Japón

Japón endurece el control sobre el cannabis y detiene a los primeros turistas por consumo

Las autoridades japonesas aplican la nueva legislación, que penaliza el consumo de marihuana, también a los extranjeros

Turistas en Kioto, Japón, en una imagen de archivo.
Josep Solano
24/05/2025
4 min

TokioJapón comienza a ir sin tapujos cuando se trata de droga: el país endurece aún más su política de tolerancia cero con los estupefacientes. Desde el pasado diciembre consumir marihuana ya no es solo un tabú social o una zona gris legal: es un delito penal. A finales de marzo, la policía de Tokio detuvo por primera vez a dos personas –un hombre de 44 años y una mujer– acusadas de consumir cannabis tras dar positivo en una prueba de orina.

Mientras que en Europa o Estados Unidos fumar marihuana puede ser visto como una práctica recreativa o cultural, en Japón puede acabar con detención inmediata, juicio, prisión y, eventualmente, deportación. El sistema judicial japonés permite retener a una persona hasta 23 días sin cargos formales, con acceso limitado a un abogado y con comunicaciones restringidas. Además, una detención por drogas puede acarrear la prohibición de una próxima entrada futura en el país y que el visado se vea afectado. En caso de que la persona detenida trabaje en una empresa o estudie en una universidad, las autoridades notificarán el arresto a estas entidades.

La policía encontró restos de marihuana en el vehículo donde viajaban los arrestados y, tras las pruebas, ambos admitieron haber consumido. Este caso del pasado 31 de marzo supone un punto de inflexión: es la primera vez que el consumo se castiga gracias a una reforma legal que entró en vigor el 12 de diciembre del 2024. Hasta entonces, el Código Penal japonés preveía penas severas por posesión, cultivo o tráfico, pero no sancionaba explícitamente el consumo. Una laguna legal histórica pensada, originalmente, para proteger a los campesinos de cáñamo industrial.

Ante el aumento de casos entre jóvenes y la llegada masiva de turistas con una visión más permisiva del cannabis, el gobierno japonés ha optado por endurecer la legislación. Para los visitantes extranjeros –especialmente los europeos acostumbrados a normativas más flexibles– el cambio puede ser difícil de entender: en Japón fumar marihuana puede acarrear penas de hasta siete años de cárcel. Una prueba de orina positiva –que las autoridades pueden realizar después de un control policial o una detención preventiva– puede ser suficiente para abrir un proceso judicial. La severidad de las sanciones en Japón contrasta con la tendencia de la despenalización y la regulación del consumo que avanza en muchos países europeos.

Más controles en Tokio

La policía japonesa ha intensificado en las últimas semanas los controles en los barrios de Tokio más frecuentados por extranjeros. Lo que muchos turistas desconocen es que, desde la reforma legal, también es delito haber consumido marihuana en el extranjero si el test de orina da positivo una vez en Japón. un delito", afirma un agente que prefiere mantener el anonimato. Aunque la ley se aplica a todo el mundo por igual, los visitantes procedentes de países donde el cannabis está despenalizado están ahora bajo una lupa especial.

La policía afirma que ve más casos en festivales, locales nocturnos o barrios turísticos, donde "algunos". "Aquí el cannabis no es ni cultura, ni tradición, ni moda: es una droga ilegal y las consecuencias pueden ser muy graves", alerta.

Uno de los casos más mediáticos ha sido el del atleta y youtuber australiano Matt Fox, fundador del canal Sweat Elite, con más de 144.000 suscriptores. Fox fue detenido en Osaka el pasado 9 de abril, acusado de intentar introducir en el país, a través de un servicio de mensajería internacional, tabletas con THC, el principio activo del cannabis. Según la policía, el pedido salió de Estados Unidos en febrero, pero Fox no fue detenido hasta su llegada a Japón por participar en el maratón de Osaka 2025. Fox había admitido públicamente que utilizaba gominolas con THC para tratar la ansiedad y mejorar el sueño.

Detenido e incomunicado durante semanas

La mayoría de las más de 8.000 detenciones relacionadas con el tráfico o posesión de marihuana que se produjeron en Japón en el 2023 afectaron a ciudadanos japoneses o residentes extranjeros, pero comienza a detectarse un aumento de casos protagonizados por turistas. "La mayoría de visitantes no son conscientes de la severidad del sistema penal japonés", explica un funcionario de una embajada europea que prefiere mantenerse en el anonimato. "Los detenidos a menudo quedan muy impactados por la falta de contacto con el exterior, la rigidez de los interrogatorios y el no disponer siempre de un intérprete. La detención preventiva puede alargarse hasta 23 días sin cargos formales, algo impensable en muchos países europeos", afirma.

Según este funcionario consular, es frecuente recibir llamadas de familias desesperadas cuando descubren que su hijo o hija ha desaparecido y resulta que ha sido arrestado. "Aquí pueden estar detenidos días o semanas sin teléfono, sin visitas y sometidos a interrogatorios diarios. Algunos acaban firmando confesiones bajo presión que después no pueden rectificar. Y cuando nos contactan, a menudo el daño ya está hecho", lamenta. "Un simple puerro consumido antes de viajar puede acabar con una orden de deportación o una pena de prisión. Japón no actúa con una lógica de proporcionalidad, sino con una estrategia de disuasión total. El mensaje está claro: tolerancia cero", concluye.

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