Verano

Así serán las primeras vacaciones de León XIV como Papa de Roma

El pontífice reanudará la costumbre de instalarse en Castel Gandolfo, donde tiene la residencia de verano, a la que Francisco nunca fue

El nuevo papa León XIV
J.C.
04/07/2025
3 min

BarcelonaDurante siglos, los papas escogieron el pueblo de Castel Gandolfo para pasar el verano porque era más fresco que la tórrida Roma. Lo primero que rompió esta tradición fue Francisco, pero parece que León XIV ha decidido reanudarla, algo que sus vecinos esperan con entusiasmo y curiosidad, al igual que los peregrinos que le seguirán, reactivando de nuevo el turismo y el comercio local.

Castel Gandolfo es un pueblo con unos 8.000 habitantes situado a unos 30 kilómetros al sur de Roma, en lo alto de un volcán extinguido, cuyo cráter acoge hoy las idílicas aguas del lago Albano. Su posición elevada hace que en verano sea más aireado y fresco que Roma. De hecho, las condiciones propicias para hacer vida ya se conocían hace dos mil años, cuando el emperador Domiciano construyó una inmensa villa de reposo. Los papas llegaron mucho después, a partir del siglo XVII.

Un palacio del siglo XVII

Los dominios pontificios comienzan con el Palacio Papal, inaugurado por Urbano VIII en 1626, que ofrece una vista impresionante del lago, pero que también cuenta con dos observatorios astronómicos y un extenso jardín con varios palacetes en su interior. El palacio de Castel Gandolfo es clave en la larga historia de los papas, hasta el punto de que se encuentra bajo jurisdicción de la Santa Sede. Murieron Pío XII y Pablo VI; se dio refugio a personas durante la Segunda Guerra Mundial; Juan Pablo II le consideraba un segundo Vaticano y, desde su balcón, Benedicto XVI se despidió del mundo en su insólita renuncia.

La elección de Francisco en el 2013 interrumpió esta tradición, porque el pontífice argentino prefirió pasar el verano en su residencia habitual, la Casa Santa Marta. Quizá por eso decidió abrir el palacio al público como museo, así como los jardines, que sólo visitó una vez a lo largo de su papado, en marzo de 2013, para saludar a Ratzinger.

La llegada de León XIV

Ahora, el nuevo Papa de Roma ha optado por reanudar la tradición previa a Francisco. Desde el domingo hasta el 20 de julio, León XIV se instalará en Castel Gandolfo, aunque residirá en la Villa Barberini y no en el palacio, que sigue siendo un museo para respetar este legado de Francisco. El pontífice podrá descansar entre los altos muros de la villa, que garantizan una total privacidad, pasear por sus frondosos jardines o nadar en su piscina, porque es bien conocida su pasión por el deporte.

Sus apariciones públicas confirmadas para el verano, además, son pocas. El 13 de julio está previsto que oficie una misa en la iglesia del pueblo, una pequeña joya barroca obra de Bernini. El día 20 pasará por la población vecina de Albano y después irá al Vaticano, antes de regresar a su casa de verano para la festividad de agosto.

Una estancia muy bien recibida

El Maurizio regenta una tienda de recuerdos justo frente al Palau Papal. "Hay mucho alboroto porque llevamos trece años esperando el regreso de un Papa", reconoce el comerciante en unas declaraciones recogidas por Efe. Naturalmente, los pontífices también han sido una bendición para el comercio local. En el centro hay varias tiendas llenas de objetos de todo tipo con sus efigias -postales, llaveros o figuritas- y no faltan retratos en ningún restaurante o cafetería.

Por eso, la larga ausencia de Francisco fue mal recibida por una parte importante de los tenderos, al menos al principio. "Los primeros tiempos se notó, pero después abrió el palacio y los jardines al público y lo superamos bien", añade Maurizio. La confirmación de que Castel Gandolfo sigue interesante a los visitantes se nota estos días en los que, pese a la ola de calor, la plaza principal de la villa es atravesada por grupos de turistas que llegan en autocares o tren. De hecho, en la iglesia del pueblo hay un cartel en el que se puede leer: "Bienvenido, papa León".

Pese a la alegría local para que León XIV vaya de vacaciones, parece que no será tan provechosa para los comerciantes o para los restauradores como podría parecer. Según las crónicas in situ, llama la atención la ausencia de recuerdos de León XIV. "No tenemos imágenes suyas porque todavía no nos han dado autorización. Lo único que ha salido es un libro del Jubileo. Con los demás papas, al día siguiente oa más tardar 48 horas después, ya circulaban postales e imágenes. Esperamos pacientemente", ha explicado un tendero que ve cómo se le está escapando la posibilidad de hacer el agosto. Los restauradores explican que los días que el Papa está en el palacio de Castel Gandolfo no son precisamente los mejores para ellos, porque el despliegue de seguridad es tal que implica muchas incomodidades tanto para los visitantes como para la gente de la zona, que se marchan a otros pueblos.

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