¿Podría gastarme ese dinero en algo más útil? Cómo evitar caer en las compras compulsivas
Hablamos con expertos sobre cómo gestionar de forma inteligente la llegada de las rebajas después de las fiestas
BarcelonaTras dejar atrás semanas de excesos, ahora volvemos a la rutina pero con una novedad que se repite cada año: las rebajas. Cuando se trata de consumir, parece que nunca hay freno. Aunque muchos de nosotros somos conscientes de que nuestra cuenta corriente nos pide un descanso después de fiestas, la perspectiva de conseguir productos en oferta es una tentación a menudo difícil de evitar. Y el mercado del consumo lo sabe: pocas cosas nos generan tanta satisfacción como comprar. Son muchos los estudios que aseguran que, al comprar algo para nosotros o para otra persona, se activa nuestro sistema de recompensa del cerebro y se libera dopamina, un neurotransmisor que nos produce placer y satisfacción. Esto explicaría por qué tantas personas encuentran en comprar una vía de escape emocional, sobre todo en momentos de estrés o tristeza.
Además, este placer no sólo se limita al instante de la compra, sino que pensar que en un futuro la harás o que tendrás determinada experiencia también provoca un estado de bienestar, lo que se conoce como la gratificación anticipada. No es de extrañar, pues, que con la llegada de las rebajas, marcas y negocios jueguen todas sus cartas para conseguir el máximo de consumidores posible.
"Se juega mucho con el sesgo de la prisa: da la sensación de que, si no lo compras ahora mismo, perderás la oportunidad", explica Albert Vinyals, docente universitario y experto en psicología del consumo y neuromarketing. utilizada en las plataformas de comercio online, donde te piden que tomes decisiones de forma precipitada y te provocan la sensación de escasez. nunca", nos insinúan, a menudo de forma agresiva. "Todo nos despierta nuestra parte más instintiva de supervivencia y hacen que se active antes la parte emocional del cerebro que la de la razón, que es la que nos permite elegir ", explica Vinyals.
Rebajas todo el año
Según Webloyalty, multinacional de customer engagement, durante las rebajas de enero del pasado año los usuarios del Estado gastaron una media de 233 euros en el comercio online, 22% más que el año anterior. La máquina es imparable, se ve en reportajes como Compra ahora: la conspiración consumista (Netflix), donde desfilan una sucesión de imágenes desbordantes de paquetes de Amazon o Shein llegando a las casas sin descanso. "Los humanos no soportamos la sensación de poder perder algo y nos sentimos con la presión de consumir si vemos que algo que valía cien euros ahora está rebajado un 40%", continúa Vinyals, que recomienda siempre desatar este descuento: "No has pensar que estás dejando de perder 40 euros, sino que te estás gastando 60 euros". Para él, las rebajas siempre han tenido sentido si existe un producto que se ha estado buscando y que te has esperado para tener a un precio reducido. "Antes esperabas para ir a comprar ropa a las rebajas. Ahora, en cambio, compramos ropa una media de doce veces al año, y cada vez salimos con más de una prenda", alerta.
Prácticamente, cada mes está lo que Vinyals considera una "fiesta del consumo": Black Friday, Navidad, rebajas, San Valentín... Son inventos que crean los negocios para ir incentivando el consumo: "Estamos sobreequipados, y como lo tenemos todo para sobrevivir, el mercado debe ir despertando nuevos deseos y necesidades", continúa el experto.
En todo ese entramado, España es uno de los países más consumidores de Europa. Un dato que, según Vinyals, se explica por distintos factores. Uno es por nuestra entrada en la sociedad de consumo, que se produjo casi veinte años más tarde que nuestros vecinos europeos a causa de la dictadura. "No habíamos entrado antes, pero sí lo habíamos visto en las películas y con los turistas, con la ropa y los coches que llevaban", continúa Vinyals. Estas ganas de querer entrar en este mundo, sumado a la cultura dominante "donde se valora mucho la imagen hacia afuera y cómo nos mostramos", ha hecho, según el experto, que hoy seamos uno de los países más consumistas del continente europeo.
Consumo compulsivo
Sin embargo, uno de los problemas es cuando las compras compulsivas dejan de ser espontáneas para pasar a ser un trastorno más grave. Según el Consejo General de la Psicología en España, un 5% de la población experimenta comportamientos de compra compulsiva, que se caracterizan por mostrar una incapacidad para controlar los impulsos a la hora de consumir, y entrar en un círculo vicioso de satisfacción y malestar .
Hay personas que tienen mayor tendencia o son más vulnerables que otras. Un caso serían las emocionalmente más sensibles que "buscan en las compras una forma de regular sus emociones negativas como el estrés o la tristeza", explican desde Unobravo, un servicio de psicología online que cuenta con más de seis mil psicólogos. Otro perfil es el de los perfeccionistas, que tienden a gastar en exceso "para cumplir con los estándares autoimpuestos o expectativas sociales", continúan. Una situación que a menudo les conduce a la frustración cuando no logran alcanzar estos objetivos. También son vulnerables todos los jóvenes hiperconectados que están constantemente expuestos a ofertas y estímulos del marketing digital. Y, finalmente, también se encontrarían a las familias con presupuestos ajustados que "enfrentan una presión añadida al intentar equilibrar con recursos limitados sus deseos y necesidades", afirman desde la plataforma.
Por todo ello, los expertos consideran que es fundamental identificar las emociones que nos impulsan a consumir y buscar otras formas de poder generar bienestar emocional sin tener que gastarse el dinero. Y, en caso de detectarse un malestar recurrente, con la aparición de ansiedad, problemas económicos o conflictos con amigos o familia, siempre es conveniente buscar terapia psicológica.
Una de las personas que ayudan a tratar las compras compulsivas es la psicóloga sanitaria Cristina Centeno, que ofrece una serie de recomendaciones a la hora de ir de compras, como realizar un buen seguimiento de los gastos mensuales para evitar el descontrol. "Cuando salgas a comprar, haz una lista de la compra e intenta ajustarte a lo escrito", aconseja Centeno, que siempre anima a ignorar los descuentos en épocas de rebajas. "Reflexiona sobre el precio real e intenta pensar en términos prácticos antes de tomar la decisión de comprar: ¿cuánto debo trabajar para pagar lo que cuesta este móvil nuevo? ¿Podría gastarme ese dinero en algo más útil o importante? ¿Cuántas veces lo ¿utilizaré?", reflexiona.
Por otra parte, la psicóloga también nos invita a dejar las tarjetas de crédito y débito en casa e intentar pagar con efectivo. "Cuando ves que el dinero desaparece de verdad de la cartera, es más difícil justificar las compras innecesarias", asegura. Otro factor importante es evitar las compras online y desplazarse siempre hasta la tienda, sobre todo a pie o en transporte público, así se evita la posibilidad de ir cargado de bolsas.
También recomienda evitar salir de compras en momentos en los que estás triste, desanimado o eufórico. "Investiga y documéntate bien por internet antes de hacer cualquier compra y después consulta la decisión con la almohada", continúa Centeno, que remarca cómo, cuando nos gastamos dinero para combatir el estrés, en realidad estamos añadiendo más culpa, arrepentimiento y desbordamiento emocional en el momento en que somos conscientes de los gastos extra que hemos hecho.
"No podemos atacar a los sentimientos negativos con acciones negativas", remarca. En su lugar, nos anima a realizar otras actividades más positivas y constructivas, como salir a pasear, hacer deporte o quedar con los amigos. "Invertir en vivencias compartidas reporta más placer a medio y largo plazo que comprar productos o ropa", concluye.