Empresa

Pimec reclama una ley de impulso al crecimiento empresarial para aumentar el tamaño de las pymes

El Observatorio de la Pyme evidencia que la dimensión afecta a la productividad y pide "eliminar barreras"

Antoni Cañete, presidente de Pimec, junto a Oriol Amat, catedrático de la UPF y autor del informe, ayer en Barcelona.
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Barcelona"Hoy Pimec urge a los partidos políticos la creación de una ley de impulso empresarial para acabar con los frenos al crecimiento de las empresas". Así lo han puesto de manifiesto este miércoles el presidente de Pimec, Antoni Cañete, y el presidente del Observatorio de la Pyme, Oriol Amat, durante la presentación del estudio Dimensión empresarial: Diagnóstico y propuestas. El estudio, basado en una encuesta de 348 respuestas, parte de la constatación de que a mayor dimensión empresarial, mayor innovación, mayor internacionalización, más productividad ya la vez más financiación y resiliencia. "Hay escalones que hacen de freno", avisó Cañete, y recordó que el 99,8 por ciento del tejido empresarial son pymes, y el 94 por ciento de estas son microempresas.

"Hay que legislar pensando primero en el pequeño, y son tres niveles en los que tenemos que trabajar; primero lo hacemos aquí en Catalunya, pero la semana que viene lo presentaremos en Madrid porque hay decisiones que también deben tomarse a nivel estatal", ha explicado Cañete, al tiempo que ha recordado su posición en la patronal europea, con la silla que SEME. "Que haya un compromiso legislativo en crecimiento, inversión, fiscalidad justa y una administración más ágil es clave", ha resumido el presidente de Pimec. "Estamos hablando de un tema de país", reivindicó.

En cuanto a los presupuestos, "Pimec exige que haya cuentas tanto en Catalunya como en España", ha dicho el presidente de la patronal, y ha reclamado que "los políticos superen cuestiones partidistas" a la hora de sacar adelante las propuestas.

Radiografía y propuestas

"El 99,8% de nuestras empresas son pymes, y el 94% de estas son microempresas, de menos de 10 trabajadores", detalló Oriol Amat, lo que, avisa, "afecta a la productividad por trabajador". Según el estudio, siete de cada diez empresas tienen voluntad de crecer y, por tanto, "hay que eliminar estas barreras para crear más puestos de trabajo y mejorar el tejido empresarial".

De hecho, en Catalunya sólo el 0,2% de las compañías son grandes empresas, lo que contrasta con países como Alemania, donde las grandes empresas son el 0,5%. Catalunya tiene, en promedio, un valor añadido por trabajador –diferencia por empleado entre lo que una empresa factura y lo que compra a otras empresas– de 47.720 euros, muy por debajo de la media de la Unión Europea, donde está de 51.718, pero por encima de la media española, que es de 42.841 euros.

Según la encuesta, el 74,8% de las empresas quieren aumentar su dimensión, pero sólo el 35,2% lo han logrado con éxito en los últimos 5 años. Cerca de la mitad aseguran que no han recibido ningún tipo de ayuda para el crecimiento y la innovación. En este sentido, las principales barreras para el crecimiento que mencionan las pymes son la burocracia y las cargas administrativas, la carencia de personal cualificado y la fiscalidad.

Las 112 propuestas del Observatorio para mejorar la situación se basan, por una parte, en un refuerzo de los factores internos, como formación para directivos en estrategia y finanzas, un modelo de formación universitaria dual, incentivos fiscales para empresas que profesionalicen su gobernanza y ayudas para la innovación y la internacionalización.

Por otro lado, para el refuerzo de los factores externos, el estudio se centra en el sector público y propone una simplificación administrativa, reducir costes notariales y registrados, una reforma fiscal para favorecer el crecimiento, incentivos fiscales para las pymes que reinviertan los beneficios, etcétera. Asimismo, reclaman potenciar la percepción social del empresariado y la cultura emprendedora, con campañas para mejorar su imagen y difusión de buenas prácticas. Por último, el estudio propone también algunas medidas específicas para los autónomos, como incentivos fiscales al ahorro, fondos de microcréditos y formación, entre otros.

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