El mejor guía para conocer Roma es un bandarra
BarcelonaNo puedo ser objetivo al hablar de Roma. Amo a esta ciudad. Muchos filmes nos han acercado a la ciudad eterna, de Fellini a Pasolini, de Rossellini a Wylder. Pero el homenaje que le hizo en el 2013 Paolo Sorrentino con La Grande Bellezza me parece difícil superar. Tampoco pienso ser objetivo cuando se habla de esa obra. Un filme hecho curiosamente por un napolitano que ha vivido muchos años en Roma. Quizás así podía conocer tan bien la ciudad, pero también mantener algo de distancia emocional para retratarla como lo hizo.
No somos Jep Gambardella, el protagonista del filme, ni tenemos su dinero para vivir en el ático con vistas al Coliseo donde vive él. Pero podemos andar por la Roma sorrentiniana sin rascarnos demasiado el bolsillo empezando precisamente por la Piazza del Colosseo número 9, donde se ubica el piso del protagonista de la peli. Qué ático y qué vistas. Ojalá pueda ser Gambardella, a pesar de ser un personaje antipático, impresentable y bandarra. Un personaje que, sin embargo, seduce, como lo hace Roma. Ciudad que puede ser antipática, impresentable y bandarra. Porque la gracia de Roma es ese extraño equilibrio entre belleza y fealdad, entre la paz y el caos, entre ser una de las ciudades más pecadoras y tener dentro la ciudad santa del Vaticano. Una capital de frailes e iglesias, de borracheras y drogas, como explica el periodista Nicola Lagioia en su magnífico libro La ciudad de los vivos.
Gambardella es el mejor guía para conocer Roma, ya que camina con pausa, a veces cuando sale el sol junto al Tíber y las calles quedan vacías. Y Roma hay que andarla sin prisa. Sorrentino rodó el filme en espacios preciosos que no todos los turistas pisan, ya que estos ya tienen suficiente trabajo en el Vaticano, los Foros Imperiales, la Fontana de Trevi o el Panteón. Pero Roma tiene tanta belleza escondida que el filme nos lleva a lugares menos visitados como los Palacios Sacchetti o el Braschi. O el Palazzo Brancaccio, donde sitúan la escena de las inyecciones de bótox. El filme permite pasear por la Piazza Navona y mirar la ventana junto a uno de los campanarios de la iglesia de Sant'Agnèse in Agone, ir al Parque de los Acueductos al sur de la ciudad o subir al Gianicolo, donde comienza el filme, a los pies de la estatua de Garibaldi, donde está escrito el lema.
Roma es hermosa y decadente, como los protagonistas del filme. Una ciudad víctima de tener un pasado glorioso, como los protagonistas. Roma es un buen lugar para esperar el fin del mundo, como decía Federico Fellini, paseando por las Termas de Caracala donde en el filme desaparecen jirafas, admirando obras de Bernini y Borromini o soltándose en fiestas como la del inicio del filme, aquella bajo un gran cartel de Martini. Una fiesta situada en el número 5 de Via Bissolati. Pero la puerta la encontrará cerrada. No todos podemos ser Gambardella. Tampoco encontrará el cartel de Martini. En el 2019 le quitaron.
Recomendación para viajar a Roma.
Film: La Grande Bellezza
Director: Paolo Sorrentino
Año: 2013