Isona Passola: "Con los hijos estás pouando la mejor agua que hay en tu pozo"

BarcelonaA la hora de elegir el verano de su vida, Isona Passola, productora de cine y presidenta del Ateneu Barcelonès, duda entre el 94 y el 2009. Tiene bien presente el verano de 2009, cuando rodaron Pan negro: "Un verano felicísimo. Era la primera vez que rodábamos una película en catalán con los medios que requería. Además, tuve el privilegio de compartirlo todo con un director tan genial como Agustí Villaronga". Recuerda que fue un verano con un importante componente emocional. Estaban más que preparados para llegar el momento de la verdad, el rodaje, con el equipo técnico y artístico a punto, y unos escenarios espectaculares.

Entonces Passola estaba convencida de que el resultado final sería excepcional porque en Pan negro todo el mundo lo había dado todo. Pasados los años, admite que no sólo fue un espejismo de verano, sino que el rodaje fue mucho más de lo esperado, una fiesta que les dio un montón de alegrías y que les hizo viajar por el mundo compartiendo la película y ganando premios: "Lo recuerdo con una luminosidad de alma y de compartir".

Compartir es esencial para ella. Seguramente por eso el verano del 94 es también de los mejores de su vida. Fue el de la llegada de su único hijo, que había sido una criatura muy deseada. "No sé qué es la felicidad si te la quedas para ti y no puedes compartirla". Juan, su hijo, fue una criatura plenamente compartida con la pareja y el entorno, las familias y los amigos. Pasaron medio verano en el Empordà con una parte de la familia y el resto con la otra. Todo el mundo estaba contento. Aquellos días recordaba a menudo lo que siempre decía su madre, que para ser felices deberíamos tener niños cerca. A pesar de ser los primeros días con la criatura, nunca tuvo la sensación de pesadez o esclavitud, al contrario, recuerda la alegría de verle con ellos y con toda la gente que ya la quería.

Asegura que ha hecho de todo, ha creado películas, ha sido profesora, ha montado asociaciones… pero que el acto creativo más importante de su vida ha sido observar esta personita, dejarla estar e ir aportando todo lo mejor de ella: "Con los hijos estás poniendo la mejor agua que hay en tu pozo". Le ha acompañado esta idea de contribuir a la creación de un ser humano, aportando lo mejor de ella, intentando transmitir un ideal, aunque después sea diferente a lo imaginado. Dice convencida de que la maternidad es fantástica. "Me emociono pensando en la alegría y el calor de ese verano, fue de una intimidad y una emoción profundísima", concluye.