Historias de impuestos en Cataluña: Malena, 'la Reina del Polo'
Os presentamos en Malena C. Como cada martes a esta hora está comiendo con tres amigas de toda la vida en el restaurante de un club de la Diagonal alta. Malena pasa buena parte de su tiempo en el club, jugando a pádel, haciendo elíptica en el gimnasio o charlando en el bar. Es socia desde que nació y conoce y saluda a todo el mundo. Desde hace años, es la presidenta del comité de actividades sociales. Muchos la conocen como la reina del Polo.
Hoy os hablaremos de un aspecto menos glamuroso de la vida de Malena: su fiscalidad. A grandes rasgos, con valores aproximados y sin entrar en demasiados detalles.
El patrimonio de la Malena está fuertemente concentrado en participaciones de Patrimonial Collserola SL, el holding que aglutina los diferentes negocios de la familia. Malena controla el 10% del capital de la entidad. El resto está en manos de sus hermanos y primos. Todos ellos constituyen la tercera generación de un pequeño imperio que tiene su origen en un taller de fabricación de detergentes montado por el abuelo después de la guerra. Dicho holding, por su parte, tiene la totalidad de las acciones de la principal empresa del grupo, Collserola Detergentes SA, así como de diferentes filiales con actividades diversas, entre las que destaca, por volumen de activos, Collserola Inmuebles SA.
Malena es directora de comunicaciones del grupo familiar y como tal percibe un sueldo de 150.000 euros. En la práctica este cargo le ocupa pocas horas a la semana, ya que, como dice ella, tiene un director adjunto que "es un crack"Pero su principal fuente de ingresos son los dividendos del holding. Aunque por razones fiscales este distribuye una fracción pequeña de sus beneficios, el año pasado los dividendos le representaron unos ingresos de 250.000 euros, una cifra no varía demasiado año a año como resultado de una política deliberada de dividendos estables por parte de la empresa. La declaración de estos dos ingresos (sueldo y dividendos) de la Malena le supuso una cuota a pagar de 117.000 euros en concepto de IRPF, un 29% de sus ingresos. euros, que casi todo correspondía a la valoración de sus participaciones en el holding familiar. que a menudo generan un valor por debajo de mercado que es difícil de conocer. El piso de Pedralbes y la casa de Llafranc son propiedad de la inmobiliaria familiar y, por tanto, no constan en la declaración. 'Agencia Tributaria de Cataluña hace unos años, la Malena ahora paga a la empresa un alquiler (¡muy ajustado!) por el uso de estas propiedades A pesar de haber hecho la declaración del impuesto de patrimonio correctamente, el año pasado Malena no tuvo que pagar nada en concepto de este impuesto (ni del nuevo impuesto sobre las grandes fortunas), ya que, de acuerdo con la ley, las participaciones en sociedades controladas por un grupo familiar están exentas del impuesto, y los ahorros de la Malena en depósitos y fondos de inversión no alcanzaban el mínimo exento de 500.000 euros.
Los meses de confinamiento durante la pandemia resultaron muy duros para un "animal social" como la Malena. país (véase el ARA del 2 de marzo de 2024). Doctor por Harvard y con muchos años de experiencia como investigador en Estados Unidos, Mauricio volvió a Cataluña hace una década, después de que uno de los hospitales líderes del país le hiciera una oferta. hospital, que era una pequeña parte de lo que cobraba en EE.UU., decidió abrir una consulta privada. Su trabajo le apasiona y, entre una cosa y otra, Mauricio acabó trabajando más de 60 horas a la semana. En 2023 sus ingresos, fruto de las dos actividades, fueron de 280.000 euros. Además, Mauricio tuvo unas rentas de capital de 20.000 euros, cuyo grueso provienen del alquiler 'un piso. Por tanto, sus ingresos totales fueron de 300.000 euros, tres cuartas partes de los de la Malena. de IRPF del Mauricio generó una cuota a pagar de 125.000 euros, casi un 42% de sus ingresos. El patrimonio del Mauricio, fruto mayoritariamente del ahorro acumulado durante años, es de 4 millones, una décima parte del de la Malena. Está distribuido entre depósitos bancarios, fondos de inversión y tres inmuebles, uno de los cuales lo tiene alquilado. del impuesto de patrimonio generó una cuota a pagar de 36.000 euros. Por tanto, Mauricio pagó en concepto de IRPF y patrimonio un total de 161.000 euros, un 53% de sus ingresos. ¿Cómo puede que Mauricio, con unos ingresos anuales y un patrimonio muy inferiores a los de Malena, pagara el año pasado más IRPF y más patrimonio, tanto en porcentaje como en términos absolutos? persona razonable que conozca esta situación la consideraría un escándalo y una injusticia monumental. ¿Por qué se produce? La explicación inmediata (no la "de fondo") es doble: 1) las rentas del capital tienen unos tipos de gravamen muy inferiores a las rentas del trabajo (la mitad, grosso modo) y 2) las participaciones en sociedades controladas por un grupo familiar –la forma más común en la que se materializa el patrimonio de las grandes fortunas– gozan de unos privilegios fiscales extremos.
