¿Qué cambiará en el segundo mandato de Trump?

WashingtonEn su primer día en la Casa Blanca, hace ocho años, Donald Trump firmó sólo una orden ejecutiva. El lunes, tras la toma de posesión para su segundo mandato, Trump en firmó un total de 26 y se convirtió en uno de los presidentes que más decretos aprobó el mismo día de la inauguración presidencial. Si en su primer mandato el republicano hubiera intentado firmar la misma montaña de órdenes, probablemente habría desatado un alud de indignación. Ahora, por el contrario, ha logrado instaurar una campaña del miedo, mientras los demócratas están noqueados en medio del constante bombardeo de reformas y titulares.

El regreso triunfal de Trump se ha convertido en un terremoto que quiere sacudir por completo el sistema de gobierno estadounidense. Las órdenes ejecutivas, al igual que los indultos, son la máxima expresión del poder presidencial y Trump la está ejerciendo con gusto. La primera semana en la Casa Blanca no sólo concluye con una montaña de decretos, sino también con el indulto para los casi 1.600 condenados por el asalto al Capitolio –incluidos los miembros del grupo de extrema derecha Proud Boys– y las antiabortistas condenadas para bloquear y boicotear el acceso a las clínicas de aborto. Todo esto es una declaración de intenciones.

"Creo que será mucho peor que hace ocho años. Creo que habrá muchas más impugnaciones legales, mucha más voluntad de ir más allá de los límites, especialmente en lo que se refiere a la inmigración, pero también en relación con sus enemigos , y eso pasará bastante en el Congreso", expone Victoria Nourse, profesora de derecho en Georgetown y una de las principales asesoras jurídicas de Joe Biden cuando era vicepresidente.

Empujar los límites del ejecutivo

Trump no es l'outsider que hace ocho años llegó a Washington. El ecosistema político que le rodea (lo formal y el informal) tampoco es el mismo y el presidente está decidido a cambiarlo aún más en su favor. "Está empujando el poder ejecutivo para ver dónde están los límites en esta nueva administración", destaca Nourse. Buena parte de las órdenes ejecutivas que ha firmado Trump son una muestra de esta voluntad: la revocación del derecho a la ciudadanía por nacimiento, la emergencia nacional en la frontera y la prórroga misma de TikTok.

"El caso de TikTok es un gran experimento", explica la profesora de derecho. La prohibición de TikTok que entró en vigor es una ley aprobada por el Congreso. Aunque el expresidente Joe Biden decidió no aplicar la norma y dejarlo en manos de Trump, técnicamente la orden ejecutiva que el republicano ha aprobado para dar una prórroga a la aplicación no podría hacerse. "Hay mucha discusión sobre acciones ejecutivas, pero no puede hacerlo", explica Nourse, quien señala cómo en parte no está encontrando problemas porque el Congreso no quiere ponerlos.

Inmunidad total

Los intentos de Trump de ir más allá de los límites de su poder presidencial es algo que ya se vio en la anterior administración. "Está actuando de forma agresiva, politizando el cargo de una forma que no respeta las leyes existentes esperando obtener algún apoyo del Tribunal Supremo o del Congreso. Y la última vez no funcionó aproximadamente la mitad de las veces", expone Nourse, aunque también señala que la mayoría conservadora del Supremo es preocupante. Especialmente, después de ver la sentencia que dictó sobre la inmunidad presidencial.

"He trabajado en Washington tanto para republicanos como para demócratas, pero esta decisión es la más decepcionante que he leído nunca. Los republicanos siempre han sido un partido del estado de derecho, y es muy triste verlos llegar tan lejos", explica Nourse. La constatación por parte del Supremo de que las acciones oficiales del presidente están completamente blindadas "aún le animará más al intentar traspasar los límites". "Porque así es como él lo leerá, como otro conjunto de permisos, cuando en realidad no es lo que dice. Y no creo que esto le pare de perseguir a los Biden, ni a las personas que eran sus enemigos". En un movimiento sin precedentes y pocos minutos antes de dejar el cargo, Biden indultó a toda su familia.

Mark Peterson, profesor de ciencias políticas de la Universidad de California, también cree que la sentencia de la inmunidad ha "reforzado la idea de Trump de que puede salirse siempre con la suya". La sensación de una inmunidad ilimitada mientras cualquier cosa que haga sea en nombre de la presidencia es uno de los elementos que puede hacer que este segundo mandato sea más extremo. Además de todos los lealistas que le rodean en el gobierno y la transformación del Partido Republicano.

A diferencia del anterior mandato, donde la vieja guardia republicana frenaba a los recién llegados trumpistas, ahora está el partido de Trump. "Hay muchas figuras republicanas que, en cualquier otra situación, se comportarían y tomarían decisiones muy distintas. No estarían apoyando, por ejemplo, a Pete Hegseth como nuevo secretario de Defensa", expone Peterson.

¿Más palabras que acciones?

Ahora bien, pese a que Nourse y Peterson señalen un terreno mucho más favorable para Trump, ambos creen que el terremoto que ha desatado el presidente en su primera semana no deja de ser un fuego de virutas. "Creo que no deberíamos dejarnos engañar. Parece como si intentara dar el efecto de movimiento y de dar a sus votantes lo que quieren ver. Pero quizás dentro de un año todo esto no llega a ninguna parte, porque muchos de los decretos quizás no son constitucionales y el Supremo podría tumbarles", expone Nourse.

Desde la perspectiva histórica, Peterson recuerda que los presidentes que redefinieron el país tenían mayorías mucho más amplias en el Congreso. "Todos recordamos a Ronald Reagan en los 80 cuando puso las bases para una contrarrevolución conservadora, y tenía una mayoría mucho más amplia que la que tiene Trump. Así que es muy difícil de imaginar que la agenda legislativa que a Trump le gustaría impulsar pueda prosperar", concluye.