Tecnología

Worldcoin, la empresa que escanea el iris, detiene la actividad en España

La compañía se ha comprometido con la Agencia de Protección de Datos a no operar en el Estado hasta 2025

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La cuenta de un voluntario en Worldcoin que ha cedido su iris.

BarcelonaWorldcoin se hizo muy popular en toda España hace algunos meses por su estrategia de marketing: criptomonedas gratis a cambio de dejarse escanear el iris. La idea atrajo a miles de usuarios y durante semanas se podían ver colas kilométricas en sus stands, situados en varios puntos –la mayoría en centros comerciales– de muchas ciudades. Pero ahora esta empresa se ha comprometido de forma jurídicamente vinculante con la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) a detener la actividad en el Estado, al menos hasta finales de año.

De hecho, el pasado mes de marzo la AEPD ya obligó a Tools for Humanity –la empresa matriz de Worldcoin, propiedad de Sam Altman, fundador también de OpenAI– a detener la actividad en el país. Ahora, a pocos días de que expire los tres meses de suspensión impuestos por la agencia, Worldcoin ha tomado esta decisión, que ha comunicado el propio presidente de Tools for Humanity, Michael Will, a la AEPD a través de una carta. Asimismo, se ofrece una colaboración plena con la agencia y con su homóloga bávara, BayLDA, que es donde la empresa tiene su sede.

Con todo, la decisión choca con el anuncio en marzo de la misma empresa, que aseguraba que iniciaría acciones legales contra el orden de la AEPD que le obligaba a detener de forma cautelar su actividad en España.

Polémica por la cesión de datos

El punto polémico de la praxis de comprar iris a cambio de criptomonedas radica en que a menudo el usuario no es consciente de que está dando información biométrica y qué puede hacer su empresa. El procedimiento del escáner ocular de este caso concreto se basa en la extracción de un código a partir del iris, único en cada uno. La empresa subraya que sólo guarda este código, "que no contiene datos personales de ningún tipo, ni nombres, ni teléfonos ni direcciones personales".

La cesión de datos biométricos, sin embargo, se clasifica dentro de una categoría especialmente sensible. "Es un dato que permite la identificación inequívoca de la persona a través de una característica física que no puede variarse a lo largo de la vida", afirma la Autoridad Catalana de Protección de Datos (APDCAT). Por eso, el consentimiento debe ser explícito. Ahora, por el momento, todo queda en manos de la investigación de las agencias de protección de datos.

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