Violencia sexual

El cantante R. Kelly, condenado a 30 años de prisión por abusos y tráfico sexual

La estrella del 'rhythm' blues' de los años noventa, conocido por temas como 'I believe I can fly', captaba a niños y niñas menores "para su gratificación sexual"

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R. Kelly en una imagen de archivo

BarcelonaEl cantante norteamericano R. Kelly ha sido condenado este miércoles en Nueva York a 30 años de prisión por crimen organizado y abuso y tráfico sexual, nueve meses después de que fuera declarado culpable en un proceso que se prolongó seis semanas y en el que décimas de personas atestiguaron contra él. La estrella del R&B de la década de los años noventa, el nombre completo del cual es Robert Sylvester Kelly y que ahora tiene 55 años, escuchó los testimonios de siete mujeres que, entre lágrimas, volvieron a recordar ante el cantante el sufrimiento y las consecuencias de los abusos a los cuales las sometió, según informaron medios locales. Entre estas mujeres estaba Lizzette Martínez, de 45 años, que aseguró en la sala que todavía seguía luchando contra los problemas mentales.

También compareció Angela, que dijo a R. Kelly –el cual no quiso tomar la palabra hasta que se pronunció la sentencia– que había usado su fama y su poder para "engañar y entrenar a niños y niñas menores de edad para su propia gratificación sexual". Pocas horas antes de la sesión, la jueza federal que preside el juicio, Ann Donnely, denegó una última moción hecha por la defensa del acusado que solicitaba la absolución del ganador de varios premios Grammy o la repetición del juicio.

En su escrito, la magistrada ha resumido que el acusado, "una estrella de la música internacional, ha sido acusado de usar su fama y su organización para atraer a jóvenes a relaciones sexuales abusivas en una empresa de crimen organizado que duró unos 25 años". Durante la lectura de la sentencia, Donnely ha insistido en que la gente tiene que ser protegida de comportamientos como los de la antigua estrella del R&B, intérprete de temas como I believe I can fly.

45 testigos y centenares de pruebas

A lo largo del proceso, la Fiscalía llamó al estrado a 45 testigos y presentó centenares de pruebas, incluidas pruebas escritas, grabadas en vídeo y grabadas en audio del abuso al que el acusado, con la ayuda de sus empleados y asociados, sometió a sus víctimas. Los fiscales habían solicitado a la jueza una sentencia superior a los 25 años y una multa entre 50.000 y 250.000 dólares “a la luz de la gravedad de los delitos, la necesidad de que sirva como disuasión y la necesidad de proteger al público de nuevos delitos del acusado", dijeron.

La defensa había pedido que no superara los diez años, alegando la "traumática infancia del acusado, incluidas las evidencias de una historia de abusos sexuales por parte de miembros de su familia y de no familiares". Una decena de testigos aseguraron durante el proceso haber sido objeto de abusos por parte de Kelly, mientras que otros detallaron un patrón continuo de abusos. Las mujeres describieron sobre el estrado una carismática celebridad que a menudo escogía a jóvenes víctimas que asistían a sus conciertos, a quienes a veces asaltaba sexualmente entre bastidores minutos después del acontecimiento.

Los testigos también revelaron abusos prolongados por parte de Kelly contra sus parejas, a quienes golpeaba y forzaba. Asimismo, controlaba cómo vestían, cuándo podían usar el lavabo o comer, cómo tenían que interactuar con otros hombres o si podían salir de las habitaciones de las residencias o de los hoteles donde las retenía. Además, destaparon que R. Kelly utilizaba toda una red de empleados para ayudarlo en sus esfuerzos de captar a chicas jóvenes, aislarlas e intimidarlas.

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