Vivir de alquiler ya no es una etapa transitoria, sino permanente, según un estudio
Un informe de Idra compara a Buenos Aires, Lisboa, Madrid y Barcelona y destaca la inseguridad y el sobreesfuerzo económico de los inquilinos
BarcelonaLa población que vive en alquiler es la más afectada por la crisis de la vivienda. Este colectivo es el más expuesto a una situación de inseguridad residencial, precariedad económica y desigualdad patrimonial, en comparación con los demás regímenes de tenencia, como los propietarios con hipoteca o los que directamente tienen la vivienda pagada. Un estudio presentado este miércoles concluye que este problema que afrontan los inquilinos no es algo de un país concreto, ni una consecuencia de la falta de oferta.
La otra gran conclusión del informe, elaborado por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA) a partir de encuestas en cuatro grandes ciudades (Buenos Aires, Barcelona, Madrid y Lisboa) es que vivir de alquiler ya no es una etapa transitoria, sino permanente. "El crecimiento de la población inquilina es un fenómeno global", concluye. Mientras en Buenos Aires el porcentaje de inquilinos se ha triplicado desde 2001, en Lisboa los inquilinos crecieron en 2021 por primera vez desde la década de 1960. Barcelona y Madrid también presentan un aumento acelerado desde 2007.
Este crecimiento se puede explicar del precio de la vivienda y la dificultad para ahorrar dinero suficiente para pagar la entrada de una hipoteca. En este sentido, IDRA destaca que el régimen de alquiler no es ya una cuestión de edad. "En todas las ciudades la mayor parte de la población inquilina está compuesta por adultos de entre 30 y 64 años", recoge el informe, que también incide en el carácter temporal de los contratos, a diferencia de lo que ocurría antes de la década de 1970.
cada vez mayor de los inmuebles. Lejos de ser una etapa transitoria, el alquiler emerge como un régimen de tenencia permanente, desprotegido y generador de desigualdad urbana", recoge el informe. La situación de muchos inquilinos encuestados coincide en varios aspectos: la mayoría no esperan heredar ni comprar una vivienda, entre un 30% y un 40% de los hogares inquilinos destinan más de la mitad de sus ingresos al alquiler, muchos no saben quién es su propietario ni cuántas propiedades tiene, entre otros. Esto, según el estudio, hace que su situación sea más complicada que la de otros regímenes de tenencia, que han caído en proporción a años atrás.
El estudio combina metodologías probabilísticas y no probabilísticas. En Barcelona, Madrid y Lisboa se utiliza muestreo por cuotas, una técnica habitual cuando no existe un registro de inquilinos y el fenómeno es difícil de captar con muestreo aleatorio. Esto permite aproximar perfiles sociales y tendencias pero no ofrece margen de error estadístico. En Buenos Aires sí que es probabilístico, lo que permite realizar una inferencia representativa en el área metropolitana de la capital de Argentina.