Energía

Bares, restaurantes y comercios podrán poner el aire acondicionado "alrededor de los 25 grados"

Ribera recuerda que pueden haber "excepciones" en los límites de la temperatura en función de las condiciones laborales

ARA
3 min
La estrella de la Sagrada Familia volverá a iluminar las noches de Barcelona

MADRIDLa ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha recordado que puede haber "excepciones" en los límites de la temperatura en el trabajo. De hecho, así lo dijo Ribera el día en el que el Gobierno español presentó el plan de ahorro energético: "Podrá incorporar flexibilidad en función de las condiciones laborales que necesiten los trabajadores", decía Ribera en rueda de prensa posterior al consejo de ministros. En una entrevista a Onda Cero, Ribera ha ejemplificado que en bares y restaurantes podrían limitar el uso del aire acondicionado "alrededor de los 25 grados", y no 27 grados como marca el plan.

"No se puede pedir a los trabajadores que están en condiciones de ejercicio físico importante que no tengan las condiciones que el derecho laboral garantiza respecto a los máximos y mínimos de la temperatura", ha asegurado Ribera. Más tarde ha reiterado que, "si en un determinado espacio se justifica porque es necesaria una temperatura diferente, se puede dar por bueno", ha dicho en una entrevista a Catalunya Ràdio. La ministra ha indicado que las condiciones laborales marcarán la norma y ha recordado que el plan prevé una diferenciación entre trabajos "sedentarios y en movimiento". Es cierto, sin embargo, que el control de la temperatura ha levantado dudas. La patronal cárnica, por ejemplo, ha pedido que no se apliquen los 27 grados en las carnicerías.

Límites de temperatura

Como explicaba este diario, el plan del Gobierno español quiere que en verano se establezca una temperatura del aire acondicionado que no baje de los 27 grados, mientras que la calefacción no tendría que superar los 19 grados. Esto, sin embargo, no afectará a todo el mundo. De momento se aplica en la administración pública (plantas, oficinas, vestíbulos o zonas de uso público); en los comercios (tiendas, grandes centros comerciales, etc.); en espacios culturales como salas de exposición, cines o teatros; en algunas zonas del sector de la restauración; centros de trabajo como por ejemplo entidades bancarias, así como en espacios vinculados al transporte (estaciones de tren o aeropuertos).

En cambio, como el mismo decreto recoge, no se aplicará allí donde las condiciones laborales no lo permitan; según las particularidades del sector; en centros educativos como colegios o universidades, hospitales, centros sanitarios, peluquerías, gimnasios, o, en el caso de los hoteles, en las habitaciones, puesto que son de regulación privada.

Iluminación

Ni la Sagrada Familia ni los ornamentos de otros monumentos tendrán que apagar su iluminación a partir de las 10 de la noche, hora fijada en el plan de ahorro energético aprobado esta semana por el Gobierno español. El próximo martes, cuando entre en vigor la medida, solo se obligará a los edificios públicos que no se utilicen, así como a los escaparates de los comercios, a apagar las luces. Este punto ha levantado dudas hasta ahora, pero desde el ministerio de Transición Ecológica confirman que, tal como se recoge en el decreto, "en todo momento se habla de edificios públicos, no de monumentos". Es decir, afectaría al Palacio Real de Madrid, pero ni la fuente de Cibeles, ni la Sagrada Familia ni la Alhambra estarían afectadas por el paquete de restricciones energéticas y, por lo tanto, continuarán iluminadas como hasta ahora. No se consideran edificios públicos porque no tienen dependencias ocupadas por ninguna administración.

La decisión ha generado controversia, puesto que el plan va en la línea de lo que han hecho otros países europeos donde, durante unos días, los monumentos sí que se apagarán. Es el caso de la Puerta de Brandeburgo, en Berlín, o el Coliseo de Roma, que se apagan durante unos días como medida de ahorro energético.

El plan aprobado esta semana y que estará en vigor hasta noviembre de 2023 es un primer paso para reducir el consumo de energía y cumplir con el compromiso recogido con la Comisión Europea de reducir hasta un 7% el uso de gas ante un invierno que se presenta complicado por la amenaza de Rusia de cortar el suministro. De hecho, la exportación de gas ruso ha caído en picado las últimas semanas y, ahora mismo, se sitúa en un 20%.

El horario marcado para apagar las luces es a partir de las 22 horas de la noche y se aplicará exclusivamente sobre la iluminación de los escaparates, así como de los edificios públicos que a aquella hora estén parados. No se aplicará, pues, a la iluminación ornamental de los monumentos, excepto si son edificios públicos que no estén ocupados a aquella hora. La fecha tope para adaptarse y cumplir con la medida de la iluminación, así como la de tener un mecanismo para cerrar las puertas, en el caso de los comercios, es el 30 de septiembre de 2022. En cuanto a la regulación de la temperatura, tiene que entrar en vigor el próximo martes.

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