El grito de alerta de la ONU: "Veremos morir a la gente de sida como en los años 90 y 2000"
Hasta 6,3 millones de personas pueden morir de VIH en los próximos cuatro años por culpa de los recortes de Trump, según las estimaciones de la ONUSID


BarcelonaEn sólo dos meses de gobierno, la administración de Donald Trump ha puesto en peligro los avances en la erradicación del sida de los últimos 25 años y ha puesto en alerta a los organismos que velan por la salud global. Este lunes las Naciones Unidas han cuantificado las afectaciones de los recortes del fondo de cooperación estadounidense USAID en la prevención y tratamiento del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y han llegado a la conclusión de que esto puede provocar hasta 2.000 infecciones diarias.
Así se lo explicaba a los periodistas la directora ejecutiva de ONUSID, Winnie Byanyima, desde Ginebra, y destacaba que la falta de financiación también provocará 6,3 millones de muertes por sida en los próximos cuatro años. "También esperamos 8,7 millones de nuevas infecciones adicionales. En el último recuento, hubo 1,3 millones de nuevas infecciones en todo el mundo (en 2023)", añadió. Las estimaciones suponen un fuerte retroceso en la lucha por la erradicación del sida, que afecta a 40 millones de personas en todo el mundo. "Veremos morir a la gente como los veíamos en los años 90 y 2000", ha alertado. Esto ocurrirá "si la ayuda de Estados Unidos no se restaura y no se sustituye por otras financiaciones", ha dicho Byanyima, quien ha indicado que ningún otro gobierno ha manifestado un compromiso para cubrir ese vacío.
Donde mayor afectación tendrán los recortes del fondo de cooperación internacional de Estados Unidos será en África, donde a estas alturas ya tienen el sida 1 de cada 30 adultos. La ONU califica los efectos que podría tener el repentino cierre de su programa –que bebe de fondos estadounidenses– de "catastrófico" y alerta de que más del 60% de las personas afectadas en el continente serían chicas jóvenes.
De hecho, los datos de la organización muestran que 27 países de África y Asia ya están notando los efectos de la retirada de la financiación a través de la escasez de personal, de recortes en los tratamientos y del "hundimiento de los sistemas de prevención". Byanyima ha puesto el ejemplo de Tanzania, donde el 94% del programa para la lucha contra el sida depende del exterior. Cerca de un 5% de la población del país tiene el virus, y en algunas zonas concretas incluso afecta al 15%.
El retroceso en el tratamiento de la enfermedad también va acompañado de un "retroceso de los derechos", afirmaba la portavoz de la ONU. En muchos países de todo el mundo el sida va acompañado de un estigma que toca de más cerca segmentos clave de la población como el colectivo LGBT, las mujeres jóvenes o las trabajadoras sexuales, que ya han sufrido discriminación o que evitan dirigirse a los centros de tratamiento por miedo a sufrirlos. "Debemos ayudarles a superar la criminalización", ha pedido Byanyima.
Además, la ONU advierte que un tercio de los contagios por el VIH están ligados a las infecciones por tuberculosis, otra enfermedad que también está sufriendo los efectos de la desinversión en cooperación internacional de Washington.
Una amenaza para la salud global
Desde que Donald Trump tomó posesión del cargo, la administración republicana no ha dejado de tomar decisiones que afectan a la salud global. La más evidente fue la retirada de la Organización Mundial de la Salud y de sus mecanismos de financiación, que anunció al primer día de su mandato y que justificó con una crítica a la gestión de la pandemia del coronavirus. Poco después, Trump escogía Robert F. Kennedy Jr. para el cargo de secretario de Sanidad, una figura célebre por su postura contraria a la vacuna del sarampión y por su defensa la leche sin pasteurizar.
Pero el anuncio de la decisión de suprimir el Usaid causó un estruendo por todas partes –especialmente en el Sur Global–, ya que dejaba en riesgo de muerte todo el sistema de cooperación internacional. Estados Unidos es el principal proveedor de ayuda humanitaria al mundo, aunque los fondos destinados a cooperación –dentro del cual se incluye Usaid– sólo representan entre el 0,7% y el 1,4% de su presupuesto federal. Tres de cada cinco dólares de la ayuda exterior se gestionan a través de Usaid, que financia proyectos destinados a combatir epidemias, a escolarizar a los niños, a proporcionar agua potable ya apoyar otras áreas de desarrollo.
Según datos del año 2023, Usaid gestionó más de 43.000 millones de dólares. Los países que más se beneficiaron ese año fueron Ucrania, Etiopía y Jordania, pero también se destinaron fondos a países como la República Democrática del Congo, Afganistán, Sudán del Sur y Siria.