Viajes

De viaje por la Europa más desconocida (y barata)

Rumania, Albania y Georgia son tres destinos que esconden paisajes inexplorados y permiten viajar sin necesidad de rascarse demasiado el bolsillo

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), la industria turística internacional recuperará durante 2024 los niveles registrados antes de la pandemia y varios países del Viejo Continente lideran el podio de los destinos más visitados a nivel mundial. España, Italia, Francia, Grecia, Austria, Alemania y Croacia son los países más populares, ya que poseen una lista larga de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son considerados seguros y cuentan con clima agradable para pasar las vacaciones. Sin embargo, Europa esconde otros territorios inexplorados que nos permiten realizar viajes relajados, en los que podemos visitar la cultura y la naturaleza sin grandes masificaciones y sin gastarnos mucho dinero.

Tres de estos lugares son Rumanía, Albania y Georgia, que ofrecen la posibilidad de vivir experiencias auténticas con una excelente relación calidad-precio, lo que les convierte en una opción perfecta para una amplia gama de viajeros, desde mochileros hasta a personas que buscan un lujo asequible. Éstas son las paradas imprescindibles de cada región para sacar el máximo jugo.

Albania, una joya balcánica inexplorada

Albania es un paraíso natural poco conocido por los turistas europeos aunque no tiene nada que envidiar a Grecia o Croacia. Sus playas, ciudades y bosques han permitido bautizar a este país como la joya escondida de los Balcanes.

Cargando
No hay anuncios
  • La ciudad de las mil ventanas

Berat es la ciudad más bonita y antigua del país. Se encuentra en el interior y sus calles han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. La mayoría de guías recomiendan pasar por lo menos una noche para poder ver las calles iluminadas. Conocida como la "ciudad de las mil ventanas", el casco antiguo del municipio está formado por los barrios de Mangalem, Gorica y Kalaja, ejemplos perfectamente conservados de urbanismo y arquitectura otomana y bizantina.

  • Un pozo natural de una profundidad inmedible

Syri y Kaltër [ojo azul], cerca del pueblo de Muzinë, es un fenómeno natural único. Se trata del agua de agua del río Bistricë, de 25 kilómetros de largo, de tonalidades verdes y azules. El azul tan intenso de las aguas de este pozo natural es el que le da su nombre, ya que es muy parecido a un iris.

Cargando
No hay anuncios
  • Balnearios naturales y gratuitos

Uno de los lugares más fotogénicos del país se encuentra en el sur, cerca de Gjirokastër. Las termas de Banjat e Benjës permiten relajarse en aguas termales naturales y son una de las visitas más interesantes para los turistas en invierno. Sin embargo, cualquiera que sea la época del año en que se visitan, ofrecen unas vistas inmejorables y se puede hacer una excursión a este balneario al aire libre o adentrarse en las montañas y descubrir las cataratas del río Lengarica. Allí se levanta el puente otomano de Kadiut, construido en la Edad Media, que ha permitido atravesar el río durante siglos.

  • La costa albanesa: un espacio que merece la pena descubrir
Cargando
No hay anuncios

Mientras que el norte del país destaca por sus montañas, la parte más meridional invita a rendirse frente a playas paradisíacas. La playa más conocida es la de Ksamil, frente a la isla de Corfú, aunque no es la más recomendable. Para los amantes de la tranquilidad, la playa de Borsh es más larga y no está tan masificada. Otra opción es Porto Palermo, una preciosa cala de aguas cristalinas. Para quienes se decantan por la vida nocturna, Sarandë es una buena opción: esta ciudad ofrece una panorámica de la ciudad y de la costa, además de muchas actividades de ocio.

  • Tierra de yacimientos

La arqueología puede ser otra motivación para viajar a Albania. Las históricas regiones de Iliria, de Epiro y Macedonia tenían parte de sus dominios en las actuales fronteras. La Vía Egnatia conectaba las dos capitales imperiales, Roma y Constantinopla, con ciudades en medio como Butrote. Destacan los Parques Arqueológicos de Apolonia, el anfiteatro de Durrës, las tumbas de Selca o el recinto arqueológico de Amantia con sus templos, el teatro y el anfiteatro.

Rumania, mucho más que castillos

El país de la Transilvania del conde Drácula tiene mucho que ofrecer. La naturaleza de Rumanía es uno de los grandes secretos de Europa, así como sus pueblos y ciudades, aún con una marcada esencia de la época comunista.

Cargando
No hay anuncios
  • Bucarest, un París en la Europa del Este

Una ruta por Rumanía tiene Bucarest como parada imprescindible. La capital del país es conocida como la París del Este, pero ese nombre no hace justicia a la personalidad propia de la ciudad. Una parada obligatoria es el monasterio de Stavropoleos, una joya bizantina en medio del centro histórico. También es recomendable adentrarse en el pasado de la ciudad visitando el Museo de Historia Nacional, la galería Macca Vilacrosse y el edificio de la Banca Nacional de Rumanía. Así como el Parlamento y la plaza de la Revolución, que permiten descubrir todas las caras de la capital rumana.

  • Ruta de postal

Sí, Rumanía es mucho más que castillos, pero es obligatorio realizar un recorrido por las fortalezas para ver los paisajes de Transilvania. Los más sorprendentes son el castillo de Peles (Sinaia), el castillo de Bran (donde vivió Vlad III, el personaje que inspiró al conde Drácula) y la fortaleza de Rasnov.

Cargando
No hay anuncios
  • La carretera más bonita del mundo

Transfagarasan une las regiones de Transilvania y Valaquia, y durante sus 100 kilómetros se reafirma como una de las carreteras más despampanantes del mundo. Entre sus curvas se llega a más de 2.000 metros de altitud: la vista es espectacular.

Georgia: historia y paisajes preciosos

Con una cultura rica y paisajes espectaculares, Georgia es un tesoro de la región del Cáucaso que espera ser descubierto.

Cargando
No hay anuncios
  • Un escenario de película: inhóspito pero maravilloso

Una de las excursiones obligatorias es la que recorre el valle de Truso. Se puede pasar la noche en la zona y dormir rodeados de montañas con la única compañía del pueblo de Abano y sus seis o siete casas. Muy cerca se encuentra la iglesia de la Trinidad de Guergueti: la postal más conocida de Georgia porque dibuja un monasterio construido en un escenario épico. Terminar el día en el glaciar Guergueti, aunque no es una caminata fácil, deja una vista increíble grabada en la mente.

  • Tres ciudades perfectas tanto para historiadores como para aventureros

En un día se puede realizar ruta por Gori, donde nació Stalin. Esta villa industrial de edificios soviéticos tiene su casa-museo y permite adentrarse en la historia de Georgia. A sólo 20 minutos en coche se ubica uno de los lugares más sorprendentes del país: Uplistsikhe o la ciudad cueva, uno de los asentamientos urbanos más antiguos de Georgia. La última parada se puede realizar en Mtskhetha, que en 2014 fue declarada la ciudad santa de la Iglesia ortodoxa de Georgia.

Cargando
No hay anuncios
  • El Cáucaso georgiano, visita obligatoria

Las montañas de Kazbegi forman parte de las vistas más espectaculares y más accesibles del Cáucaso georgiano. Kazbegi, un pueblo que limita con Rusia, ofrece alojamientos turísticos desde donde realizar excursiones. Sin embargo, sólo se recomienda subir al monte Kazbek a los alpinistas profesionales, ya que tiene más de 5.000 metros.