El aniversario de Rosalía rodeada de famosos y con el deseo de nuevo año roto

BarcelonaLa dimensión de estrella internacional de Rosalía se ha confirmado, una vez más, con el poder de convocatoria de iconos de la industria de la moda, la música y el cine en su fiesta de cumpleaños. La noche lluviosa de un miércoles de finales de septiembre no ha impedido que se reunieran en un local de París decenas de celebridades para soplar las velas por los 32 años de la cantante catalana. Todos disfrutaron de la barra libre de merchandising de la nueva canción Omega –lanzada en exclusiva en el piromusical de la Merced–, pasteles, limones y cigarrillos.

La verdadera pasarela de París fue a la entrada y salida de un local de la capital francesa por el aniversario de la estrella de la música. La primera escena triunfal la protagonizó la propia Rosalía saliendo del Hotel Particulier, donde se aloja estos días. Con un vestido con cuerpo negro y ceñido tipo palabra de honor y una falda de volúmenes victorianos de tono marrón recibió a los fans que le esperaban en el exterior pese a la lluvia intensa. Entre los paraguas salió un pequeño pastel con una vela que Rosalía sopló y pese a la prisa por entrar dentro del coche que la llevaba en el local de la fiesta, agradeció el detalle con gestos grandilocuentes de ovación.

Ya en la puerta de la fiesta, la cantante se reunió con Ralphie Choo, el cantante con el que ha colaborado para el lanzamiento de la última canción, titulada Omega. A partir de su llegada, el desfile de caras conocidas no se hizo esperar. A la cita de famosos no faltaron su inseparable hermana y estilista, Pilar Vila, así como Kendall Jenner, cogida de la mano con la modelo Gigi Hadid; la también modelo Kylie Jenner, la actriz Anya Taylor-Joy e incluso también la que fue pareja de la anfitriona, la actriz Hunter Schafer. También lo hicieron las cantantes Camila Cabello, Tokischa y Bad Gyal. Pero mientras todas ellas buscaron las cámaras en la entrada de la fiesta, la presidenta no ejecutiva de Inditex Marta Ortega logró esquivarlas, si bien ha trascendido que estuvo entre las invitadas. Quien todo apunta a que ni las cámaras ni los asistentes vieron fue el protagonista de The bear, Jeremy Allen White, que desde el pasado mes de noviembre tiene una relación con la cantante de Sant Esteve Sesrovires.

Pero mientras la decoración recordaba cualquier película de finales del siglo XIX con alfombras persas, luces de araña y muebles de un modernismo temprano, Rosalía aportó el toque trash personal y lleno de alusiones a la nueva canción Omega. La cúspide de la fusión estética parisina y la esencia de la cantante se materializaron con el surtido de cigarrillos distribuidos por los tres pisos de bandejas, que dejaban atrás definitivamente su deseo de año nuevo de dejar de fumar para conservar su "voz de colibrí". También el pastel de estética dark con decoraciones que simulaban coral negro y las diferentes piezas de merchandising deOmega –desde cerillas a prendas– siguieron la misma línea de lo que todo apunta a que es una nueva era de Rosalía.

Bien entrada la noche, la cantante de Motomami se cambió el vestido para lucir un conjunto de camiseta blanca básica y una falda estilo globo de un tono crudo de la que caía un lazo gigante que arrastraba por el suelo. El diseño de la temporada primavera 2025 de Diesel pudo verse a altas horas de la madrugada cuando Rosalía, con claros síntomas de haber pasado una noche de emociones fuertes, salió del local tapada con un pelaje marrón y con un cigarrillo en la boca. Incluso entonces se detuvo a dedicar un cartel que llevaban un par de fans que esperaban en la puerta la salida de su admirada.