Hong Kong, la ciudad en la que puedes enamorarte en unas escaleras mecánicas
BarcelonaHay una sensación magnífica: sentirse en un filme. Puede parecer algo infantil, todo. ¿Pero qué sería de la vida sin comportarse como niños o adolescentes? A muchas personas nos ocurre que, si visitamos Hong Kong, sentimos que estamos dentro de un filme de Wong Kar Wai. Aunque In the mood for love es mi favorito, visitando la ciudad por primera vez me sentí más dentro de Chungking Express por una razón sencilla: el primero nos habla de un Hong Kong medio desaparecido y el otro es más actual.
La ciudad respira cine. Encontras la magnífica Cinemateca Broadway en un edificio moderno en la parte continental. En la isla de Hong Kong se encuentra el Archivo de Cine local, donde puedes ver algunos trajes utilizados por actrices y actores del director que volvió a situar a Hong Kong en el centro del mundo del cine. Una ciudad especial, única, independiente sin embargo, capaz de crear lenguajes cinematográficos propios. A pesar de la voluntad de las autoridades chinas que Hong Kong vaya integrándose en el resto del país, sigue siendo tan independiente como algunos de los actores de Chungking Express.
Si no ha visto el filme, se trata de dos historias cruzadas. La primera con un policía y una contrabandista misteriosa. La segunda pasa en torno a un restaurante de comida callejera donde una camarera conseguirá cambiar la vida de un hombre con el corazón roto. Para mí, Hong Kong era como el personaje de la camarera interpretado por una magnífica Faye Wong. ¿Sabéis aquellas personas que nunca acabas de entender, pero que te caen bien? La ciudad sería así. Sucia y caótica, occidental y oriental, tradicional y moderna. Por eso quería ir al Midnight Express, el restaurante donde la camarera hace sonar el California Dreamin' de The Mamas & the Papas y el Dreams de The Cranberries, con versión cantonesa. Hay que ir a la esquina de las Aguilar y Wellington. Esto me encanta, de Hong Kong: indicaciones en cantonés para ir a calles con nombres europeos.
Pero el área es digna de visitar. No hay ninguna atracción turística, sólo mucha vida. Se sientas en unas sillas de plástico con comida casera y miras todo lo que pasa. La señora mayor haciendo taichí, los jóvenes jugando con los teléfonos, los trabajadores con camiseta imperio gritando. Y así puedes ir andando hasta las escaleras mecánicas de Central-Mid-Levels, que permiten a la gente subirse hacia los barrios más verticales. Aquellos donde el policía del filme ve a la azafata de vuelo de quien se enamora, vestida con el uniforme. Más de 800 metros de escaleras cubiertas, una obra de ingeniería que no escapó de la mirada de Wong Kar Wai, que sabe hacer hermosos escenarios que quizás otros consideran vulgares. No hace falta juzgarla severamente, esa ciudad donde las cosas nuevas conviven con las viejas. Hay que hacer como con los personajes del filme: te los miras fascinante, sin saber adónde te llevará todo.
Recomendación para viajar a Hong Kong
Film: Chungking Express
Autor: Wong Kar-Wai
Año: 1994