Xi abraza a Modi y protege a Putin: “Este será el siglo de Asia”

PekínEl presidente chino, Xi Jinping, defendió la necesidad de salvaguardar la paz y la estabilidad regional durante la cena de bienvenida ofrecida a la veintena de líderes mundiales que participan en la 25ª edición de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), que comenzó este domingo. La ciudad de Tianjin, considerada el puerto de Pekín, ha desplegado la alfombra roja y amplias medidas de seguridad para albergar este foro de dos días que finaliza el lunes. Los focos apuntarán, de forma especial, a tres protagonistas: Vladimir Putin, Xi Jinping y Narendra Modi. El encuentro llega en un momento clave: Rusia busca nuevos mercados para su petróleo y gas, India intenta esquivar las represalias de Estados Unidos y China quiere consolidarse como alternativa al liderazgo occidental mientras mira de reojo los movimientos erráticos, los cambios de parecer y las amenazas de Donald Trump.

Lo más destacado de la primera jornada, sin embargo, ha sido el acercamiento entre China e India, que se comprometen a ser socios y no rivales. "Es vital que el dragón chino y el elefante indio se unan", aseguró Xi Jinping al primer ministro, Narendra Modi, durante su entrevista. Xi ha subrayado la importancia de que los dos países más poblados del mundo, y pieza clave del Sur Global, no estén enfrentados. Por su parte, Modi se mostró convencido de que la cooperación puede hacer del siglo XXI el "siglo de Asia" y que ambos países deben buscar la autonomía estratégica.

Xi Jinping exhibe su poder como contrapeso en Estados Unidos. Se erige en líder del Sur Global y reivindica un nuevo orden mundial. La reunión del OCS es sólo un aperitivo del gran desfile militar organizado para celebrar el 80 aniversario de la rendición de Japón y del fin de la Segunda Guerra Mundial en Asia. A estos fastos se sumará otro invitado provocador de Occidente, el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Las cumbres del OCS habitualmente debaten problemas de seguridad o cooperación que no trascienden a la zona de interés regional. La geoestrategia hace que, en este momento, el encuentro, liderado por Xi Jinping, simbolice un frente unido de países contra el orden occidental. La presencia de Putin tanto en la cumbre del OCS como en el desfile del día 3 es una demostración de las estrechas y buenas relaciones que mantiene con Xi Jinping.

El presidente ruso se convierte en el invitado de honor de China en estos actos y demuestra que la alianza "sin límites" entre los dos países firmada antes de la invasión de Ucrania sigue gozando de muy buena salud. La prensa rusa y china han destacado la importancia de este viaje y su larga duración sin precedentes para los estándares de Putin. Pekín sigue siendo el principal socio comercial de Moscú. Tras las sanciones impuestas por Occidente, China se convirtió en el principal comprador de petróleo y carbón. En 2024 el comercio bilateral ascendió a la cifra récord de 245.000 millones de dólares, aunque registró un descenso interanual del 8,1% de enero a julio de este año. Rusia quiere garantías de que Pekín seguirá sosteniendo su economía. Putin llega a China después de la reunión con Trump en Alaska. Se espera que Pekín y Moscú consensúen una posición conjunta sobre el fin de la guerra.

Desde la invasión de Ucrania, Moscú ha ido perdiendo progresivamente a los clientes europeos y se ha volcado en Asia. El resultado es un triángulo energético en el que Pekín y Nueva Delhi han comprado más de la mitad de las exportaciones rusas desde el 2023. En este sentido, uno de sus pupilos, el presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, se reunía este domingo con Xi Jinping. Ambos ratificaron ser unos "firmes socios".

Modi hace equilibrios y busca mercados

Por su parte, Modi llega a China después de visitar Japón. Los aranceles del 50% que le ha impuesto Donald Trump para comprar petróleo ruso obligan a la India a buscar otros mercados. El encuentro con Xi Jinping se produce en un momento de deshielo y reconstrucción de las relaciones entre las dos potencias asiáticas tras el enfrentamiento fronterizo en el Himalaya del 2020. Se espera que, en el marco del OCS, Narendra Modi impulse una condena del "terrorismo transfronterizo", en clara referencia cumbre.

Con su asistencia a este foro, Modi se ve obligado a hacer equilibrios diplomáticos y defender lo que ha calificado de "autonomía estratégica". No hay que olvidar que India es uno de los miembros de la alianza Quad (Estados Unidos, India, Australia y Japón), una organización creada en 2007 para contrarrestar el poder de China en la región de Asia-Pacífico. Sin embargo, debido a las agresivas políticas de Trump, India se une a sus vecinos para combatir la guerra comercial.

Con todo, no se espera un aval de Modi en la invasión rusa de Ucrania o que apoye las reclamaciones de Pekín sobre el mar del Sur de China.

La mitad de la población global

La Organización de Cooperación de Shanghai se creó en 2001 como un foro de seguridad euroasiático en el que participaban seis países: China, Rusia, Kazajistán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán. El grupo se amplió a diez con Irán, Pakistán, India y Bielorrusia. Además, hay otros 14 socios que no son miembros, pero participan en el diálogo y 2 estados observadores. En total, la cumbre del OCS reúne a casi la mitad de la población global y suma el 23,5% del PIB mundial. Y en el horizonte aparece el deseo de convertirse en un contrapunto de la OTAN.

Pese a que su objetivo es promover la seguridad y la armonía entre los miembros, no tiene instrumentos para evitar que se produzcan incluso enfrentamientos armados. Este año India y Pakistán mantuvieron combates en la región de Cachemira. Y la posición sobre Israel, por ejemplo, también crea fricciones: India se ha negado a condenar el ataque israelí a Irán.