Ayuda al desarrollo

Los objetivos de la ONU para 2030 están "en peligro", alerta Guterres

El compromiso de Sevilla se queda corto ante la crisis de la deuda y los recortes en la ayuda al desarrollo de Trump y otros países ricos

Barcelona"El desarrollo y su gran impulsor, la cooperación internacional, enfrentan fortísimos vientos en contra", admitía este lunes por la mañana el secretario general de la ONU, António Guterres, y alertaba de que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por dentro de cinco años –la llamada Agenda 2030– "están en peligro" y están en peligro". "Dos tercios de estas metas están atrasados ​​y alcanzarlos requiere una inversión de más de 4 billones de dólares al año", dijo Guterres durante la inauguración de la 4ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FfD4) que arrancó este lunes en Sevilla.

Pero encontrar estos billones es hoy más difícil que nunca, tal y como demuestra la gran ausencia de la cumbre. Estados Unidos se ha retirado del debate y ha decidido no asistir al encuentro de Sevilla después de haber desmantelado completamente su agencia de ayuda al desarrollo USAID, que aportaba más del 40% de la financiación global para el desarrollo. Y es en ese contexto que el resto de países de la ONU han aprobado este lunes, en el plenario inaugural de la cumbre, el Compromiso de Sevilla, un documento de 38 páginas que debía servir para impulsar una reforma estructural del sistema de financiación para el desarrollo. El documento final, pero "queda muy lejos de lo que la sociedad civil pedía y que el mundo necesita", denunciaba Iolanda Fresnillo, representante de la European Network on Debt and Development (Eurodad), una de las organizaciones observadoras.

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En un momento en que las principales potencias mundiales se han comprometido a elevar hasta el 5% del PIB su inversión en armamento, la media que se destina a cooperación para el desarrollo de los países ricos es del 0,47% del PIB y sólo cuatro países (Dinamarca, Luxemburgo, Noruega y Suecia) cumplen o superan el 0,7%. El gobierno de España, anfitrión de la cumbre, es uno de los pocos que mantiene todavía este compromiso del 0,7% para 2030, pero en la práctica destina todavía un 0,35%. El presidente español, Pedro Sánchez, ha reclamado que Sevilla sirva "para enderezar el rumbo" en el ámbito de la cooperación internacional y apostar de nuevo por el "multilateralismo". Guterres ha reclamado también un aumento de la financiación al desarrollo por parte de los países ricos, pero la realidad es que el de Trump no es el único gobierno que está recortando la ayuda al desarrollo, también lo han hecho muchos países europeos en el último año.

"Las negociaciones [por el documento, que se han llevado a cabo en los últimos meses] han sido muy intensas y muy tensas. Estados Unidos ha estado ausente la mayor parte del proceso, pero la Unión Europea, Reino Unido, Japón, Suiza o Canadá han presionado muchísimo para diluir el acuerdo", denunciaba Fresn.

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La crisis de la deuda, un tema clave

Uno de los puntos más decepcionantes del Compromiso de Sevilla es el que se refiere a la renegociación de la deuda de los países pobres. En un momento en que algunos gobiernos del Sur se ven obligados a destinar más dinero a pagar los intereses de la deuda que a sanidad o educación, la principal reclamación para esta cumbre –por parte de estos países y de la sociedad civil– era la de dar más voz y voto a los gobiernos endeudados. Se pedía la creación de una Convención Marco de la ONU sobre la Deuda, un foro (similar al de las COP climáticas) en el que se negociara en igualdad de condiciones de todos los miembros de la ONU una posible reforma del sistema de préstamo y la renegociación de la deuda para los estados que han entrado o corren el riesgo de entrar en quiebra.

