Corinna revela cómo Juan Carlos I le pidió matrimonio con un anillo "gigantesco" que ella procuraba no ponerse

BarcelonaLa tercera entrega del podcast con el que Corinna Larsen revela todo tipo de intimidades sobre su extinta relación con el rey emérito español Juan Carlos I se ha publicado hoy con un título provocador: Envidia. Bajo este epígrafe, una de las amantes del rey emérito de España más conocidas por su affaire explica que cuando llevaba cinco años de relación con el monarca este le hizo una propuesta que habría cambiado el panorama real español: le pidió matrimonio.

Según el testimonio de Larsen, Juan Carlos le envió una postal desde Miami en la que se podía ver el skyline de la ciudad y que fue el preludio de la pedida. "Ángel mío, cuento las horas y los segundos para verte, tenerte entre mis brazos, cuidarte, necesitarte, adorarte...", le escribió el monarca. La pedida, sin embargo, no se hizo hasta enero de 2009, cuando aquello para ella ya no era ninguna sorpresa, puesto que dos meses antes le había pedido la mano a su padre. "Era una esmeralda cortada en forma de diamante con dos diamantes de forma triangular en el lateral, un diseño de anillo de compromiso muy clásico. Una alianza de platino". Así describe Corinna en el podcast el anillo que él le regaló durante una cena íntima y que califica de "gigantesco".

"La conversación de «ojalá me pudiera casar contigo» empezó en 2005. Me encantaría hacerlo mañana", recuerda Corinna que le decía el entonces rey Juan Carlos, que finalmente no concretó la petición hasta que la relación "era completamente seria". "Obviamente, él continuaba casado y siempre me lo tomé como una señal de lo mucho que yo significaba para él. Diría que fue más simbólico que vinculante", dice la mujer de negocios alemana, que añade que el emérito incluso explicaba la petición de matrimonio a sus amigos. "Fui muy, muy discreta en público, solo lo sabían un pequeño número de personas en España, amigos íntimos del rey. Si teníamos una cena con sus amigos el fin de semana, entonces sí que me ponía el anillo. Él estaba muy orgulloso. Todas las esposas lo querían ver. No me lo ponía en reuniones que pudieran provocar rumores en el entorno de palacio", añade.

La "envidia" de Sofia

Corinna no se corta en su podcast a la hora de señalar la conducta agresiva de la reina Sofía en relación con ella desde el primer momento en el que empezó a relacionarse con el jefe de estado español. "Tenía un control total sobre Marta Gaià, creo que el hecho de que yo fuera internacional y no viviera allí porque viajaba de forma totalmente independiente por el mundo los desconcertó y los ponía tremendamente incómodos", asegura Corinna, que interpreta la situación del matrimonio de los reyes españoles como una ficción que se hundía sin freno. "Creo que fingieron durante años y, en mi humilde opinión, aquella fina capa de dulce armonía se estaba volviendo más y más delgada, mes a mes", relata la examante de Juan Carlos, que añade que entre las amantes que supuestamente ha tenido el monarca había "mujeres florero, que eran meros objetos de fantasía y pasión", y ella, que llegó a tener una situación más seria.

De la ira de Sofía contra Corinna hubo una primera evidencia el día que la alemana aceptó un tour por la Zarzuela ofrecido por el rey Juan Carlos y en el que estaba también invitado un director de orquesta amigo de ella. "Había oído hablar sobre lo hostil que podía llegar a ser la reina Sofía y lo obsesionada que estaba con esta relación [de Juan Carlos con Corinna]. Así que tenía bastante miedo de poner un pie en el palacio a menos que tuviera cien por cien seguro que la visita no interferiría con su presencia [de Sofía]. También por respeto, porque no quería montar ninguna escena", rememora Corinna, que añade que el rey le dijo que la reina no estaba en casa ese día.

Pero las garantías de Juan Carlos resultaron falsas. "Todo pasó en un segundo, las puertas se abrieron de golpe y la reina Sofía irrumpió en la habitación con cara de furia... Saludó a los invitados y después me señaló a mí", asegura la examante de Juan Carlos de Borbón, que concreta que la reina le dijo: "Sé quién eres". "El rey parecía totalmente desconcertado e incapaz de responder a la hostilidad que estaba teniendo lugar ante la mirada de otras personas. Fue una escena bastante vergonzosa para todos los que estábamos en aquella sala. Creo que no es una actitud digna para alguien de su edad. No era necesario, la verdad. Lo que provocó aquello es que sintiera todavía más lástima por ellos", explica Corinna, que añade: "Probablemente estaba defendiendo su territorio".

La venganza

El hecho de que Sofía fuera consciente de que Corinna no era solo una aventura más de su marido hizo que esperara su momento para vengarse. Como Corinna no volvió nunca más a la Zarzuela después del numerito, este momento se produjo en 2006, cuando Sofía se sumó al viaje que el rey hizo a Riad, la capital de Arabia Saudí, a última hora. Era un viaje al que Corinna también iba porque se tenía que cerrar un acuerdo para construir un tren en el desierto y ella colaboraba con el rey emérito en todas estas cuestiones. "Creo que en el último minuto ella se dio cuenta de que yo estaría, así que decidió añadirse al viaje", afirma Corinna, que asegura que su misión era firmar "uno de los acuerdos y contratos más importantes de España", un negocio que dice que finalmente no salió bien y que durante el viaje ella fue obligada a estar todo el rato alojada con los hombres y no con las mujeres, cosa inaudita en Arabia Saudí. Finalmente, después del viaje fallido, a Corinna se le impidió subir al avión de vuelta.

Volvió sola hasta Londres y pidió explicaciones a Juan Carlos, pero la única respuesta que supo dar el rey emérito fue encogerse de hombros. "Creo que [Sofía] se dio cuenta de todo el afecto que el rey sentía por mis hijos y, entonces, eso se tradujo en el hecho de que [los hijos de Corinna] empezaron a estar excluidos de las fiestas de aniversario de otros niños", relata la examante real, que explica que Sofía se preocupó de llamar a toda la aristocracia de Londres para que evitaran a Corinna. "Sentí una clara hostilidad por parte de la gente que llevaba a los niños al mismo colegio y esto me resultó bastante difícil de gestionar", lamenta Corinna.

Pero si de venganzas también va el capítulo, no es menor la que Corinna inflige al rey emérito cuando avanza que él le era infiel a ella en un momento muy complicado de su vida. Según declara, después de que ella pasara ocho meses cuidando a su padre porque estaba enfermo de un cáncer terminal, cuando se volvieron a ver con Juan Carlos I, este le reprochó que había estado muy poco disponible para él. "[Después del funeral de su padre, en Frankfurt] Cuando llegué a Madrid muy triste, el rey, en una conversación, menciona algo sobre que no había estado disponible durante aquellos ocho meses de la enfermedad de mi padre. Y que había estado viéndose con alguien más", dice Corinna, que da el nombre de la otra mujer: Sol Bacharach, con la que dice que entonces llevaba tres años. "Con el tiempo no solo tuve claro que estaba llevando una doble vida sino que llevaba una vida quíntuple", dice Corinna, que sobre su relación se pregunta: "¿Algo de todo aquello fue verdad o era todo un espectáculo?"