Pero el escándalo y la injusticia no terminan aquí. Si el Mauricio muriera hoy y dejara en herencia su patrimonio de 4 millones a partes iguales a sus dos hijos, cada uno debería pagar 323.000 euros en concepto de impuesto de sucesiones, un 16% de la cantidad heredada. En el caso de los dos hijos de Malena la cantidad a pagar por cada uno sería de 217.000 euros, un 1% de la cantidad heredada. ¿Cómo puede que los hijos del Mauricio tengan que pagar más sucesiones que los hijos de Malena, cuando la cantidad heredada por los primeros es una décima parte de la de los segundos? La explicación, de nuevo, es sencilla: las participaciones en sociedades familiares gozan de una reducción del 95% de la base imponible de sucesiones. Por tanto, a efectos del impuesto de sucesiones, los 20 millones heredados se convierten en...1 millón.
En las condiciones actuales Cataluña es, si no un infierno, al menos un purgatorio para los profesionales con rentas y patrimonios altos. Específicamente, el impuesto de patrimonio –un impuesto inexistente en todos los demás países de la Unión Europea– tiene tipos de gravamen tan altos que acaban anulando cualquier rentabilidad positiva de los ahorros. Para las grandes fortunas, en cambio, el régimen fiscal catalán es muy favorable, como lo es en todo el territorio del Estado. En el ejemplo de arriba tanto Mauricio como Malena han cumplido religiosamente con sus obligaciones fiscales. Cualquier injusticia en su trato fiscal tiene como únicos culpables a los políticos que han hecho las leyes. Alguien debería escribir un libro detallando las decisiones que a lo largo de los años han llevado a esta situación. Mientras este libro no se escriba, permítanme que aventure cuáles serían algunas de sus conclusiones:
1) La capacidad del poder económico para capturar el poder político es inmensa. A diferencia de los profesionales que viven de su trabajo, las grandes fortunas empresariales están bien conectadas y organizadas, con el Instituto de la Empresa Familiar como fuerza de choque. No es justo demonizarlas por el hecho de que actúen en defensa de sus intereses. Todos los ciudadanos lo hacemos en la medida de nuestras posibilidades y capacidad de acción colectiva. La culpa es de los legisladores y de los gobernantes que no se atreven a enfrentarse con los más poderosos y repartir la carga fiscal de forma más justa. El trato recibido por el rey emérito o la familia Botín por parte de Hacienda son una manifestación prima facie de ese servilismo.
2) La hipocresía de los partidos de izquierda en este tema no tiene límite. Con los impuestos de patrimonio, sucesiones y en las grandes fortunas han hecho bandera de su supuesto progresismo, aunque el blindaje de las grandes fortunas (¡incluso en el impuesto que lleva su nombre!) haga difícil imaginar impuestos más insolidarios. En el caso de la extrema izquierda, me atrevo a conjeturar que el problema, más que de hipocresía, es de ignorancia. Una ignorancia que se extiende al grosor de la ciudadanía. Porque no cabe duda de que éste es un tema tabú, nadie quiere hablar de ello y, por tanto, el ciudadano de a pie le desconoce. Por el contrario, se les hace creer continuamente que "los ricos incumplen con sus obligaciones fiscales".
3) La posición de CiU y después Junts sobre esta cuestión no puede haber sido más confusa y errática a lo largo de los años. No han dudado en votar subidas de impuestos para disponer de mayores ingresos cuando han estado en el gobierno, sabedores de que no afectarían "a los que mandan en serio." Por otra parte, hicieron caer al gobierno Aragonés con la exigencia de eliminar el impuesto de sucesiones (¿y por qué no patrimonio? Vete a saber) pero, en cambio, no aprovechan una mayoría en el Congreso que haría posible eliminar estos impuestos si realmente lo consideran una prioridad. No hay quien les entienda.
4) El único partido que ha mantenido una política coherente en esta cuestión es el PP, que en las comunidades donde gobierna, lideradas por Madrid, ha bonificado los impuestos de patrimonio y sucesiones y ha reducido la diferencia en el tipo de gravamen entre rentas de trabajo y rentas del capital. De hecho, en Madrid Malena pagaría más impuestos que Mauricio, 2.000 euros al año aproximadamente. ¿Hay alguien que pueda explicarme por qué el hecho de que en Cataluña Mauricio pague en impuestos, año tras año, 44.000 euros más que Malena nos hace más progresistas?
5) Si no cambia el régimen fiscal, pronto los únicos trabajadores calificados con rentas altas que queden en Cataluña serán (1) individuos que por circunstancias personales no tengan movilidad, (2) crápulas sin ahorros para expropiar o (3) burros .