Comercio

La polémica multiplicación de los estancos en la Jonquera

El Ayuntamiento rechaza la nueva convocatoria del ministerio de Hacienda, que prevé pasar de 6 a 16 establecimientos

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Cola de clientes, la mayoría franceses, a los estancos españoles del Pertús.

La JonqueraDe seis estancos a dieciséis en total. Es el aumento previsto por el ministerio de Hacienda, que ha convocado una nueva subasta para adjudicar diez nuevas licencias de venta de tabaco en la Jonquera y Els Límits. En esta zona hay mucho cliente francés que atraviesa la frontera para comprar cartones a mitad del precio de su país. Pero los planes del ejecutivo de Pedro Sánchez no han gustado nada al Ayuntamiento, y su alcaldesa, Sònia Martínez (JxCat), ha anunciado que presentarán un requerimiento previo para intentar parar la nueva apertura. “No estamos de acuerdo porque no hay ningún tipo de justificación: ni por criterios comerciales, ni de rentabilidad económica ni de servicio público”, subraya. Tampoco el Gremio de Estanqueros de Girona ve claro que acaben saliendo los números en todos los locales que acabarán funcionando y su presidente, David Juanhuix, critica el modelo escogido para adjudicarlos: “Harán una subasta pura y dura, que ganará quien más dinero ofrezca. Y esto puede ser una fuente de recaudación de dinero importante”, apunta.

Hacía dos décadas que no se abría una convocatoria para adjudicar licencias de expendedoras de tabaco y timbre. Hasta ahora, se habían adjudicado a concurso, con un sistema de puntos. “Si el local era más grande, tenías más puntos, o si tenías lugar para aparcar o una parada de autobús al lado”, indica Juanhuix. Ahora, sin embargo, el Estado las otorgará por subasta –todo el mundo podrá ver la cantidad que ofrecen los otros y cambiar la suya si se tercia– y se darán a quien ofrezca una suma más grande. 

Desde el gremio esperaban desde hace tiempo la convocatoria de nuevas licencias, pero consideran que se tendría que haber tenido en cuenta la rentabilidad de todos los estancos, además de criterios comerciales y de población, a la hora de decidir la ubicación de los nuevos establecimientos. “Nos interesa que se abran nuevos estancos, pero siguiendo unos criterios que no perjudiquen a los compañeros que trabajan allí. Nosotros tenemos muchas dudas de que pueda ser rentable con tantos estancos en la misma zona: son más del doble de los que hay ahora”, recalca su portavoz. Además, el representante recuerda que durante los meses de restricciones por el covid, cuando se cerraron las fronteras, las ventas cayeron en picado. “En épocas de pandemia no iba nadie. Si tú tienes censadas a poco más de 3.000 personas y tienes seis estancos, ¿qué rentabilidad pueden tener si ahora abrirás diez más?”, se pregunta.

Menos distancia

“Para nosotros fue una gran sorpresa”, admite la alcaldesa, que se enteró cuando el Gobierno español publicó la nueva convocatoria en el BOE. Martínez no entiende que el documento no explique por qué motivos se quiere abrir diez nuevos estancos en el pueblo y, sobre todo, carga porque en la Jonquera se hace una excepción con las distancias que tienen que mantener. Mientras la norma marca que se tienen que situar a 150 metros otros estancos y también de los centros educativos, a la población del Alt Empordà se aplica una excepción y solo tienen que dejar 25 metros de separación. “La distancia entre los estancos y los centros docentes tiene que ser la misma en todas partes, ¿no? ¿Por qué en la Jonquera pueden estar a 25 metros, pero en las otras ciudades tienen que estar a 150 metros? No lo entendemos”, reprocha. 

Martínez accedió a la alcaldía en 2011 y desde entonces intenta cambiar la imagen del municipio. “Ser un lugar fronterizo tiene puntos positivos y negativos, pero no queremos que se nos conozca como la población de los estancos. Aquí hay otras muchas actividades y abrir diez estancos más no hará que venga más gente, sino que se tendrá que repartir entre el turismo que ya hay”, insiste. 

La alcaldesa admite que, como ayuntamiento, no tienen competencias en este ámbito porque depende del ministerio de Hacienda, pero seguirán los trámites para recurrir la resolución del Estado, y el primer paso es presentar un requerimiento previo. 

"¡Mejor si abren más!"

Los diez nuevos establecimientos están previstos en dos zonas: cinco en la Jonquera y cinco en Els Límits. Este barrio tiene una peculiaridad: una parte pertenece a Le Perthus y la otra al municipio del Alt Empordà, y esto hace que al atravesar una calle cruzarás también la línea imaginaria que divide los dos estados. En el lado nacional se sitúan los locales que venden tabaco, puesto que pueden ofrecer los pitillos a mitad de precio que en el otro lado de la acera.

“En Francia me cuesta unos 9 euros el paquete, aquí 4,50. ¡Y tanto que me sale a cuenta venir! Y también aprovecho y compro para mi hermana, su novio y para unos amigos”, expone Janine, que es de Perpiñán y es una de las clientas habituales de los estancos de Els Límits. Como ella, la mayoría de los compradores van cargados con carretillas de supermercado que sobre todo van llenos de cartones de tabaco y de bebidas alcohólicas. “¡Mejor si abren más estancos, así no tendremos que hacer tanta cola!”, añade Patrick, que recibe la aprobación del resto de los franceses que esperan su turno en la calle.

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