El PIB de EE.UU. retrocede con el inicio del mandato de Trump
El dato desciende un 0,5%, la primera caída en tres años
BarcelonaEl producto interior bruto (PIB) de EEUU se contrajo un 0,5% en el primer trimestre en términos anuales, tres décimas más respecto a su anterior estimación, lo que certifica el primer retroceso de la primera economía global en tres años y refleja el impacto de las políticas iniciadas Donald Trump en su regreso al poder.
La revisión definitiva del dato de enero-marzo publicado este jueves por el Buró de Análisis Económico (BEA, en sus siglas en inglés) muestra que la contracción se debió sobre todo a la subida de las importaciones –por el aumento de ventas en EEUU antes de que entraran en vigor los aranceles– y al retroceso.
A ritmo intertrimestral, el retroceso de la economía estadounidense fue del 0,1%, sólo algo más que en la segunda estimación del dato. Esta última modificación bajista del PIB del primer trimestre "refleja principalmente revisiones a la baja del gasto de consumo y de las exportaciones, que resultaron parcialmente compensadas por una revisión a la baja de las importaciones".
Las importaciones crecieron en los tres primeros meses de 2025 un 37,9%, una suma considerable pero que se ha revisado casi 5 puntos porcentuales a la baja respecto a la segunda estimación del BEA, publicada hace un mes. Asimismo, las exportaciones crecieron en enero-marzo sólo un 0,4%, 2 puntos menos respecto al cálculo publicado en mayo, y el gasto de los hogares, que supone dos terceras partes de la economía estadounidense, avanzó un 0,5%, siete décimas menos que en la anterior revisión.
El gasto público cayó en el primer trimestre un 0,7%, sólo una décima más respecto a la segunda estimación del BEA, al tiempo que la inversión nacional privada creció un 23,8%, lo que representa unas seis décimas menos respecto al cálculo anterior.
En definitiva, en comparación con el cuarto trimestre, cuando la economía estadounidense creció un 2,4%, la caída del PIB del primer trimestre reflejó principalmente un repunte de las importaciones, una desaceleración del gasto de consumo y una caída del gasto público, que fueron compensadas parcialmente por un repunte de la inversión, según el BEA.
El aumento de inventarios en anticipación de las políticas arancelarias activadas por Donald Trump, que regresó a la Casa Blanca el pasado 20 de enero, acabó resultando clave para que las importaciones aumentaran casi un 40% en enero-marzo.