Hasta Cadaqués en bici: una ruta completa entre mar, pistas y naturaleza salvaje
Albert Pradas, de la cafetería Rustik de Bellcaire, propone de la mano de Castelli Girona un recorrido circular con grável de 120 km cruzando el Alt Empordà hasta el mar
- Recorrido: 120 km (circular)
- Desnivel positivo: 711 m
- Tiempo estimado: 9 h 30 min
- Enlace de la ruta a Wikiloc
Hay días que sales en bici y todo fluye. Sales del Rustik, el café y panadería ciclista en Bellcaire d'Empordà, tiras hacia el mar, te adentras por senderos polvorientos, te bañas en una cala escondida, sufres subiendo un collado solitario y acabas atravesando humedales en silencio. Esta ruta es exactamente eso: una aventura larga, intensa y salvaje por el Empordà más auténtico.
Los primeros kilómetros son de rodaje suave entre campos abiertos, para ir calentando piernas y mente. El recorrido avanza cómodamente hasta Roses, con vistas abiertas y buen ritmo. A partir de aquí la cosa se vuelve más seria: entramos en el Cap de Creus y el terreno se hace más roto y salvaje. Hacia el kilómetro 50 aparece Cala Montjoi, uno de los grandes regalos de la ruta. Un lugar perfecto para parar, descansar un poco y, si hace calor, bañarse en aguas claras y hondas.
Luego viene Cadaqués, un clásico que siempre emociona. Llegar por pista y verlo aparecer en el fondo, blanco y hundido entre montañas, es casi mágico. Y aunque la tentación de remojarse en el mar o tomar un café cercano es fuerte —y muy recomendable—, hay que tener en cuenta que la salida de Cadaqués es la parte más dura del recorrido: se sube por la pista de las Aigües hasta el collado de Perafita, un tramo exigente, técnico y físico. La bajada hacia Roses comienza por carretera, pero a media bajada tomamos una pista que nos vuelve a poner en modo grável, entre vegetación baja y con vistas abiertas hacia el golfo de Roses.
Una vez dejamos atrás la costa abrupta y volvemos a bajar hacia la llanura, todo cambia. Caminos suaves, pistas anchas y la sensación de haber cruzado otro mundo. El recorrido atraviesa las marismas del Empordà, un espacio de calma, horizonte abierto y pájaros en libertad. Un tramo casi meditativo, perfecto para recuperar el aliento.
Desde allí seguimos hasta Sant Pere Pescador, y de allí seguimos la costa por caminos de arena y vistas del mar hasta llegar a L'Escala, donde tenemos una última oportunidad para refrescarnos en la playa antes de enfilar los últimos kilómetros hacia Bellcaire.
Una ruta que te conecta con el Empordà más salvaje y auténtico. No es sólo pedalear: es sentir el viento, sudar en silencio, pararte a mirar. Y volver a Rustik cansado pero lleno, como si hubieras hecho mucho más que 120 km.
Una ruta que, además, tiene premio: los primeros diez ciclistas que demuestren con el GPS en la tienda Castelli Girona que lo han hecho y suban una foto o story en Instagram sudando el tocino subiendo la pista de las Aigües o en el collado de Perafita mencionando @castellistore_girona recibirán un obsequio!
Albert Pradas es el propietario de Rustik Empordà, el café de Bellcaire de parada obligatoria para muchos ciclistas. Cansado de ir y volver cada día en coche del pueblo a Girona para ir a trabajar, decidió probar suerte en el 2018 y subir al carro de la fiebre del pedal. El 70% de sus clientes practican grável.
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