¿Vestir a la moda? TikTok sabe cómo hacerlo
La red social se ha convertido en la gran impulsora de tendencias que atraen a los jóvenes
BarcelonaVestir con americanas, tejanos acampanados o minifaldas ya no es rompedor. En cambio, si lo combinas con un corsé exterior y unas bailarinas que recuerdan a las que lucía Natalie Portman en el thriller psicológico Black swan, ya es otra cosa: vas a la moda. Como el estilo hegemónico popularizado durante los años 60, 70 o 80 ya forma parte de nuestra indumentaria habitual, necesitamos elementos innovadores que nos permitan sentir que, aparte de revisitar las tendencias pasadas, también estamos generando nuevas. Redes sociales como TikTok o Instagram amparan este fenómeno y se encargan de popularizar estilos y predecir tendencias basadas tanto en la opinión de los usuarios como en la cultura pop que los rodea: el vestuario de películas o series, pasarelas, looks de celebrities, etc. Solo hace falta que se popularice una serie ambientada en la época victoriana –como es el caso de Los Bridgerton– para que aquella estética concreta se vuelva a poner de moda.
Bautizadas con nombres como regencycore, cottagecore o balletcore, en TikTok encontramos ahora estas tendencias en las que predomina la nostalgia femenina y la romantización de épocas pasadas, ya sea la década de los 70 o el año 2015. La experta en tendencias y moda juvenil Anna Pompilio lo vincula a la incertidumbre que nos acompaña desde el inicio de la pandemia: “Estos dos últimos años han estado llenos de precariedad y dudas, por eso vemos cómo los jóvenes buscan estéticas que les resulten cómodas y les permitan escapar de la ansiedad cotidiana”.
Microtendencias efímeras
TikTok es una herramienta digital aceleradora del consumo que se ha convertido en el lugar perfecto para que se generen y habiten las tendencias. “Como en esta aplicación constantemente se promueve la novedad, es muy difícil que las modas se establezcan y se estabilicen, porque el mercado está siempre cambiando”, apunta Isa Uribé, consultora de moda y profesora de tendencias y estilismo en el IED. Esto provoca una reducción de la duración de las tendencias, ahora consideradas microtendencias, que viven entre 1 y 5 meses y mutan en función de los discursos online predominantes. Esta efervescencia alimenta un consumo masivo y muy poco sostenible al que todo el mundo tiene acceso de manera fácil y rápida. Tal como apunta Rebecca Jennings, periodista especializada en creación de contenido online, “las redes sociales han permitido que gente completamente desvinculada del sector pueda determinar nuevas modas obviando los emisores tradicionales de tendencias”. La accesibilidad y el algoritmo de TikTok desplazan la hegemonía comunicativa de medios como las revistas de moda y abren la puerta a millones de personas que, desde cualquier lugar, calibran y predicen microtendencias con la credibilidad que la viralidad de su contenido les otorga. Sin embargo, Jennings también hace referencia al efecto contrario causado por esta inmediatez: “La tendencia en cuestión se explota con tanta intensidad y aparece en tantos vídeos que rápidamente se satura. Aquello que hacía dos semanas era completamente nuevo ahora ya lo hemos visto en todos los perfiles de TikTok y ya no me interesa vestirlo”. Tenemos ejemplos a tutiplén: el vestido verde de la celebrity Kendall Jenner, la balaclava, los anillos de plástico, los tops de crochet o las bolsas peludas.
Un discurso más juvenil
La capacidad de buscar inspiración estilística más allá del entorno inmediato es lo que ha acercado la moda a un público más joven. Las microtendencias que más triunfan a menudo se las bautiza con el nombre del estilo en cuestión (como por ejemplo ballet) y se les añade la palabra inglesa core, que hace referencia a la nostalgia de esta moda ya pasada. Obtenemos así la palabra compuesta: balletcore. En la mayoría de los casos se trata de una adaptación de las tendencias de décadas anteriores, pero actualizadas al contexto de los jóvenes de ahora. “No es que volvamos al pasado y lo reinterpretemos, sino que las nuevas generaciones parten de un background completamente diferente y, bajo su prisma, las tendencias parecen nuevas”, detalla Uribé. La difusión inmediata de la aplicación provoca que, después de que una pieza se convierta en tendencia, todo el mundo hable de ella durante un periodo de tiempo muy corto e intenso.
A pesar de la coalición de tendencias que nacen y mueren en TikTok, Jennings rehúye de las conclusiones simplistas y remarca que “el hecho de que los jóvenes dominen TikTok no implica que la aplicación decida qué está de moda y qué no”. Precisamente porque no parten del mismo contexto que las generaciones más adultas, todo lo que se enseña tiene regusto de novedad. Es un contenido que se genera y se quema en un periodo de tiempo muy reducido y que encaja a la perfección con el modus operandi de la aplicación y del sistema. “Seguir la estética del momento es sinónimo de consumir masivamente”, apunta Pompilio, que también confía en el vínculo existente entre algunas de las microtendencias y la nostalgia: “Hay tiktokers que animan a la gente a comprar vintage o que incluso ofrecen tutoriales paso a paso sobre cómo crear piezas a mano. Por un lado, se estimula el fast fashion y las tendencias efímeras, pero por el otro se presentan alternativas como la media o la costura en casa”. Tanto si se trata de una cosa como de la otra, las tendencias se extienden más allá de la propia indumentaria y se involucran en el estilo de vida del momento. Se contraponen y se solapan, incluso se contradicen, pero al fin y al cabo son el reflejo de un pasado que ya existió y que ahora se quiere volver a vestir bajo los parámetros de la juventud actual.
Microtendencias de TikTok para este 2022
- Regencycore: tendencia inspirada en el vestuario de los Bridgerton que hemos trasladado a nuestra cotidianidad. Consiste en mezclar piezas de aires victorianos con ropa interior como corsés, lencería, blondas…
- Estética Twee: de finales de los 2000, esta estética es una ramificación del estilo hipster e indie y lo protagonizan vestidos de línea A, los zapatos de estilo Mary Jane o las medias de colores. En definitiva, cualquier pieza que llevase Zooey Deschanel o los personajes de las películas de Wes Anderson.
- Balletcore: lo que conocíamos con el nombre de athleisure (ropa de deporte elevada a un punto más estiloso) ha evolucionado hacia la estética del ballet. Se desvincula de sus orígenes más oscuros y presenta piezas tradicionalmente asociadas a la danza clásica para cualquier cuerpo.