El regreso del Sabadell visto por los empresarios madrileños: "Nadie se pone las manos en la cabeza"
Voces del mundo empresarial vinculan el movimiento de la entidad vallesana al contexto de la opa: "Tienen que gastar todas las balas"
MadridLa épica victoria del Barça, la toma de posesión de Donald Trump y los posibles aranceles, el Foro de Davos o la caída en el Congreso de los Diputados del impuesto a las energéticas y del decreto con medidas como las bonificaciones en el transporte público o la revalorización de las pensiones. siete años después de su salida no ha sido este miércoles la noticia estrella del día entre el empresariado en Madrid.
"El kilo de noticia estaba carísimo", ironiza una voz que, como todo el resto de personas consultadas por este artículo, ha pedido no revelar la identidad, en una muestra más de lo que el mundo empresarial hace tiempo que sostiene (y parece que el gobierno de Salvador Illa también): cuanto menos ruido público se haga sobre el retorno de las sedes sociales, más fácil será que vuelvan.
Más allá de que la agenda de estas últimas 24 horas haya estado llena de actos y titulares difíciles de contraprogramar –y con el grueso de los altos directivos del Ibex 35 en Suiza–, en Madrid, entre el empresariado, "nadie se ha puesto las manos en la cabeza" cuando ha conocido la noticia, apunta una fuente del mundo de los negocios. "Era una cuestión pendiente y se esperaba que tarde o temprano ocurriera", aseguran desde una cotizada, mientras que otra voz apunta a que se ha leído la decisión con "naturalidad y como algo civilizado". Las fuentes consultadas coinciden en que es un "síntoma más de normalidad política" en Catalunya.
Ni siquiera en el mundo financiero ha supuesto un terremoto. "Se ha comentado brevemente", coinciden dos voces del sector bancario, que asumen que a las puertas de la presentación de los resultados anuales –Bankinter, por ejemplo, los presenta este jueves– es difícil pensar en otra cosa. El BBVA, por razones obvias, sí se ha pronunciado. "El resto somos observadores", apunta una fuente financiera. Esta voz sitúa a las empresas que decidieron marcharse de Catalunya hace siete años, como es el caso de CaixaBank, como las únicas compañías a las que la decisión del Sabadell traerá dolores de cabeza. "Saben que los periodistas empezarán a preguntarles", añade la misma voz, que da por hecho que "una vez una empresa ha movido ficha, es más fácil para el resto".
La opa, clave
Sin embargo, a diferencia de lo que se comentó en 2017, esta vez la decisión no se vincula a razones estrictamente políticas, o no sólo. "Sin la opa [del BBVA] de por medio, una decisión de este tipo la habría liderado CaixaBank", apuntan desde una cotizada. "La opa ha sido clave", dicen desde otra compañía, mientras que una de las fuentes empresariales consultadas no duda en hablar de "golpe de efecto" de Josep Oliu, presidente del Sabadell.
"Nos habría preocupado más una decisión que afectara a la estrategia del Sabadell en cuanto a la captación de clientes o si, por ejemplo, dijeran que hacen una apuesta brutal por Barcelona y se olvidan de Alicante. Pero hombre, que vuelvan su sede a Catalunya...", reflexionan desde una de las grandes entidades bancarias.
Una fuente empresarial lo ejemplifica aún mejor: "No tengo ninguna duda de que parte del consejo de administración del Sabadell se ha reunido telemáticamente, eso ya te deja una buena metáfora". Otra voz apuntaba al factor geográfico para explicar la cierta frialdad que ha levantado la decisión: "En Catalunya es una grandísima noticia. En Madrid también, pero quizás un grado menos", resume otra voz.
Cena de estrellas catalanas
Donde el movimiento del Sabadell tampoco ha ocupado muchas conversaciones ha estado en el Cóctel Gastronómico de Catalunya, que este miércoles por la noche reunía a Salvador Illa, el ministro Jordi Hereu, los máximos exponentes de la cocina catalana y agentes económicos y sociales del sector turístico catalán en la Real Fábrica de Tapices de Madrid, en el marco de la feria Fitur. Mientras Isla reivindicaba el "mejor momento" de la gastronomía catalana, los asistentes estaban pendientes de probar las recetas de grandes figuras como los hermanos Torres o Fina Puigdevall, del restaurante Les Cols, o el postre del pastelero Oriol Balaguer y el maridaje de la mejor sumiller catalana del año, Marta Cortizas, de El Celler de Can Roca. Si el regreso de la sede no ha sido la estrella del debate, sí lo ha sido el menú, por supuesto.