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"Todo esto ahora mismo se decide en la OCDE, el G-20 o el Club de París, unos espacios exclusivos donde dominan los acreedores y son ellos los que imponen las condiciones, por eso queríamos que se negociara en el marco de la ONU, un espacio multilateral donde todos los países tienen la misma voz, un país: investigadora del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG). Pero esto no se ha logrado finalmente. El Compromiso de Sevilla sólo incluye la promesa de abrir un "proceso intergubernamental para realizar recomendaciones" en esta materia.

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Sin embargo, para Guterres, "el Compromiso de Sevilla sienta las bases" para una "reestructuración justa y oportuna de la deuda", porque "crea un registro único de la deuda en nombre de la transparencia, y promueve prácticas responsables de préstamo y endeudamiento", entre otros puntos.

El Sur Global y las ONG también reclamaban crear otra Convención Marco de la ONU para negociar en general el sistema de cooperación internacional, ya que "en estos momentos los países del Sur tampoco participan en la definición de las reglas del juego" de este sistema, apunta Scherer. Pero esto tampoco se ha incluido en el documento final.

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En la parte positiva hay algunas "grietas" que abre el documento aprobado en Sevilla, como la que se abre en el campo de la "fiscalidad", donde gobiernos como el de Brasil intentan impulsar un compromiso para elevar los impuestos a los más ricos. "Hay un avance en lo que respecta a las reformas para conseguir justicia fiscal", admite Scherer. Pero, en general, la experta también considera que "el Compromiso de Sevilla es una victoria de los países del Norte Global, porque han logrado mantener elstatu quo en muchos puntos en contra de lo que pedían desde el Sur, que eran reformas más estructurales". De hecho, además de gobiernos y ONG, en Sevilla también hay representantes de otros sectores implicados en esta financiación al desarrollo como "los grandes fondos de inversión como Blackrock, interesados ​​también en que las reglas del juego no cambien".

Las ONG denuncian un "clima hostil" hacia ellas en la cumbre de Sevilla

Varias ONG presentes en la cumbre de la ONU en Sevilla hablan de un "clima hostil" hacia ellas por parte de la organización del encuentro. Se quejan en concreto de que no se les permite intervenir en los plenos, que se les ha prohibido cualquier tipo de protesta "incluso pasiva" y no se les permite entrar en el recinto de la cumbre "ni pancartas, ni carteles ni símbolo político alguno", como abanicos o camisetas con mensajes como 'Tax the rich' ('Su 's's's's's's's's's's's''s''

Sin embargo, después de algunas negociaciones se ha concedido a la sociedad civil algunos minutos de intervención dentro de los llamados 'Espacios para partes interesadas', donde en un principio tampoco se les había dado voz, y también en el plenario. Unos minutos que la representante de la sociedad civil Tove Mari Ryding, de la Eurodad, ha aprovechado para dejar clara su queja: "He estado siguiendo estas negociaciones durante una década y otros foros de la ONU durante dos décadas, y nunca había visto normas tan restrictivas para la participación de la sociedad civil", denunció a los micrófonos de la . "Tenemos un documento que se acordó detrás de puertas cerradas en un sótano en Nueva York donde la sociedad civil no era bienvenida, y quizás esta es una de las razones por la que tenemos un documento que se queda tan corto en las soluciones que necesitamos".

La organización del evento, sobre todo en lo que se refiere a la seguridad, está en manos de la ONU, y desde la Moncloa aseguran al ARA que "España ha insistido" para que las ONG tuvieran un espacio dentro de las reuniones de la cumbre. "Todas las partes han trabajado para que esta conferencia fuese inclusiva, y hemos creado un fondo para que puedan venir", apuntan fuentes del gobierno español.

"Se está creando un ambiente de miedo dentro de la sociedad civil. Ayer nos enviaron un correo con todas las medidas de seguridad en las que nos decían que incluso la protesta pasiva es considerada amenaza de seguridad, que no podemos llevar ningún símbolo político o reivindicativo, y eso es un precedente para las próximas cumbres de la ONU y las próximas COP", denunciaba en la próxima el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG).