Los demócratas tantean a Kamala Harris

WashingtonTras la desastrosa aparición de Joe Biden en el debate de la CNN, la red social X se llenó de vídeos y memes de Kamala Harris del estilo "calenta, que sales". Desde entonces, cada vez que Biden ha metido la pata, el timeline de X se ha llenado de vídeos y mems pro-Kamala. Harris, de 59 años, sería la sucesora más lógica si Biden renunciara, puesto que es su vicepresidenta. Hasta ahora el baile de nombres y la búsqueda de un posible relieve sólo eran conjeturas y rumores entre las filas demócratas. Sin embargo, esta semana se ha sabido que el equipo de campaña de Biden ha empezado a hacer sondeos internos en los que enfrenta Harris con Trump.

El empeoramiento de la crisis interna, que con los lapsus de Biden con Zelenski y Harris aún se ha agravado más, ha hecho que los demócratas empiecen a preparar el terreno para cuando se produzca el relevo. Que el equipo de campaña ya esté calibrando la popularidad de Harris tampoco es una buena señal para Biden, que sigue aferrándose a la candidatura. Incluso Donald Trump se huele la tramontana y ya ha empezado a atacar a Harris por lo que pueda pasar. En un mitin reciente en Florida decía, con afán de hacer daño, que era una "socialista" y una "incompetente": "Si Joe hubiera elegido a alguien sólo un poco competente, le habrían expulsado del cargo hace años, pero no pueden hacerlo porque ella debe ser su segunda opción."

Una encuesta publicada el jueves por la cadena ABC News, el Washington Post e Ipsos, también hacía sondeos de un cara a cara entre Harris y Trump. Las preguntas se realizaron tras el debate de la CNN entre los votantes registrados y los resultados hablan por sí solos: la encuesta muestra cómo la vicepresidenta es capaz de superar al republicano con un 49% de los votos, frente al 47% de Trump. Si la comparativa se realizaba entre Biden y Trump, el republicano salía ganador con el 47% de los votos, frente al 46% de Biden.

Pese a que parezca que Harris está ganando popularidad en medio de esta crisis, la realidad es que nunca ha sido una figura carismática. Como vicepresidenta ha pasado bastante desapercibida y no ha levantado demasiadas pasiones, lo que el equipo de Biden esperaba cuando la eligieron como segunda. En los últimos meses la demócrata ha vuelto a ponerse bajo el foco adoptando una postura mucho más crítica con Israel por la crisis de Gaza y liderando la lucha por los derechos sexuales y reproductivos tras la derogación dela sentencia del caso Roe contra Wade.

Harris pretendía ganar popularidad por el simple hecho de ser el tándem de Biden, y era una manera de intentar ganarse a los sectores más progresistas, en los que el presidente no acaba de cuajar. Asimismo, hace tiempo que la campaña de Harris se centra en demostrar que está preparada para asumir la presidencia si eventualmente fuera necesario. Antes del debate de la CNN, esta eventualidad estaba pensada en el supuesto de que Biden volviera a ganar las elecciones y no fuera capaz de terminar el segundo mandato. Ahora bien, aunque parece que los demócratas le están tanteando, Harris no es la única opción.