La UE quiere reducir la burocracia en las empresas medianas
La Comisión Europea asegura que estas compañías se ahorrarán unos 400 millones de euros anuales
BruselasDe la obsesión por la regulación a la obsesión por reducir la burocracia. Bruselas está ahora obcecada por la reducción del papeleo que deben gestionar las empresas y potenciar la competitividad del sector privado, aunque esto suponga una reducción de todo tipo de controles que ha ido impulsado la propia Comisión Europea durante los últimos años. En este sentido, la última medida que el ejecutivo comunitario ha puesto sobre la mesa es disminuir los trámites administrativos y controles que deben afrontar lo que califica de "empresas medias".
La Comisión Europea quiere crear una nueva etiqueta de empresas, las que se encuentran entre las grandes compañías y las más pequeñas. Éstas serán las que tengan más de 250 trabajadores y menos de 750, no superen los 150 millones de euros de facturación y no tengan más de 129 millones de euros en activos. Según datos del propio ejecutivo comunitario, en el global de la Unión Europea hay unas 38.000 empresas con estas características.
La intención de esta propuesta es que las empresas de tamaño medio se puedan ahorrar un total de unos 400 millones de euros anuales por trámites administrativos, una cifra que se sumará a los 8.000 millones del resto de iniciativas para reducir la burocracia que ya ha presentado la Comisión Europea durante los últimos meses. Así pues, Bruselas defiende que es una medida más para contribuir en el objetivo de reducir los costes de papeleo en un 25% en el global de compañías y un 35% en las pequeñas y medianas empresas durante esta legislatura europea, que acaba en 2029.
En este sentido, la Comisión Europea asegura que durante este 2026 unas 10.000 empresas menos ya no tendrán que registrarse en el portal de control de emisiones de efecto invernadero. Sin embargo, Bruselas asegura que la exigencia de los controles ecológicos y el cumplimiento de las normativas verdes no se reducirá. De hecho, argumenta que este tipo de empresas tienen "un volumen comercial limitado" y, por tanto, no son tan determinantes a la hora de contribuir a los objetivos climáticos de la propia Unión Europea.
Otra de las propuestas del ejecutivo comunitario es que estas empresas dejen de estar obligadas a registrar todos los datos personales procesados y que sólo tengan que procesar los que se consideran que son de alto riesgo. Además, Bruselas propone eliminar el requisito de proporcionar declaraciones de conformidad, instrucciones de uso y otros documentos en papel, permitiendo que las clasificadas como empresas medianas puedan facilitar toda esta información por la vía digital. Según la Comisión Europea, esto reduciría los costes a las empresas y, a su vez, facilitaría que las autoridades estatales puedan verificar si cumplen las normativas.
Con esta medida, Bruselas cree que potenciará la competitividad de estas compañías respecto a la competencia que llega de Estados Unidos o China. En este sentido, la Comisión Europea cree que las empresas medianas ya no se limitan a los mercados estatales y exportan en general a todo el mundo, por lo que se les debe ayudar en su internacionalización.
Potenciar el mercado único
La Comisión Europea también ha presentado este miércoles una hoja de ruta para intentar potenciar el mercado único europeo. "Actualmente, las empresas se internacionalizan antes de europeizarse. En un contexto geopolítico como el de ahora, debe ser al revés", ha defendido el vicepresidente del ejecutivo comunitario y titular de Industria, el francés Stéphane Séjourné. Por eso, Bruselas propone unificar más estándares de cualificaciones profesionales y estudiantiles, facilitar las operaciones comerciales entre estados miembros y acabar con las trabas que se encuentran las empresas que exportan a otros países comunitarios, y, entre otros, potenciar la armonización de normativas en diversos campos.