Tres apuntes positivos que explican el gran momento de la economía catalana

BarcelonaSi bien la economía catalana recuperó el nivel de actividad previo a la pandemia en el tercer trimestre de 2022, un hito que la economía española ha logrado el segundo trimestre de este año, ahora roza su máximo histórico, alcanzado en el segundo trimestre de 2019. Y esto se explica por el gran motor económico que son las exportaciones.

Esta es una de las conclusiones que se pueden extraer del último informe de coyuntura de la Cámara de Barcelona, que incorpora una revisión al alza de sus previsiones de crecimiento del producto interior bruto catalán (PIB, el indicador que mide la actividad económica) del 1,8% al 2,2% para este año, y del 2,3% para 2024. Este presagio va en consonancia con las previsiones para España que ayer dio a conocer el Fondo Monetario Internacional.

Este repunte para la economía catalana incluye un aumento del PIB del 0,5% para el segundo trimestre, un dato que, a cinco días de conocer el adelanto oficial por parte del Idescat, se acerca pero no supera el hito histórico de hace cuatro años. "En el 2024 habrá superado el máximo histórico de la economía catalana con seguridad", explicaba el jefe del gabinete de estudios económicos de la Cámara de Comercio de Barcelona, Joan Ramon Rovira.

Las previsiones de la cámara dibujan en el segundo semestre y para principios de 2024 una desaceleración a causa de un peor contexto internacional: el estancamiento de la zona euro y la perspectiva de nuevas subidas de los tipos de interés –la Fed y el BCE deben comunicar posibles nuevos aumentos entre hoy y mañana– están debilitando las expectativas empresariales, que al mismo tiempo hacen prever un menor dinamismo del mercado laboral.

El motor de las exportaciones

La mejora de las previsiones económicas para la economía catalana se sostienen en la inversión y, sobre todo, en las exportaciones, para las que vislumbran un incremento anual del 4,6% y el 4,9% para 2023 y 2024, respectivamente. Las ventas en el exterior se han recuperado –impulsadas por el sector del automóvil, que ha visto normalizada su cadena de suministro– pese a que ahora presentan signos de desaceleración.

Las exportaciones catalanas venían de retroceder en volumen en el segundo semestre de 2022 por el aumento de los precios energéticos, mientras que este año "se está invirtiendo" por la moderación de estos precios. Hay que separar los aumentos de valor, ligados a los aumentos de los costes –buena parte de las exportaciones son productos químicos y repercuten en el precio los aumentos de la energía–, de los de volumen, que en el tercer y cuarto trimestre registran una caída.

"La idea es que mires en valor o en volumen hay una gran diversificación; muchos sectores exportan más, pese a realizar una pequeña revisión a la baja", ha valorado Rovira, que ha destacado también la contribución del turismo.

"Reducción" de los precios de los alimentos

Otra gran noticia es la moderación de los precios de la energía y de los alimentos, que sitúa la inflación en Cataluña en mínimos desde marzo de 2021. Según la cámara, los menores costes de producción de los alimentos ya se están trasladando sobre los precios finales de venta.

"Deberíamos esperar, de no haber sorpresas, una clara reducción de los alimentos en los próximos seis meses", avanzó Rovira. El porcentaje de las empresas catalanas que prevén aumentar sus precios en el tercer trimestre cae intensamente durante los últimos seis meses.

Sin embargo, la persistencia de la inflación subyacente –evolución de los precios sin los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos–, que podría haber alcanzado su máximo, anticipa una política monetaria restrictiva: "Los tipos alcanzarán su nivel terminal cuando los bancos centrales tengan claro que la subyacente está controlada".

Transformación del mercado laboral

"El modelo productivo catalán se ha transformado a raíz de la pandemia, se está transformando", ha explicado en la rueda de prensa la presidenta de la corporación de derecho público, Mònica Roca. Así, dos terceras partes del empleo creado en el sector privado tras la pandemia se concentran en sectores de elevado valor añadido, es decir, remunerados por encima de la media en Cataluña.

Otro dato relevante es que ciudadanos extranjeros han concentrado la mitad de los nuevos puestos de trabajo en Cataluña después de la pandemia, ya que han pasado de representar el 28,8% de 2014-2019 al 49,6% en los últimos cuatro años. La población extranjera ha ocupado el 33% de los nuevos puestos de trabajo de alto valor añadido después de la pandemia.