en Changsha, enormes metrópolis de China interior. En algunos lugares, como Leshan, en el oeste del país, estos gigantes de hormigón esbeltos contrastan con los tejados de la China tradicional, que reposan sobre edificios de tres o cuatro plantas. Estos rascacielos, la mayoría de ellos vacíos o en construcción, conforman un paisaje arquitectónico que explica la rápida expansión inmobiliaria china, pero también su colapso.

Uno de los nombres propios del cataclismo fue Evergrande, que entró en quiebra en el 2021 por no poder afrontar el pago de sus bonosoffshore, es decir, las obligaciones contables que tenía en el extranjero. Su derrumbe abrió una herida peligrosa en la economía china que amenazaba con convertirse en su Lehman Brothers: la construcción era uno de los motores de su crecimiento frenético, con un peso del 25% en el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía). La segunda inmobiliaria china, que empleaba a 123.000 personas y tenía 1.300 promociones inmobiliarias en más de 280 ciudades en China, no podía pagar sus deudas. Su pasivo era de 260.000 millones de euros, lo que le convertía en la constructora más endeudada del planeta.

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Sin reestructuración

Ahora, cuatro años después, aunque los grandes temores de colapso se han disipado, la compañía sigue en caída libre: este lunes la Bolsa de Hong Kong le ha expulsado de forma definitiva de la cotización. La inmobiliaria llevaba desde el 29 de enero del 2024 con la negociación de sus acciones suspendida, después de que el Tribunal Superior de Hong Kong declarara en liquidación a la compañía. El reglamento fija como tope los dieciocho meses consecutivos de suspensión, y finalizaban el pasado mes. "La compañía no cumplió las directrices de reanudación establecidas por la Bolsa y no reanudó la negociación de sus acciones antes del 28 de julio de 2025. El 8 de agosto de 2025, el Comité de Cotización decidió cancelar la cotización de las acciones de la compañía en la Bolsa según la Regla 6". unos días en un comunicado.

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Sus acciones, que ascendieron hasta los 31,55 dólares de Hong Kong –equivalentes a 3,45 euros– en el 2017, ya quedaron suspendidas en marzo del 2022 por la imposibilidad de presentar las cuentas a tiempo, un requisito indispensable para seguir en Bolsa. En agosto de 2023, un año y cinco meses después, Evergrande volvía a la Bolsa de Hong Kong con una caída del 79%. En medio, en marzo, había presentado un plan de reestructuración de cerca de 18.900 millones de euros de deuda externa, pero no logró ningún acuerdo con sus acreedores, lo que derivó en la segunda suspensión, que este lunes se ha convertido en definitiva.

Las causas de su caída fueron diversas. En el escenario de sobreendeudamiento de compañías como Evergrande, fue su política de construcción muy basada en la deuda, impulsada a base de políticas de apalancamiento financiero, para dar respuesta a las voluntades de expansión residencial de las administraciones locales chinas. En 2020, cuando el gobierno chino detectó sobreendeudamiento y exceso de construcción, impulsó la política de las tres líneas rojas para frenar la deuda de las inmobiliarias. Esto hizo que no pudieran financiarse con tanta facilidad y que rápidamente tuvieran problemas de liquidez. Y al mismo tiempo la llegada de la pandemia frenó en seco el mercado inmobiliario.

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Uno de los capítulos que acabaron de recruar el desastre fue una multa de 533 millones de euros impuesta por la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China (CSRC) en la filial de Evergrande Hengda Real Estate por haber inflado las cuentas en 72.062 millones de euros y por la sospecha de fraude en la emisión de bonos corporativos.