América Latina

Venezuela y las elecciones que lo cambiarán todo

Gane el chavismo o la oposición, estos comicios suponen un punto de inflexión en la historia política del país caribeño

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El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ondea una bandera venezolana durante su mitin de fin de campaña, este jueves

Caracas21 millones de venezolanos están llamados a las urnas este domingo. Sea porque ocho millones de emigrados están pendientes del devenir de su país, sea por interés general en saber qué pasará con el chavismo –un movimiento que lleva 25 años ostentando el poder en el país caribeño–, en todo el mundo los ojos están puestos en Venezuela. ¿Seguirá Nicolás Maduro? ¿Ganará la oposición con el candidato Edmundo González, pero liderada por la conservadora María Corina Machado? Por primera vez en años, nadie tiene una respuesta cierta. Porque por primera vez el chavismo tiene posibilidades reales de perder las elecciones y, al mismo tiempo, la oposición difícilmente aceptará una derrota. Todo esto son factores que han ido construyendo un estado de opinión colectivo donde se cruzan la inquietud, la esperanza, el convencimiento, pero sobre todo la incertidumbre. Este domingo es un día importante para Venezuela: gane quien gane en las urnas, estos comicios representan un antes y un después en su historia política.

La naturaleza, el procedimiento y la transparencia del proceso electoral han sido ampliamente cuestionados por gran parte de la opinión pública mundial. Pero según explica al ARA el analista Luis Vicente León: "Desde el punto de vista internacional y político, estas son las mejores elecciones que podríamos tener". Lo justifica: para empezar, el gobierno ha permitido a un candidato opositor, no al que originalmente quería, ya que Machado está inhabilitada, pero al menos hay un candidato que llega a la jornada electoral. León añade que si realmente fuera imposible su reelección, Maduro "hubiera cambiado las condiciones para garantizarse que va a ganar". Es “perfecto” que tanto la oposición como Maduro crean que van a ganar: “Es la única manera en que se hace una transacción en bolsa: cuando lo que vende cree que está vendiendo bien y lo que compra cree que está comprando bien”. En resumen, que la oposición, aceptando las normas del juego, está de alguna forma legitimando el proceso electoral.

¿Cuáles son los hándicaps de cada jugador?

Luis Vicente León, que preside la consultora Datanalisis, utiliza la metáfora del deporte para explicar que los candidatos llegan a la jornada electoral desde puntos de partida distintos: “En España, las elecciones son como un partido de fútbol, ​​se cuentan los goles y gana quien más haga. Pero la elección venezolana es un juego de golf, donde los jugadores entran en el campo con hándicaps diferentes”. Apunta que por muy buenos resultados que obtenga la oposición, quizás no sean suficientes para ganar. Y añade dos variables clave a tener en cuenta: la primera es la participación. León evita basarse en el entusiasmo que partidarios de ambas facciones han manifestado en los últimos días en la calle, y recuerda cuando en el 2004, antes del referendo donde se decidía si Chávez se mantenía o no en el poder, las calles de Venezuela estaban "inundados" con protestas contra él y, sin embargo, Chávez ganó: "Si hubieras estado aquí un día antes del referéndum, te habría parecido imposible que al día siguiente ganara por 17 puntos".

En cuanto a la participación, hay que tener en cuenta a la población inmigrada que no podrá votar por las trabas que impone el gobierno en el registro electoral en el exterior: se calcula que podrán votar poco más de 69.000 personas de un total de cinco millones de mayores de edad que residen en el extranjero; "la mayoría son opositores", concreta León. "Solo poniendo en marcha la máquina del voto, ya tendremos un 25% de abstención, más que la que tuvimos en las elecciones del 2013". Otro punto importante es la capacidad de movilización de las fuerzas: el chavismo tiene una base social construida a lo largo de 25 años, así como recursos y una estructura mucho más sólida que la oposición. Por último, la gran pregunta: ¿reconocerán, tanto un candidato como otro, los resultados? “El gobierno hará todo lo posible para impedir que la oposición gane, y la oposición no reconocerá a este gobierno aunque gane –afirma León–; así que aquí tenemos un grave problema”. El experto opina que sólo una fractura interna podría forzar a Maduro a abandonar el poder en caso de perder, y que esto podría ocurrir de la mano del ejército, aunque es mayoritariamente chavista. "Pero como decía un expresidente venezolano, Ramón Velásquez, los militares son leales hasta que dejan de serlo".

Los dos candidatos
  • Edmundo González

    Nacido en La Victoria en 1949, se gradúa en estudios internacionales en la Universidad Central de Venezuela. Fue embajador en Argelia y Argentina, habiendo ocupado cargos diplomáticos en El Salvador y Estados Unidos. Su carrera política comienza en la organización antichavista Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que preside entre 2013 y 2015. La designación como candidato llega tras la inhabilitación de la líder María Corina Machado.

  • Nicolás Maduro

    Hijo político de Hugo Chávez, preside Venezuela desde 2012. Nacido en Caracas en 1962 y militante sindical desde joven, participa en el segundo golpe de estado contra Carlos Andrés Pérez en 1992. Ejerce como diputado por el partido Movimiento Quinta República y después como ministro de Exteriores y vicepresidente. Defiende el nacionalismo venezolano, el socialismo, y ensalza a las figuras de Chávez y del héroe latinoamericano Simón Bolívar.

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