Estados Unidos

"Trump es un caballero en todos los sentidos": el presidente ya tiene coartada para el escándalo del pedófilo Epstein

El Departamento de Justicia difunde la declaración de Ghislaine Maxwell, expareja del financiero, que busca el perdón por la condena de veinte años de cárcel

Cartel de "bienvenida" a Donald Trump en Escocia estos días de julio cuando ha ido a visitar su campo de golf. En la imagen del camión, él con Jeffrey Epstein en una imagen de los años 90.
ARA
23/08/2025
4 min

BarcelonaLa lista de clientes del pedófilo convicto Jeffrey Epstein no ha existido y Donald Trump "nunca fue inapropiado con nadie; en los momentos que estuve con él, fue un caballero en todos los sentidos". Son las convenientes palabras de Ghislaine Maxwell, expareja del financiero estadounidense caído en desgracia, según la transcripción y los audios completos de la declaración que hizo el pasado mes ante el número 2 del departamento de Justicia de Estados Unidos, Todd Blanche. Trump ya tiene así la coartada con la que intentar esparcir la niebla sobre el escándalo de su amistad y relación con el millonario, que en las últimas semanas había comenzado a socavar su credibilidad entre la base MAGA (Make America great again).

La difusión de la declaración tiene una clara dimensión política: refuerza la imagen del presidente Trump ante sus seguidores más fieles, al tiempo que se envía un mensaje inequívoco a la propia Maxwell. La mujer ahora tiene algunos motivos más para confiar en que el presidente le acabe conmutando la pena de 20 años por tráfico sexual, que cumple desde 2022. El magnate ya ha dejado vislumbrar su disposición a utilizar el poder del perdón en casos que considera "políticamente contaminados". De hecho, al poco de declarar ante el Departamento de Justicia, Maxwell fue trasladada a una cárcel de baja seguridad de Texas, una decisión poco habitual.

La publicación de las 300 páginas de transcripción y los audios de la entrevista se ha hecho "en interés de la transparencia", de acuerdo con Blanche. Se incluye todo el contenido del interrogatorio "a excepción del nombre de las víctimas", ha dicho el responsable de Justicia, quien con anterioridad fue abogado del propio Donald Trump. Todd Blanche, sin embargo, había asegurado que la testigo era una "mentirosa compulsiva", según la respuesta que dio a la petición de revisión de la condena ante el tribunal supremo de esta conocida miembro de la jet-set global.

La nota lasciva del presidente

Otro de los favores que quizá acabe agradeciendo Trump a Maxwell es que durante la declaración la condenada no recordó que el presidente, supuestamente, enviara una carta lasciva con el dibujo de una mujer desnuda con motivo del 50 aniversario de Epstein. The Wall Street Journal informó el mes pasado de que Trump lo había hecho para incluirla en un álbum que Maxwell estaba preparando para el cumpleaños de quien entonces era su pareja.

De acuerdo con el diario, Trump decía a Epstein que tenían "algunas cosas en común". La nota supuestamente concluía: "Que cada día sea otro secreto maravilloso". "No lo recuerdo", respondió Maxwell, cuando Blanche le preguntó al respecto. Y añadió que no había encontrado ninguna carta de cumpleaños del presidente entre sus posesiones en Nueva York. Sin embargo, sí confirmó que había preparado un libro de mensajes de cumpleaños para el financiero. Trump ha negado rotundamente haber escrito o enviado una nota similar, y ha iniciado acciones legales contra el diario y su propietario, Rupert Murdoch.

En la sesión, Maxwell no sólo exoneró al presidente de cualquier conducta indebida, sino que también cargó contra la "invención mediática" de la supuesta lista de personalidades que habrían utilizado los servicios sexuales de Epstein, que se suicidó en prisión en el 2019, mientras esperaba otro juicio por presunto tráfico sexual de menores y conspiración.

El príncipe Andrés y Virginia Giuffre, entonces Virginia Rogers, en Londres, en una imagen del 2001. A la derecha, Ghislaine Maxwell.

Maxwell no solo avala el carácter de "caballero" de Trump, y dice que nunca le vio en las "sesiones de masajes" que las víctimas del pedófilo describían como puerta de entrada a sus abusos, sino que también declaró que tampoco presenció ningún comportamiento inadecuado por parte del expresidente Bill Clinton. Además, calificó las acusaciones contra el príncipe Andrés de "mentalmente inconcebibles". Incluso defendió la falsedad de una famosa fotografía de sí misma, el príncipe y una de las presuntas víctimas de Epstein, Virginia Giuffre, que le acusó de abuso sexual y que se suicidó, a los 41 años el pasado abril.

En concreto sobre Clinton, Maxwell relata que el expresidente estadounidense viajó con frecuencia en el avión privado de Epstein, pero siempre en el marco de su actividad filantrópica y sin ninguna conducta sospechosa. Todd Blanche insistió en preguntarle si Epstein mantenía alguna relación con Hillary Clinton o si había tenido negocios con su familia. Maxwell lo negó con contundencia. Las respuestas refuerzan también la línea de defensa de los Clinton, que siempre han negado cualquier conocimiento de los delitos de Epstein.

Pero quizás ninguna otra figura salga tan directamente señalada en las palabras de Ghislaine Maxwell como el ya mencionado príncipe Andrés. El duque de York había afirmado en su famosa entrevista con la BBC en el 2019, que acabó provocando su caída en desgracia, que Maxwell le presentó a Virginia Giuffre, algo que ella desmiente. El encuentro se produjo a través de Lynn Forester de Rothschild y no gracias a su intermediación, dice la condenada. La denuncia de Giuffre se resolvió con un acuerdo económico en el 2022, sin que el príncipe reconociera ninguna responsabilidad en los presuntos abusos. La familia de la víctima calificó la declaración de Maxwell como "un insulto", y recordó que la condenada es un "monstruo" sin credibilidad.

Más allá de los nombres ilustres, la declaración publicada ofrece una mirada distorsionada pero reveladora sobre la relación de Maxwell y Epstein. La mujer admite haber mantenido una relación sentimental y sexual intermitente con el magnate desde principios de los años 90 hasta bien entrados en 2000, incluso recibiendo pagos de hasta 250.000 dólares anuales cuando ya no eran pareja. Sin embargo, dice no haber sabido nada de los abusos sistemáticos de menores. También opina sobre la muerte de Epstein en su celda de la cárcel de Manhattan. Aunque se niega a creer la versión oficial de "suicidio", también rechaza la idea de que fuera asesinado para silenciarle: "Si alguien hubiera querido hacerlo, habría tenido muchas oportunidades de hacerlo antes de que entrara en prisión", dijo.

La cuenta atrás para su perdón y la puesta en libertad continúa.

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