El turismo ya ve el vaso medio lleno
El sector se reúne en Barcelona para afrontar el reto de la sostenibilidad y la digitalización después de dos años de pandemia
BarcelonaDigitalización, sostenibilidad, diversidad, conectividad... Si antes de que la pandemia hiciera saltar por los aires el sector turístico en todo el mundo alguien hubiera preguntado a 12 ministros del ramo con qué palabra definirían el principal reto de la industria, probablemente las respuestas no se habrían alejado de esta lista de conceptos. Después de un año y medio de su peor crisis, el turismo se vuelve a hacer las mismas preguntas. Este es el ejercicio que han puesto en práctica representantes de uno de los gremios más tocados por el covid-19 durante la cumbre Future of Tourism World Summit, un acontecimiento con más de 130 ponentes internacionales que se celebra este martes y mañana por primera vez en Barcelona.
La cita ha congregado los responsables de turismo de algunas economías que hasta el estallido de la pandemia dependían en gran medida de ello. "Que se agotara esta fuente de ingresos fue un gran reto", ha explicado la ministra de Turismo de Egipto, Rania al-Mashat. Después de meses con monumentos como las pirámides de Guiza totalmente desiertos, el país norteafricano ha empezado la reapertura a través de zonas menos tensionadas por el covid, sobre todo en la costa. La viceministra de Grecia para el sector, Sofia Zacharaki, ha asegurado que el covid les ha obligado a recordar la importancia de diversificar el peso de los destinos dentro de su territorio y evitar la masificación, el gran mal endémico para muchos de los presentes.
La cumbre está impulsada y organizada por la organización sin ánimo de lucro con sede en Washington Advanced Leadership Foundation, la Fundación Incyde –que depende de las cámaras de comercio españolas– y la Organizació Mundial del Turismo (OMT). "Debemos hacernos preguntas vitales y darnos respuestas adecuadas", ha avisado el presidente de esta última institución, Zurab Pololikashvili. Después de recordar que ya se entrevé un "poco de esperanza" en cuanto a recuperar los niveles prepandemia, el líder georgiano ha insistido en que este crecimiento tiene que conseguir avanzar en un equilibrio difícil "entre las personas, la economía y el planeta".
El impacto medioambiental de la industria turística ha sido uno de los argumentos más repetidos a lo largo del encuentro, pero sin muchas propuestas concretas sobre cómo materializar este futuro más libre de emisiones contaminantes. En este sentido, el secretario general de la Organización de Aviación Civil Internacional, Juan Carlos Salazar, también ha insistido en la implementación de nuevas tecnologías para reducir la contaminación que genera el sector y ha reiterado el compromiso de llegar a la neutralidad de carbono en 2050, de aquí a tres décadas.
Maroto ve la salida de la crisis en 2022
En la inauguración del acto, la ministra de Turismo española, Reyes Maroto, ha augurado que 2022 será la fecha que esperan desde hace un año y medio empresarios y trabajadores del sector. Así pues, ha asegurado que entonces se "consolidarán" los mismos volúmenes de visitantes extranjeros que llegaban a España en 2019. El ejecutivo central prevé que este último trimestre ya se recuperará el 66% de los turistas internacionales del mismo periodo de hace dos años. "No nos conformamos con la situación de antes de la pandemia, nos tenemos que avanzar a las transformaciones que ya están en marcha y aprovechar los fondos europeos", ha pedido Maroto a los asistentes de la cumbre.
Aun así, las estimaciones de algunos de los representantes del gremio hotelero todavía contradicen el optimismo de la ministra española. El presidente de Turismo de Barcelona, Eduard Torres, ha augurado que el próximo año volverán a contar con entre el 65% y el 70% de la actividad de 2019 y que este crecimiento vendrá sobre todo de los viajes de negocios. De este modo, prevé que el turismo de congresos (muchos de estos acontecimientos ya están volviendo a sus versiones presenciales) sea un motor de recuperación para la capital catalana mientras los viajes de ocio se rehacen más lentamente. En cuanto a aplicar la sostenibilidad en la salida de la crisis, ha admitido que esto dependerá de los recursos que se consigan captar de Bruselas.
- ¿Hay que cambiar las recetas para el sector respecto a antes del covid ?El discurso con el cual se trabajaba antes de la pandemia era el de captar a turistas de más poder adquisitivo. Se hacían campañas orientadas en Rusia, Japón o los Estados Unidos para atraer a visitantes de más lejos y que gastaran más. Pero se puede ir más allá. Ahora se puede aprovechar esta parada y también depende de las administraciones poner las herramientas para proponer otros tipos de turismo más verde y desestacionalizado.
- ¿Qué papel juegan los fondos europeos?La oportunidad que se presenta ahora con los fondos europeos tendría que servir para que por fin haya una digitalización eficiente y extensa del sector. No tantos macroproyectos con grandes tecnológicas, sino que el dinero llegue hasta la última pyme.
- ¿El turismo dará realmente un giro verde?Hay dos direcciones en cuanto al futuro del turismo en el discurso de la sostenibilidad. Por un lado, el que dice que hay que reflotar el sector rápidamente y después ya se verá. El otro defiende que se tiene que aprovechar este momento para aplicar unas respuestas diferentes. Ya lo hemos visto con las protestas contra la aplicación del aeropuerto del Prat o los movimientos que piden más trayectos en tren. Aunque de momento prevalece el consumo, hay tendencias de fondos que no tardarán en aparecer.