Sánchez vuelve de Bruselas con la promesa de poner un tope al precio de la luz

La UE tendrá en cuenta la situación "especial" de España y Portugal por su escasa interconectividad con el continente

4 min
El presidente español, Pedro Sánchez, con el presidente portugués, Antonio Costa.

BruselasEste viernes la posibilidad de aplicar un tope al precio de la luz que paga la ciudadanía española está más cerca. Después de casi diez horas de intensa y compleja reunión, los líderes de la Unión Europea permitirán que gobiernos como el español o el portugués puedan solicitar tomar medidas urgentes para abaratar la factura eléctrica, entre las que está limitar el precio de la luz. El argumento de España y Portugal es que la península Ibérica es una isla energética, con escasez de interconexiones que les provoca un agravio comparativo. Y lo que han arañado los dos gobiernos después es el reconocimiento de esta "singularidad ibérica" a la hora de permitirles tomar medidas extraordinarias.

"Hemos acordado un tratamiento especial para la península Ibérica para que pueda gestionar los precios de la energía", ha dicho la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, han anunciado el acuerdo de manera conjunta con visible satisfacción. "Es un gran avance", ha dicho Sánchez. La semana que viene, los dos gobiernos presentarán un plan conjunto, con la propuesta concreta del tope en el precio de la electricidad, y la Comisión Europea tendrá que analizarlo de manera urgente. Sánchez no ha querido concretar cuál será el tope que propondrán España y Portugal, pero sí que ha asegurado que la compensación por el precio "no será con dinero público". El presidente español no ha querido concretar ningún detalle de esta ni otras medidas. La Moncloa calcula que una vez presentado el plan, las medidas podrán ponerse en marcha en el plazo de un mes y a través de un proceso acelerado que no necesita el visto bueno del resto de los gobiernos de la UE.

Por otro lado, la jornada de este viernes en Bruselas ha sido especialmente intensa porque a las demandas de Madrid y Lisboa se oponían con fuerza estados como Alemania o los Países Bajos, absolutamente escépticos con la posibilidad de adoptar ninguna medida conjunta que implique una intervención del mercado europeo. A lo largo del día, la tensión ha subido tanto como lo han hecho los precios las últimas semanas, hasta el punto que el presidente español se ha levantado de la mesa en una ocasión y ha forzado una parada técnica. "Lo que pasa en el Consejo se queda en el Consejo ", ha dicho Sánchez después para evitar hablar del episodio a raíz del tuit de un periodista que aseguraba que Madrid estaba amenazando con vetar el acuerdo global. La Moncloa, que siempre quiere mantener un discurso de proximidad con las instituciones, lo niega rotundamente.

Los gobiernos ibéricos se marchan de Bruselas cantando victoria porque la batalla ha sido dura, especialmente con el canciller alemán, Olaf Scholz, que a la salida incluso los ha felicitado: "Pedro Sánchez ha presentado de manera muy exitosa los intereses de su país. Junto con su colega portugués han garantizado que hay opciones para que los gobiernos de Portugal y España puedan actuar", ha dicho, después de poner en valor también que "la proporción de energías renovables en la península Ibérica es muy alta".

Pero si Berlín reconoce con tranquilidad la victoria española es porque no se han cruzado algunas de sus líneas rojas. El reconocimiento de la singularidad ibérica era en realidad el plan B de España. Sánchez se marchó de gira por Europa con el objetivo de conseguir una reforma profunda de un mercado eléctrico que considera desfasado, "de los años 90", ha dicho. Sus primeras intenciones pasaban por fijar un tope común al precio mayorista del gas e, incluso, de desvincular el precio del gas del del conjunto del mix eléctrico, una opción que ya ha abandonado en el debate en Bruselas. Además, otros países como Italia y Francia ponían sobre la mesa la opción de crear un nuevo fondo de deuda común para pagar las compensaciones de precios, una opción que en Madrid tampoco desagradaba. El líder español no consigue estos objetivos, pero se lleva el compromiso implícito de la Comisión que podrá adoptar medidas quirúrgicas y temporales, mientras Bruselas espera el asesoramiento de los expertos para pronunciarse en mayo sobre una eventual reorganización del mercado eléctrico europeo.

La cruzada de Sánchez en Bruselas para conseguir medidas para abaratar la factura de la luz hace meses que dura. El Gobierno español fue de los primeros en situar el debate en Europa y de los primeros en hacer propuestas como la compra conjunta de gas o la posibilidad de grabar los beneficios extraordinarios de las eléctricas. Las dos propuestas han sido ahora selladas por el resto de los líderes europeos, que antes de que estallara la guerra en Ucrania ni lo preveían. Y mientras España y Portugal se llevan un reconocimiento especial, el conjunto de la Unión Europea se compromete a trabajar para reducir su dependencia del gas ruso, llenar las reservas y evitar que en el futuro esta situación se pueda repetir.

stats