Bruselas reclama una multa diaria a Polonia por vulnerar la independencia judicial

La Comisión exige que el gobierno polaco cumpla las sentencias de la justicia europea

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Viktor Orbán (izquierda) y su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, a su lado en Polonia en junio .

BruselasNuevo capítulo en la pugna entre Bruselas y Polonia por los constantes desafíos del gobierno ultraconservador de Varsovia a los principios del estado de derecho. La Comisión Europea ha solicitado este martes al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) que sancione diariamente al gobierno polaco por haber incumplido una sentencia de la justicia europea en la que le reclamaba medidas cautelares para parar la reforma judicial que socava la independencia de los jueces del Tribunal Supremo, dado que permite abrirles expedientes por sus sentencias. Polonia ha ignorado desde 2019 las órdenes del tribunal de Luxemburgo.

El ejecutivo del ultraconservador Mateusz Morawiecki hace meses, incluso años, que desafía a las instituciones europeas en una deriva autoritaria que no solo vulnera la independencia de los jueces sino que también discrimina a colectivos como el LGTBIQ y las posibilidades de abortar de las mujeres. De hecho, como ha explicado este martes el comisario de Justicia, Didier Reynders, la Comisión también ha retirado fondos europeos a ciertos municipios polacos que se han declarado “libres de ideología LGTBIQ”. Bruselas tiene activadas varias vías de infracción contra Polonia, pero todas siguen una vía blanda, larga y llena de trámites burocráticos que están teniendo poca capacidad de disuasión.

De hecho, el pico en la escalada entre las instituciones de la UE y el gobierno de Morawiecki fue cuando el propio primer ministro pidió a su Tribunal Constitucional que determinara si el derecho nacional estaba por encima del TJUE, un cuestionamiento a la primacía del derecho comunitario que, al fin y al cabo, es la columna vertebral del esqueleto jurídico de la Unión Europea, porque garantiza un marco jurídico y legal común que ha sido clave en cuestiones tan diversas como las cláusulas suelo y la posibilidad de Carles Puigdemont de ser eurodiputado. El TC polaco ha ido aplazando la decisión en un contexto en el que Bruselas y Varsovia negocian la concesión de los fondos europeos antipandemia en el país. La Comisión ha aprobado la gran mayoría de los planes estatales, pero Hungría y Polonia son la gran excepción, porque justamente Bruselas está usando esta negociación por presionarlos en todo aquello relacionado con el cumplimiento del estado de derecho y los valores democráticos europeos.

"Las sentencias del Tribunal Europeo de Justicia se tienen que respetar en toda la Unión. Es indispensable para construir y nutrir la confianza necesaria entre los estados miembros y los ciudadanos. Estamos preparados para trabajar con las autoridades polacas para resolver esta crisis", ha tuiteado la comisaria de Valores y Transparencia, Vera Jourová.

La vía sancionadora que abre Bruselas este martes tiene dos ramas. Por un lado, se pide al TJUE que aplique una sanción diaria, que tiene que decidir el propio tribunal, por no haber cumplido las medidas cautelares. Y, por el otro, se envía un nuevo aviso a Varsovia por el incumplimiento de la sentencia que el propio TJUE dictó después de las cautelares, en la que concluyó que la reforma judicial no era compatible con el derecho europeo. La polémica reforma es un régimen disciplinario a través del cual se pueden abrir expedientes e investigaciones a los jueces del Supremo por sus sentencias, que les limita la capacidad de plantear cuestiones en el TJUE o de resolver casos relacionados con la inmunidad judicial. La Comisión llevó por primera vez este caso al tribunal de Luxemburgo en octubre de 2019, pero la cámara disciplinaria de Polonia ha seguido actuando.

Contra estas derivas autoritarias de Polonia, y también de Hungría, la Unión Europea cuenta con varias vías, la mayoría solo de presión política, mientras que las más contundentes son de aplicación muy complicada. Hay el famoso artículo 7 del tratado de la UE, que en último término permite dejar sin voto a un estado miembro, pero es necesaria la unanimidad de todo el resto de países ante el país castigado, y Polonia y Hungría se protegen mutuamente. Las sanciones económicas (si son lo suficientemente importantes) o la retirada de fondos europeos (tanto del presupuesto como de los antipandemia) son las vías que cada vez más voces reclaman después de observar cómo todos estos años de presión política han servido de muy poco.

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