Taiwán ejecutó la noche del jueves la primera pena de muerte en cinco años, lo que provocó críticas de múltiples organismos de derechos humanos y de la Unión Europea (UE), que abogaban por mantener la moratoria de facto de este tipo de sentencia.
Taiwán ejecutó la noche del jueves la primera pena de muerte en cinco años, lo que provocó críticas de múltiples organismos de derechos humanos y de la Unión Europea (UE), que abogaban por mantener la moratoria de facto de este tipo de sentencia.