Remontar las playas del Ter: la ruta en bici ideal para huir del bochorno

Los gerundenses a menudo nos olvidamos que, más allá del mar, al lado de casa tenemos un río cargado de vida, y más después de esta primavera tan espectacular. a Vilanna por el carrilet, cruzando las huertas y dehesas de Salt y Bescanó, y volviendo por la zona de Constantins, Sant Gregori y Domeny. estival y volviendo a casa en sólo una hora y media de trayecto.

Se coge el carrilet por las huertas de Santa Eugenia y se va hasta Bescanó pasando por la Pilastra. Cruzamos hortelanos con trabajo en regar y revisar los cultivos, incluso nos podemos encontrar un rebaño de vacas frisonas, las típicas de la zona de Girona. Las dehesas de Salt nos dan cobijo del sol hasta llegar al Parque de Aigües Braves, con una zona de picnic y descanso cada vez más frecuentada por los vecinos.

Una leve subida nos lleva hasta tocar de la carretera, siempre por el antiguo tramo del carrilet, y en nada ya estamos en Bescanó. Seguimos el canal del Ter que conduce hasta la acequia Monar hasta cruzarlo al inicio de la recta de Vilanna. Justo antes habremos pasado una de las múltiples compuertas novecentistas, en bastante mal estado, pero que dejan entrever el pasado industrial de toda esta zona.

Para atravesar el Ter debemos hacerlo, primero, pasando el canal y, siguiendo, bordeando Àrids y Graves Vilanna, hasta una pasarela provisional a la que llegamos a través de un sendero. La empresa en cuestión ha creado una zona de paso segura por la que, atención, transitan muchos camiones de alto tonelaje.

Uno como en el otro margen del Ter ya sólo nos queda recorrer una amplia pista con bastante polvo y grava hasta Sant Gregori. Es un momento que, de ir en bici grável, es posible coger bastante velocidad, ya que no está limitada como ocurre con el carrilet a 20 km/h.

La única subida empinada está en el semáforo para pasar la zona más desfiladera y que nos abre las puertas al llano de Sant Gregori, por donde regresaremos por el camino real hasta Domeny, donde ahora el carril bici pasa por detrás de la fábrica Nestlé. Fíjese bien que desde la Nestlé es posible ver el otro margen del Ter por el que habremos pasado una hora atrás. El camino es estrecho y aroma a café: el olor característico que los gerundenses conocemos a la perfección.

Una vez entramos en Girona, os recomiendo seguir por el camino real del vecindario de Domeny junto al Ter, bastante desconocido hasta llegar a Fontajau.

Consulta más rutas en bicicleta: