Ernesto Collado: "Perdí el olfato dos años y medio y he descubierto el poder"
Actor y perfumista. Conocido por series como 'Ventdelplà', 'Como si fuera ayer' o 'El Cor de la ciutat', ahora captura la esencia del Empordà desde Mas Flaquer, en Cantallops. Publica 'Oler. Descubrir el poder del olfato para reconectar con la naturaleza' (Cosetania)
Cantallops (Alt Empordà)Al abrigo del macizo de la Albera, un territorio de ondulaciones suaves en la falda del Pirineo mediterráneo, se encuentra la finca de Mas Flaquer de Cantallops, con 8,5 hectáreas y datada del siglo XVIII. Antes de que se erigieran las paredes, ya reposaba junto a la riera de Torrelles el plátano centenario que nos hace sombra al actor y perfumista Ernesto Collado (Barcelona, 1974) ya mí mientras conversamos. Está catalogado entre los cuatro más viejos que existen en el Estado, con 400 años de historia. Os podría describir la corteza, la majestuosidad, la altura, como una de las grandes ramas caídas se ha convertido en una mesa... Pero para Collado, este plátano es un ejemplo más de la enorme biodiversidad que alberga esta finca y que la hace única para el nuevo proyecto que le ha dado la vuelta a la vida. Mientras lo entrevisto, explica cómo le llega el aroma de ajos silvestres, lunarias y mentes acuáticas. Hace una década le hubiera sido imposible. De un día para otro, se quedó sin olfato.
"Yo me dedicaba al teatro, llevaba 23 años ganándome la vida –rememora–. De repente, tengo un problema de fantosmia, de pérdida del olfato, y ha sido como una bomba en mi vida. Porque por un lado me ha hecho descubrir todo el mundo del olfato. Y por otro, la conexión con mi abuelo perfumista y su legado". En Collado, más allá de toda su extensa trayectoria creativa, seguro que lo conoce por series en TV3 como Como si fuera ayer, El corazón de la ciudad o Ventdelplà. Lo que quizá no le suene tanto es su nueva faceta de perfumista capaz de entrar en un tiempo récord en la primera liga mundial de este sector con propuestas inéditas 100% naturales, de la mano de su pequeña marca, Bravanariz, donde captura las esencias del Empordà ~BK_SLT_L~
Cuando a Collado le dijeron que tenía una enfermedad que se llamaba fantosmia, pensó que era un "chiste", que "sonaba a cómic de Marvel", pero que resulta que en vez de tener un poder, le faltaba. "La pérdida me duró más de dos años y medio y me hizo ver hasta qué punto realmente es un poder maravilloso el que tenemos en nariz", añade. La historia más bonita de este proceso es que quien acabó curándole la fantosmia fueron las plantas: "Mi neurólogo me dijo que la única manera para recuperar el olfato es entrenando el cerebro, para volver a establecer una conexión entre el olfato y los receptores". Como si hiciera yoga, cada mañana Collado hacía ejercicios oliendo. El médico le recomendó que eligiera olores que le conectaran con cosas agradables. Y enseguida llegaron las hierbas aromáticas que recordaba de pequeño. El romero (es el logo de Bravanariz) y, sobre todo, la lavanda. "Yo nací en enero y agosto, con poco más de medio año de vida, dormía en un lecho de lavanda recién recogida", recuerda.
El abuelo republicano
Los meses de entrenamiento le conectaron con sus raíces, sobre todo la historia de su abuelo, José Collado Herrero, perfumista catalán importante a principios del siglo XX y también socialista –"de los de antes", puntualiza Collado–. La Guerra Civil le interrumpió la carrera y decidió dedicarse a hacer aceites esenciales, como el de lavanda, que recogían los veranos en el pueblo de Mira, en Cuenca. "Él murió que yo tenía ocho años, pero tenía una relación muy especial –detalla–. Le recuerdo como una persona muy callada en una familia histriónica. Ahora he aprendido muchas cosas de mi abuelo que no sabían ni sus hijos. Siempre defendió la perfumería natural y de alguna manera ahora estoy recogiendo todo esto, pero lo curioso".
Mas Flaquer
Todo este camino de redescubrimiento del olfato y la conexión con las plantas Collado lo acaba de plasmar en el libro Huele. Descubrir el poder del olfato para reconectar con la naturaleza (Cosetania), que publica la próxima semana. Pero si hay un espacio donde vivirlo en primera persona está en la finca de Mas Flaquer, un oasis de biodiversidad donde es posible oler el Mediterráneo en todo su esplendor. "Siempre he estado enamorado de la Albera, como la zona del Empordà más peculiar, con más personalidad y con un marcado carácter mediterráneo. Aquí hay áreas que parece que estés en Menorca o en Creta, y que no te puedes imaginar en el Baix Empordà", describe. En la finca, es posible viajar del bosque de ribera de la riera de Torrelles al paisaje seco y áspero de los viñedos y olivos, rodeado de olivardas, caléndulas, calamenta y hinojo, hasta llegar al matorral aromático típico ampurdanés, a base de cabeza de asno, romero, tomillo. Un espacio que Collado está haciendo crecer junto a un campo de algarrobos y ha montado una zona de contemplación. "Aquí en Mas Flaquer podemos ser conscientes de la riqueza de nuestro paisaje: la cuenca mediterránea es el espacio del mundo con más plantas aromáticas".
La ITV del olfato
Mas Flaquer, pues, quiere convertirse en la "ITV del olfato" como "revulsivo contra un mundo evidentemente visual, apático, insensible, borracho de tanta imagen". están bailando con las mías. Cuando yo te exhalo, Mariona y Ernesto nos fundimos con el todo. Y eso que suena poético, no lo es pura química. cultura, que no sea a través del olfato. Para oler te tienes que acercar. Para mí el olfato es empatía, transformar nuestra relación con la naturaleza.