Asesinado a tiros el presidente de Haití, Jovenel Moïse
Un grupo de hombres armados han asaltado el palacio presidencial
BarcelonaEl presidente haitiano, Jovenel Moïse, ha sido asesinado a tiros este miércoles por un grupo de hombres armados que han asaltado su residencia, en el barrio de Pelerin, de Puerto Príncipe. La noticia la ha dado en un comunicado el primer ministro, Claude Joseph. En el ataque también ha sido herida de bala la primera dama, Martine Moïse, que ha sido hospitalizada. El jefe de gobierno ha hecho un llamamiento a la calma y ha declarado que la policía y el ejército se desplegarán para mantener el orden.
Surgido de fuera las oligarquías tradicionales, Moïse, un empresario de 53 años, fue elegido en 2016 en unas elecciones con una baja participación y marcadas por la violencia endémica que hace décadas que sufre el país, el más pobre del continente americano. Moïse no pudo asumir el cargo hasta un año después y ha querido alargar su mandato teniendo en cuenta este año perdido, lo que ha causado una nueva ola de protestas. El país vive inmerso en una crisis política y social: Moïse ya había denunciado un complot para asesinarlo y el lunes había designado a un nuevo primer ministro, Ariel Henri, un cirujano de 71 años, solo tres meses después de que Joseph asumiera el cargo de jefe de gobierno, que tenía el mandato de organizar elecciones en septiembre, rechazadas por la oposición. Con el rechazo del Parlamento, Moïse ha gobernado a golpe de decreto durante todo su mandato. Haití sufre el flagelo de la inseguridad, con grupos armados que actúan impunemente con asesinatos y secuestros que les sirven para financiarse. Desde hace un año manifestaciones continuadas en el país acusaban al presidente de inacción.
Hundido en la violencia
Ana Ayuso, investigadora del Cidob, recuerda el contexto de crisis social y política del país caribeño. "Después del terremoto de 2011, la comunidad internacional envió mucho dinero, pero en un país sin base institucional todo quedó en manos de oligarcas y no se mejoró la gobernanza. Es un país en crisis política continuada. Solo el presidente Michel Martelli (2011-2017) consiguió terminar el mandato. Es una situación totalmente inestable, ya que es un país donde las fuerzas de seguridad no pueden controlar el territorio y que por eso se ha convertido en una base para las redes de narcotráfico y de tráfico de armas".
Ariel Henry, el séptimo primer ministro que había tenido Moïse en cuatro años, es más cercano a la oposición, pero la mayoría de partidos habían rechazado su nombramiento y reclamaban la dimisión del presidente. El 26 de septiembre se tenía que celebrar un referéndum de reforma constitucional (que inicialmente estaba previsto para finales de junio) a propuesta del presidente y ampliamente rechazado por la oposición porque refuerza las prerrogativas del ejecutivo, ya que suprime el Senado y permite la reelección del presidente por dos mandatos sucesivos.