Estados Unidos

La congresista Liz Cheney, última víctima de Trump

Pierde las primarias en Wyoming después de enfrentarse sin complejos a las acciones del expresidente

ARA
3 min
El discurso de la congresista conservadora Liz Cheney.

BarcelonaSe había hecho famosa en todo Estados Unidos -y más allá- por su enfrentamiento, abierto y sin complejos, con el expresidente Donald Trump. Había un detalle que la hacía diferente: era republicana y, a pesar de formar parte del mismo partido político que Trump, no ahorraba críticas contra el mandatario. Pero la congresista conservadora Liz Cheney ya se ha convertido en otra víctima del expresidente. La madrugada de este martes ha perdido de forma rotunda las primarias republicanas en Wyoming y no podrá optar a la reelección en noviembre. Harriet Hageman, la candidata a quien el expresidente había mostrado activamente su apoyo, ha sido la ganadora. Los analistas tienen claro que su actitud combativa contra Trump ha pasado factura a Cheney.

A pesar de que habían tenido algunas tensiones antes -por ejemplo por el uso de la mascarilla durante la pandemia-, la negación del triunfo de Joe Biden en las elecciones del 2020 y las denuncias, sin ninguna prueba, de fraude electoral por parte del presidente republicano habían enfurecido a Cheney, que fue una de las primeras republicanas en reconocer la victoria del demócrata y protagonizó una campaña para convencer a sus compañeros de partido para que hicieran lo mismo. También es una de las dos únicas representantes republicanas que forman parte de la comisión del Congreso que investiga el asalto al Capitolio.

Esta madrugada, Cheney ha comparecido muy pronto para admitir la derrota, cuando solo se había escrutado alrededor de un 15% de los votos, pero la diferencia entre las dos candidatas era tan grande que la derrota ya era clara. "Ningún cargo en esta tierra es más importante que los principios que todos hemos jurado proteger", decía, después de recordar que hace dos años ganó estas mismas primarias con un 73% de los votos. “Había un camino claro para repetir [la victoria]”, ha dicho, pero habría implicado "mentir, traicionar los principios, la ley y la democracia" dando apoyo a la teoría de Trump. “Este era un camino que no podía ni quería tomar”, ha reiterado.

La lucha continúa

A pesar de la derrota, Cheney ha dejado claro que su lucha continúa. "Ahora empieza el verdadero trabajo", ha apuntado. Durante su discurso, ha recordado que el 6 de enero dijo que haría lo que hiciera falta para evitar que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca y este martes se ha reafirmado en ello: "Nuestra gran nación no tiene que ser gobernada por un negacionista electoral ni por una turba agitada a través de las redes sociales". Algunas voces aseguran que la republicana -elevada a figura nacional gracias a su pugna con Trump- está considerando presentarse como candidata en las primarias republicanas para la presidencia, pero si el trumpismo sigue tan movilizado como ahora, las opciones que se le auguran son pocas.

Mientras tanto, Cheney, hija del que fue vicepresidente con George W. Bush, Dick Cheney, ha señalado que las mentiras y las teorías de la conspiración de Trump provocan una peligrosa espiral de violencia, que polariza la sociedad norteamericana y dispara las agresiones y amenazas políticas. Ella misma lo ha sufrido: acosada en las redes sociales, no ha podido ni hacer actos de campaña en Wyoming por motivos de seguridad. En este estado, con poca población y de fuerte tendencia conservadora, Trump se impuso a las presidenciales del 2020 con el apoyo de siete de cada diez ciudadanos y 43 puntos porcentuales de ventaja respecto al demócrata Joe Biden.

El resultado de este martes, pues, demuestra que Trump, cuya candidatura a las elecciones presidenciales del 2024 parece cada vez más probable, continúa teniendo un gran apoyo entre las bases del Partido Republicano, tal como ya se había señalado en las primarias de varios otros estados como Ohio, Pensilvania, Arizona y Michigan. Buena parte de los candidatos republicanos que se manifestaron en contra del presidente, o han abandonado la política o han perdido también sus primarias.

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