Crónica

Lo de las copas de Navidad

Pimec, la Cámara y Fomento repasan sus reclamos para el empresariado y sientan las bases de cara el próximo año

Copa de Navidad en la sede de Foment del Treball
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BarcelonaLas copas de Navidad de las patronales son uno de los momentos más divertidos para los periodistas que siguen la información de las instituciones empresariales. No se hacen –generalmente– para dar noticia alguna, sino más bien un momento de distensión. Un permiso para bajar la guardia. Un "de eso ya hablaremos en enero". Y, efectivamente, hablaremos seguro, en enero. Porque las copas –desayunos, cócteles, picoteo, almuerzos– de Navidad sirven también para hacer balance del año, enumerar hitos alcanzados y desglosar los retos de cara al año siguiente.

La escenografía es año tras año la misma: americanas, apretones de manos, alguna broma, alguien que llega tarde, alguna pregunta que marca el debate y muchos off the record. Los temas que han marcado las conversaciones de este año han sido la preocupación de las patronales por el absentismo laboral, el aplauso en la campaña de Salud en los CAP reclamando a los catalanes "hacer un buen uso" de las bajas laborales, la cruzada por la Ley de Cámaras, la preocupación por la situación de la vivienda y "las medidas ineficientes que está haciendo el Gobierno" en esta materia. Sánchez Llibre, siempre dotado por el titular, llegó a categorizarlo como un "ataque sin piedad" a los propietarios. Por último, un reclamo político formulado de diferentes maneras pero con un mismo mensaje: "Necesitamos presupuestos".

Son encuentros en los que todo el mundo está contento –o todo el mundo se hace el simpático–. Siempre hay comida, en el formato que sea, y esto generalmente hace a los periodistas contentos. Una copita de cava o un café bien cargado, según la hora; un brindis y buenos deseos por las fiestas. La típica conversación de ascensor: "¿Y tú cuando haces vacaciones?". La típica toma de temperatura: "¿Cómo están las relaciones con X?". Fomento vuelve a asegurar que con Pimec "todo está bien", que ellos se llevan bien "con todo el mundo"; quizás no piensa lo mismo la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a la que han llegado a catalogar de "hooligan del gobierno" en más de una entrevista. Pero estos días se esconden las espadas y se guardan los puñales, y se hacen bromas incluso de las noticias publicadas que no han gustado a uno u otro. Tabula zanja de cara a la próxima temporada.

Pimec suele ser la que inicia la temporada de encuentros navideños; les siguen la Cámara de Comercio y Fomento del Trabajo. A menudo juegan a contraprogramarse, es por eso que no es raro ver a periodistas llegando resoplando después de haberse cruzado media Barcelona con el panettone aún atragantado. Sin embargo, este año ha sido diferente: Pimec y Foment no han hecho los encuentros el mismo día como en los años anteriores, y la Cámara ha optado por un cóctel en la sede de la Diagonal –algo que todo el mundo ha aplaudido con ganas– en vez de la Casa de la Lonja. ¿Señal de nuevos tiempos? En 2026 lo dirá. En Madrid, la CEOE también realiza su particular velada navideña con periodistas, donde Antonio Garamendi hace su discurso; un encuentro en el que en los últimos años se repite un lamento: un año más, "el gobierno español lo deja todo por última hora", y el año termina con muchas negociaciones todavía abiertas, informa Núria Rius.

Pero en las copas de Navidad se ve también la esencia de cada uno. La puesta en escena en Pimec suele ser de un estilo más formal, donde Antoni Cañete da una rueda de prensa ya menudo es carne de algún titular. En la Cámara, el cóctel es más distendido, y este año su presidente, Josep Santacreu, ha aprovechado para enseñar la planta remodelada de la sede de la avenida Diagonal, que será punto de encuentro por el nuevo Club Cambra. Pero el reproche cruzado entre Pimec y la Cámara por las desavenencias ante la Ley de Cámaras ha eclipsado sus discursos. Foment del Treball, por su parte, mantiene el formato tradicional: un pica-pica en la biblioteca de su sede, con un Josep Sánchez Llibre cercano y con pocas ganas de polémica. "Hemos venido a hablar de futuro ya desearnos feliz Navidad", decía. Este año ha estado aún más contento de lo habitual: tras la victoria del Espanyol en el campo del Athletic Club de este lunes, "es un día de gran satisfacción para los pericos".

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