Sudeste Asiático

¿Por qué se enfrentan Tailandia y Camboya?

Unas 400.000 personas fueron evacuadas de la frontera por el peligro de los combates, en los que murieron tres soldados tailandeses y nueve civiles camboyanos

Refugiados huyen de la zona fronteriza entre Tailandia y Camboya, en la provincia de Oddar Meanchey.
09/12/2025
4 min

BarcelonaTailandia y Camboya se han acusado mutuamente de atacarse este fin de semana en la frontera que comparten. Los enfrentamientos, en los que murieron al menos tres soldados tailandeses y nueve civiles camboyanos, parecen hacer descarrilar el acuerdo de paz que firmaron ambos países en octubre, a iniciativa del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Unas 400.000 personas que viven en la zona fronteriza han sido evacuadas por el peligro de los combates, que se han producido en seis de las siete provincias que tocan en esta frontera de 800 kilómetros, y que no parecen tener que detenerse.

¿De qué se acusan?

Ambos países se acusan mutuamente de haber iniciado los combates y de haber realizado varios actos de provocación. Camboya sostiene que Tailandia ha lanzado desde este lunes ataques aéreos en el noreste de Camboya con artillería, lanzacohetes y drones contra las fuerzas camboyanas y sobre zonas civiles. El ministerio de Defensa del país dice que nueve civiles murieron y más de 20 resultaron heridos a consecuencia de las "acciones brutales e ilegales" de Bangkok. En cambio, Tailandia acusa a Phnom Penh de haber disparado cohetes contra zonas civiles y de haber desplegado francotiradores en la frontera. El resultado, según Tailandia, fueron tres soldados muertos y 29 personas heridas.

¿De dónde nace la disputa?

El conflicto no es reciente. De hecho, se remonta a hace más de un siglo, en 1907, cuando se trazaron las fronteras entre Siam (la actual Tailandia) y la Camboya ocupada por Francia. Cuando París se retiró del territorio en los años cincuenta, las tropas tailandesas ocuparon parte de la zona de la frontera. Y aunque un tribunal internacional reconoció la soberanía de Camboya sobre el templo Preah Vihear, en la zona ocupada, la discordia estaba servida: Bangkok considera que el área circundante es suya, y Phnom Penh también. La disputa tomó fuerza en el 2008, cuando Camboya intentó inscribir el templo como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, lo que generó enormes protestas en Tailandia y un nuevo resurgimiento de los enfrentamientos, con una treintena de muertos.

Pero las tensiones escalaron definitivamente en mayo del 2025, cuando un soldado camboyano murió en un enfrentamiento poco después de que uno tailandés perdiera una pierna al pisar una mina terrestre en la frontera. El incidente desató una ola de combates en verano que se saldaron con cincuentena de muertos.

¿Puede escalar?

Pese a los llamamientos a la moderación del secretario general de Naciones Unidas, la Unión Europea y el propio Donald Trump, los dirigentes implicados en el conflicto apuntan hacia una escalada, al menos a corto plazo: el ministro de Exteriores tailandés ha dicho que la acción militar continuará hasta que no sientan que "la soberanía y la integridad territorial no se sienten"; y el primer ministro del país, Anutin Charnvirakul, respondió "ya no lo recuerdo" cuando le preguntaron por el acuerdo de paz firmado en octubre. La retórica parece igual de encendido en la banda camboyana, donde el expresidente del país y actual presidente del Senado, Hun Sen, escribía en Facebook: "Nuestras fuerzas armadas deben contraatacar en todos los puntos donde el enemigo ataca".

Refugiados hacen cola para acceder a comida y refugio en el área disputada de la frontera entre Tailandia y Camboya, en la provincia de Buriram.

¿Qué ocurre con el acuerdo de paz?

A finales de julio, representantes de ambos países se reunieron en Malasia y acordaron declarar un alto el fuego "inmediato y sin condiciones". Pero no fue hasta finales de octubre que sellaron el acuerdo de paz en una ceremonia presidida por Donald Trump, a quien previamente Camboya nominó al premio Nobel de la Paz.

Trump logró la firma del acuerdo amenazando a los dos estados que, si se negaban, no haría intercambios comerciales. Por eso, varios expertos ya señalaban indicios de que el alto el fuego no se mantendría a largo plazo, entre otras razones porque no se basaba en un proceso de entendimiento sincero.

¿Qué quiere cada bando?

Los expertos apuntan a que el ejército tailandés no tiene razones para moderar el conflicto porque quiere seguir reforzando el discurso nacionalista de cara a las elecciones parlamentarias de marzo. "Al seguir reforzando el nacionalismo, las fuerzas armadas esperan que sus acciones aumenten el apoyo a los partidos promilitares en marzo e impidan que el Partido Popular, progresista, gane la mayoría absoluta", apuntan Joshua Kurlantzick y Annabel Richter en un artículo del think tank Council of Foreign Relations de diciembre.

Lo mismo ocurre con Camboya. En opinión de estos dos investigadores especialistas en el Sudeste Asiático, Camboya teme parecer demasiado débil ante una población que culpa a Bangkok de violar el alto el fuego. Asimismo, tras décadas de aislamiento impuesto por la Casa Blanca, Camboya espera mejorar los vínculos con Estados Unidos y cree que puede imponer la narrativa que es Tailandia quien obstruye la paz que tanto ansía Trump.

Pero, en el fondo, ninguno de los dos estados ganaría, con una guerra: "Los dos países y sus respectivos liderazgos políticos tienen las de perder en una crisis prolongada", concluye Matt Wheeler, analista de la región en el International Crisis Group, que cita el comercio transfronterizo, que se enfiló2. y el enorme tráfico de trabajadores migrantes del que se benefician ambos países sudasiáticos.

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