Energía

Precio récord de la gasolina

Llenar el depósito del coche cuesta ahora casi 20 euros más que un año atrás

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Verano de gasolina  barata

BarcelonaQuien se mueve en coche lo ha notado. Hace un año, llenar el depósito de gasolina costaba de media –unos 60 litros– en torno a 74 euros y, actualmente, hacerlo supera ya los 93 euros. La causa es el encarecimiento hasta precios históricos de la gasolina. Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea, el precio en España del litro de gasolina de 95 octanos fue de promedio de 1,55888 euros. Un precio que nunca se había alcanzado. En el caso del gasoil, el precio del litro fue de 1,44436 euros, el segundo más alto de la serie histórica ya menos de un centavo del máximo histórico.

Esta subida sin precedentes de los precios de los carburantes, además, es muy inferior al encarecimiento del precio del petróleo.

En lo que va de año, la gasolina de 95 octanos se ha subido un 5,3%, mientras que el gasóleo se ha encarecido un 7,21%. En ambos casos, el aumento de los precios es inferior al petróleo. El barril de Brent –de referencia en Europa– se ha encarecido un 16,7% desde el pasado 1 de enero. Si se toma un período algo más largo, en lo que va de 2021, el precio del petróleo ha pasado de 50,37 dólares a 96,37 dólares esta semana, es decir, un aumento del 91,3%. En el mismo período, la gasolina de 95 octanos se ha subido casi un 30% y el gasóleo un 33%.

Sin freno

El aumento sin tregua del precio del barril de Brent hace pensar a los analistas que los precios de los carburantes no darán tregua y seguirán subiendo. La causa del aumento del petróleo es clara: con la recuperación postcovid la demanda ha crecido, mientras que la oferta no lo ha hecho al mismo ritmo. Se ha pasado de un consumo mínimo en la primavera de 2020 –durante los confinamientos–, cuando incluso en Estados Unidos se pagaba a quien se llevaba crudo de las explotaciones y en Europa se tocó tierra con precios del barril incluso en algún momento por debajo de los 30 dólares, a un aumento de la demanda con la reanudación de la actividad económica que no se ha detenido.

La consecuencia también está clara. Los precios de la energía, incluidos el petróleo y los carburantes, además del gas y la electricidad, han disparado la inflación. No solo en España, sino también en el conjunto de Europa y especialmente en Estados Unidos.

El caso es que los carburantes han alcanzado esta semana máximos históricos, cuando el petróleo está por debajo de sus récords. Desde 1987 hasta ahora, el precio máximo del petróleo se alcanzó en julio de 2008, cuando el Brent cotizaba a 143,95 euros el barril. En ese momento, el precio del litro de gasolina de 95 octanos era de 1,23352 euros y el litro de gasóleo costaba 1,30049 euros. Es decir, en ambos casos por debajo de los precios actuales.

El encarecimiento actual del precio de los carburantes es muy similar al de las materias primas. La pandemia comportó un tijeretazo drástico de la producción de petróleo, mientras que la demanda de la recuperación ha sido muy superior al aumento de la oferta. El ajuste de la producción en el momento de mayor impacto del barril fue de 5,8 millones de barriles diarios. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados encabezados por Rusia (lo que se conoce como OPEP+) decidieron recuperar la producción paulatinamente.

De hecho, en julio del pasado año estos países acordaron aumentar la producción en 400.000 barriles diarios cada mes. Un incremento que, como muestra la evolución de los precios, ha sido insuficiente frente a la fuerte demanda de la recuperación. Además, en su última reunión, por videollamada, del 2 de febrero, decidieron "reconfirmar el plan de ajuste de la producción" y mantener para marzo este aumento de 400.000 barriles diarios sin elevar el ritmo.

Los perdedores

El incremento del precio de los carburantes afecta a toda la economía, ya que es un factor clave en el aumento de la inflación. Pero existen un par de sectores especialmente afectados: el transporte y el sector primario. Los ganaderos, agricultores y pescadores. Para estos últimos, el carburante es uno de los principales costes de explotación, entre el 15% y el 30%.

En el caso del transporte, tras el acuerdo entre el gobierno español y las organizaciones del sector para desconvocar la huelga que se había planteado en Navidad, ahora las empresas, y sobre todo los autónomos del sector, esperan poder repercutir en sus clientes el aumento de los precios del gasoil.

Las claves
  • 1. ¿Por qué se han encarecido tanto los carburantes? Durante el mayor impacto de la pandemia, el precio del petróleo se desplomó, al quedar prácticamente paralizada la actividad económica. Los países productores de la OPEP y sus aliados recortaron su producción en 5,8 millones de barriles diarios. Pero cuando llegó el rebote de la economía decidieron subir muy gradualmente la producción, en 400.000 barriles diarios cada mes.
  • 2. ¿Cuál es el futuro más inmediato? Por el momento no se espera una mejora de la situación. La OPEP+ decidió este mismo mes mantener el ritmo de aumento de la producción en marzo. Un ritmo insuficiente para moderar los precios, puesto que la demanda, con la recuperación poscovide, sigue al alza.
  • 3. ¿Cuál es la consecuencia? El encarecimiento de los carburantes tiene una relación directa con la inflación. No es el único factor que aumenta los precios, pero, para hacerse una idea, la inflación española en enero fue del 6%, mientras que la inflación subyacente –sin energía y alimentos– fue del 2, 4%.
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