Dossier

8 lugares para huir del turismo de masas

Les Garrigues, el Pla d'Urgell y el Alt Camp son comarcas que reciben pocos visitantes y donde se puede encontrar de todo menos aglomeraciones

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El pueblo de Miravet, en la Ribera d'Ebre.

BarcelonaSegún datos de la Organización Mundial del Turismo, el número de turistas se ha duplicado casi en diez años. Cataluña no es en ningún caso una excepción. Los visitantes internacionales que ha habido durante la primera mitad del año evidencian que éste será un verano de récords, pero no en todo el país. Además de Barcelona, ​​tenemos la Costa Brava (desde Lloret de Mar hasta Llançà), la Costa Daurada (desde Salou hasta Deltebre) y el Vall d'Aran que se llevan buena parte de los beneficios que genera este sector, pero al mismo tiempo también sufren los aspectos negativos, como la masificación. Al otro lado, hay varias comarcas de la Catalunya interior que de turistas no ven casi ninguna y que todavía son espacios libres de aglomeraciones.

En Cataluña ahora mismo, como dice Albert Vancells, coordinador del grado de turismo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), se aprecian dos realidades claramente diferenciadas en cuanto al turismo: "Mientras que en Barcelona y otros lugares de cuesta sentimos ocupados nuestros espacios y vemos cómo nuestra vida habitual –ir a buscar a los niños a la escuela, ir al médico oa comprar– se hace cada vez más difícil porque el espacio está colapsado", hay zonas, como Les Garrigues o el Pla d'Urgell, que reciben un ínfimo 1,9% y 3,3%, respectivamente, de todos los turistas que llegan a Cataluña.

“La clave es encontrar un equilibrio. Apostar por un turismo sostenible en zonas poco explotadas, que en el caso de Cataluña se encuentran en el interior", asegura Pablo Díaz, profesor de los estudios de economía y empresa de la UOC experto en turismo. "Es necesario pensar en un modelo más sostenible a largo plazo para que el destino en cuestión preserve sus bellezas”, añade.

Si estás en la Cataluña que sufre la masificación del turismo y siente la necesidad de escapar y salir en busca de la tranquilidad perdida, le proponemos 8 lugares en las comarcas del país que reciben menos visitantes y que tienen atractivos naturales, paisajísticos, arquitectónicos, gastronómicos... Espacios donde recuperar la calma y dejar el estrés a un lado.

Parques y bosques, patrimonio cultural y pueblos con mucho encanto. Éstos son algunos de los lugares de visita obligada en las comarcas con menos turismo

1.

Les Garrigues

La comarca menos masificada

Cervià de les Garrigues es un municipio de la comarca de Les Garrigues.

Según la Agència Catalana de Turisme, esta comarca es la menos visitada por los turistas en Cataluña. Con tan sólo 171 plazas en alojamientos turísticos de las casi 610.000 del territorio catalán, ofrece desconexión asegurada. Tierra de construcciones de piedra seca y paisajes agrarios, conserva cuatro castillos de la época bajomedieval: en Albi, Arbeca, Floresta y Espluga Calba, y las pinturas rupestres de la Roca de los Moros, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco . También cuenta con el Museo del Aceite de Cataluña, ubicado en el corazón de la sede de la Cooperativa de la Granadella. Degustar el aceite o los vinos de los distintos molinos y bodegas de la zona es una actividad muy recomendable para desconectar.

2.

Estanque de Ivars y Vila-Sana

Un oasis en medio de la Plana d'Urgell

El lago de Ivars y Vila-sana, en el Pla d'Urgell.

Se trata de una de las zonas húmedas de agua dulce más importantes de Cataluña, con una enorme diversidad biológica. Este estanque está en un pequeño oasis en medio de los campos de secano y regadío del Pla d'Urgell, la segunda comarca con menos turismo en nuestra casa. A pie o en bicicleta, se puede dar un paseo en todo el estanque a partir de una ruta circular de unos seis kilómetros con miradores, puntos de observación de pájaros y acechos. También se puede hacer una parada en Cal Sinén, una antigua masía situada en un lugar privilegiado desde donde observar todo el estanque y donde se ofrecen visitas guiadas y se venden productos de proximidad.

