Relaciones Internacionales

El dragón chino, el elefante indio y el oso ruso quieren acorralar el águila americana

Los líderes de los diez países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), reunida el domingo en Tianjin
01/09/2025
2 min

"Es vital que el dragón chino y el elefante indio se unan", le dijo Xi Jinping al primer ministro indio, Narendra Modi, en su primer encuentro el domingo en Tianjin. Y seguramente, de reojo, el oso ruso, es decir Vladimir Putin, sonreía satisfecho, ya que se encontraba ante sus dos principales aliados económicos, dos países que ni le sancionan ni le riñen públicamente y, en cambio, le compran el petróleo que los países occidentales le han dejado de adquirir. Esta 25ª edición dela cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que acabó ayer pese a que tendrá un simbólico epílogo estos días con la visita oficial de Putin a China y el desfile militar en Pekín de mañana, escenificó que hay otro orden mundial posible y que se puede rehuir la sombra del águila imperial de Estados Unidos, que su presidente, Donald Trump, pretende que controle.

El OCS es una organización de cooperación y seguridad que está formada por China, India, Rusia, Pakistán, Irán, Kazajstán, Kirguizstán, Tayikistán, Uzbekistán y Bielorrusia, y que en conjunto representa el 40% de la población global5. Muchos de estos estados, debe decirse, no son conocidos precisamente por su defensa de la democracia y los derechos humanos. Sin embargo, hasta ahora sus reuniones se quedaban en el ámbito de interés regional y sus cumbres no acaparaban la atención de esta última. La razón es obvia. Los aranceles de Trump y sus políticas erráticas en el terreno internacional, que han dado la vuelta a las relaciones diplomáticas globales.

Lo más significativo, claramente, ha sido la visita de Modi a China después de siete años sin ir. El primer ministro indio ha aterrizado procedente de Japón, donde también ha tratado de buscar aliados comerciales, y después de una semana en la que ha visto cómo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le ha castigado con aranceles del 50% por su relación con Moscú, al que le sigue comprando crudo pese a las sanciones. Los analistas estadounidenses ya avisaban de que esta política agresiva tendría consecuencias, pero además se suma un encontronazo diplomático entre EEUU e India a mediados de junio, cuando según The New York Times rompieron peras tras una llamada en la que Trump reclamó a Modi el Nobel de la paz por su supuesta mediación en el conflicto con Pakistán, algo que Modi negó indignado.

El caso es que Putin, Modi y Xi han escenificado una complicidad difícil de encontrar con la Casa Blanca, y China ha logrado poner la primera piedra en su objetivo de crear un nuevo banco regional de desarrollo que convierta al yuan en la principal moneda de intercambio. Habrá que ver cómo acaba todo esto, y cómo reaccionará Trump. Las negociaciones arancelarias entre China y Estados Unidos todavía están abiertas, pero el tablero diplomático mundial se está moviendo y la Unión Europea no sólo no es árbitro sino que lo tiene difícil para tener incluso un puesto en la mesa. El ciberataque, se investiga si ruso, que sufrió ayer el avión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, no es un buen presagio.

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