Vivienda

Menorca se queda sin pisos de alquiler

La proliferación del alquiler turístico y la falta de nuevas promociones eliminan la oferta residencial y dejan a numerosos menorquines sin más alternativa que volver a vivir con los padres

David Marquès
4 min
La fachada de un edificio de Menorca con licencia turística

CiudadelaLos menorquines apenas pueden alquilar un piso para todo el año. Quien se separa debe volver a casa de los padres porque no hay oferta, y las contadísimas viviendas que se sacan al mercado tienen precios abusivos. Ha pasado agosto y en el portal Idealista tan sólo se publicitan 13 pisos o apartamentos que se alquilen todo el año en Menorca. En Ciutadella sólo se encuentra uno: 650 euros por un estudio de 45 metros cuadrados. En Mahón hay cinco, y el más barato asciende a 1.100 euros. El resto son alquileres de invierno, de octubre a mayo, que dejan las manos libres a los propietarios para poder hacer negocio en verano. Y unos pocos se alquilan sólo por 11 meses, según algunas voces del sector, para evitarse las obligaciones de la ley de arrendamientos urbanos y poder exigir la fianza al inquilino. Las inmobiliarias aseguran que de este modo el propietario puede utilizar al menos unas semanas.

Por ahora, 27.109 usuarios están inscritos en el grupo 'Alquileres particulares de Menorca todo el año' que hay en Facebook. Es uno más de los movimientos que organizan los mismos afectados para encontrar la aguja en el pajar que no se ve en el mercado tradicional. El problema de fondo es que alquilar directamente a los turistas da mucho más dinero.

El peso de la vivienda vacacional

Según datos del ministerio, en Ciutadella el alquiler turístico supone en invierno el 7,5% del parque total de viviendas y en el Mercadal, el 9,4%, pero es en Sant Lluís donde esta actividad tiene más peso: el 11% de las casas se alquilan a turistas. Las cifras son aún mayores en plena temporada.

El ministerio de Vivienda y Agenda Urbana concluye que el alquiler turístico, en especial el ilegal, tiene un “impacto muy significativo” en la falta de oferta residencial. Por eso, el grupo de trabajo del ministerio, del que forma parte como asesor el ex director general de Vivienda del Govern Balear Eduard Robsy, propone crear un registro único de alquileres de corta duración que incluya tanto a los turísticos como a los temporales y así evite que los propietarios den durante el año los dos usos en un mismo piso. Robsy explica que el registro de oferta legal que se creará en España “será de consulta obligatoria para las plataformas, lo que debería impedir que se publiquen anuncios de oferta ilegal; es un paso significativo”.

El Consell de Menorca, que tiene la competencia en ordenación turística, ha aumentado la plantilla de inspectores y ha contratado a una empresa para identificar la oferta ilegal. Por ahora, la asociación ecologista GOB alerta de que en Menorca existen cerca de 9.000 viviendas vacacionales ilegales y el grupo de hacktivistas Insidemenorca.com ha detectado que 1.610 de los 4.173 anuncios publicados por Airbnb corresponden a pisos y apartamentos sin licencia.

Robsy encuentra fundamental “poner fin a la actual sensación de impunidad que existe entre los infractores. La gente se la juega porque, al final, parece que nunca ocurre nada, y los ingresos, obviamente, se multiplican”.

Javier Pons, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de Ciutadella, la zona de Menorca más tensada, sostiene que "el turismo no es el problema". Las inmobiliarias están de acuerdo. El director comercial de Bonnín Sansó, José Pons, culpa directamente a la administración por no dar suficiente seguridad jurídica a los propietarios. "Ahora deben poner alarmas o contratar seguros ante eventuales impagos, algo que no ocurría antes", advierte Pons. El director comercial de la principal inmobiliaria de Menorca cree que tampoco la administración hace los esfuerzos necesarios para incrementar el parque de viviendas. "Sólo si crece la oferta los precios bajarán", sentencia.

Más demanda

Pero hay más. “El perfil ha cambiado. Ahora hay muchos demandantes de alquiler que hace 10 o 12 años. El aumento de la inmigración, la llegada de más profesores y funcionarios y, especialmente, las separaciones están propiciando que crezca la necesidad de alquiler residencial, pero el mercado no está preparado”. A las reticencias de los propietarios se añade la carencia de nuevas promociones. “La oferta se ha vuelto tan exigua que se han disparado los precios”, dice Pons.

Lo peor, comenta, es que “el problema tiene mala herida y se agrava aún más por el factor insular. Cada vez hay más gente honrada y honesta que tiene serios problemas para acceder a un alquiler. Son muchos los que se separan y deben vivir de nuevo con sus padres porque no encuentran piso. Es dramático”. Pons lamenta que la clase política “sólo proponga medidas a corto plazo, aunque hacen falta decisiones valientes, pero les es más cómodo echarle la culpa al turismo, a los bancos ya los fondos buitre; se vincula erróneamente el problema al alquiler turístico”.

Pisos vacíos

En efecto, la conselleria de Vivienda y Territorio del Govern Balear atribuye la falta de alquileres en Menorca a “la presión del mercado turístico, que está destinando a uso vacacional los pisos que deberían dedicarse al uso residencial”. El ejecutivo autonómico culpa a la nueva ley estatal de generar inseguridad jurídica a los propietarios, que por este motivo "no sacan casas al mercado residencial, aunque muchas están vacías".

Para hacer frente, el departamento dirigido por el conseller José Luis Mateo pondrá en marcha este otoño el programa Alquiler Seguro para sacar al mercado pisos vacíos de pequeños propietarios particulares, a los que garantizará el pago del alquiler y su devolución en buenas condiciones. A cambio, el importe de la mensualidad deberá ser hasta un 30% menor que el precio de mercado y deberá ofrecerse por un mínimo de cinco años. El programa, dice la conselleria, se centra en recuperar pisos que estén vacíos para aumentar su oferta.

Asimismo, el Govern Balear recuerda que el Ibavi tiene en marcha o acordadas actualmente hasta nueve nuevas promociones de vivienda social en Menorca, que supondrán la creación de 123 nuevos pisos.

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