3.

Guimerá

El pueblo medieval con más encanto del Urgell

El pueblo de Guimerà.

Urgell es la tercera comarca con menos turistas a pesar de contar con uno de los pueblos medievales con más encanto de Cataluña: Guimerà. Pasear por esta villa de menos de trescientos habitantes llena de arcadas, calles porticadas y portaladas permite revivir tiempos lejanos y viajar atrás hasta el siglo X. Uno de los rasgos distintivos de Guimerà es el mercado medieval que se celebra durante el mes de agosto. Aún así, si lo que se busca es evitar visitantes, mejor ir en otras fechas.

4.

La Catedral del Vino de Nulles

Modernismo en el Alt Camp

El Alt Camp, la cuarta comarca menos visitada, cuenta con una importante concentración de bodegas modernistas de Cataluña. Cèsar Martinell, Pere Domènech i Roura y otros arquitectos construyeron las llamadas catedrales del vino con el fin de dar un empujón a la modernización de la agricultura y de la técnica de la elaboración de este producto. En Nulles, además de poder realizar un recorrido por la historia de la Catedral del Vino, donde se elaboran los vinos y cavas Adernats, también hay otras cavas y bodegas familiares para visitar y varias rutas para hacer a pie o en bicicleta por llegar al yacimiento íbero de Rabassats.

5.

La artesanía de Miravet

La joya de la Ribera de Ebro

Miravet, en la Ribera de Ebro.

Miravet, situado en la quinta comarca con menos visitantes, es conocido por su tradición ceramista. Municipio declarado como Zona de Interés Artesanal por la Generalitat de Catalunya, el arrabal de Els Canterers, donde se concentran los artesanos que modelan el barro en el turno, es de visita obligada. Aparte, el castillo es el elemento arquitectónico más destacado del municipio. La visita permite volver a la época en la que era la capital templaria de Cataluña.

6.

El castillo de Granera

Un rincón privilegiado en el Moianès

El castillo de Granera.

El Moianès es la sexta comarca con menos turistas de Cataluña, aunque tiene paisajes y rincones que merecen mucho la pena. Si tiene ganas de huir de las multitudes, bajar el ritmo y disfrutar de la tranquilidad, puede ir al pueblo más pequeño de esta región: Granera, que está rodeado de un paisaje fantástico y desde donde tiene unas vistas privilegiadas de Montserrat y Sant Llorenç del Munt. El pueblo, aunque pequeño, tiene un castillo que vale la pena. Se trata de una construcción que data del siglo X y que está bastante conservada, con la gracia de que tiene un perímetro que se adapta a la forma rocosa de la colina sobre la que está situado.

7.

El Valle de Lord

El encanto del norte del Solsonès

El Valle de Lord.

Si lo que desea es sentirse más cerca del cielo que de la tierra, rodeados sólo del ruido del viento, los árboles y los ríos, debe ir hasta el Valle de Lord, que tiene el mérito de ser una de las más cerradas del país, con apenas diez kilómetros pero con grandes desniveles. Esta singularidad hace que exista una gran variedad de flora y fauna en sus bosques y ríos. Situada al norte de la comarca del Solsonès, una de las que todavía cuenta con pocos turistas, comprende los municipios de Sant Llorenç de Morunys, la Coma y la Pedra y Guixers, pueblos que conservan el encanto histórico y patrimonio arquitectónico que merecen la pena conocer.

8.

La Fontcalda

Un paraíso escondido en la Terra Alta

Cerca de Gandesa, en la Terra Alta, se encuentra este pequeño desfiladero con charcos y piscinas naturales con aguas provenientes de una fuente termal de agua caliente (28 °C de media) para disfrutar de la naturaleza y la tranquilidad con toda la familia. Situado entre los límites municipales de Gandesa y Prat de Comte, para llegar hay que dejar atrás la estación de Prat de Comte y al salir de un túnel a mano derecha seguir el camino por donde se desciende a este refugio natural. Una vez abajo, se encuentra el río Canaletes, ideal para refrescarse durante el verano.

La Fontcalda.
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