El desalojo de Columbia marca un nuevo estadio de las protestas contra la guerra de Gaza

Sólo en Nueva York se han arrestado a 300 estudiantes por las manifestaciones en los campus, mientras que en todo el país ya hay más de 1.000 detenidos

WashingtonEl desalojo de los estudiantes que protestaban contra la guerra de Gaza en Columbia es un ataque directo al corazón de las manifestaciones que se han extendido por todo el país. La acampada constituida hace unos diez días en el campus de esa universidad de Nueva York se había convertido en la referencia para el resto de universitarios que durante estos días han emulado su acción. Ahora sobre el césped ya sólo quedan los rectángulos en los que antes había las tiendas. Pasadas las nueve de la noche de este martes (hora local), la policía de Nueva York irrumpió en el campus para desmantelar el campamento y desalojar a los estudiantes que se habían atrincherado en Hamilton Hall. El fuerte despliegue policial contra los universitarios y las detenciones masivas marcan un nuevo estadio en el uso de la represión contra las movilizaciones propalestinas en todo el país.

Sólo en la ciudad de Nueva York, la actuación de los agentes en los campus de Columbia y el City College se saldó con más de 300 detenciones, según confirmó el alcalde de la ciudad, Eric Adams. En los campus de Atlanta, Austin y la Universidad de California (UCLA) la presencia policial también se ha intensificado. En Austin se han visto imágenes de la policía montada actuando contra los jóvenes, mientras que en la UCLA este martes por la noche un grupo sionista atacó a los manifestantes propalestinos con fuegos artificiales, botes de gas y bates de béisbol. En este caso fue la policía estatal la que intervino y detuvo a 32 personas, entre ellas 13 estudiantes y un miembro de la facultad. En total, en todo el país hay ya más de 1.000 detenidos por las protestas contra la guerra de Gaza, según calculan los medios estadounidenses.

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El enfrentamiento entre manifestantes y policía en todo el país ha despertado incluso la preocupación de la administración del presidente Joe Biden. El martes el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, aseguró que seguían con atención el desarrollo de las protestas tanto en los campus estadounidenses como europeos. Además, Kirby también condenó la ocupación de Hamilton Hall: "El presidente cree que ocupar por la fuerza un edificio en el campus es un enfoque absolutamente equivocado. No es un ejemplo de protestas pacíficas".

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Más presencia policial en Columbia

Era la segunda vez que se producía la irrupción de la policía de Nueva York en Columbia desde que empezó la acampada. Los agentes entraron en el campus después de que la rectora, Nemat (Minouche) Shafik, lo pidiera a través de una carta justificando el despliegue policial de cara al acto de graduación previsto para el 15 de mayo. En la universidad de la Ivy League la policía no puede intervenir por su propio pie y debe ser "invitada". La rectora ha pedido que se mantenga la presencia policial hasta el 17 de mayo para prevenir nuevas ocupaciones o acampadas. Hasta ahora el campus ya se había mantenido cerrado al público y sólo podían acceder los estudiantes.

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Las imágenes de la operación, compartidas en las redes sociales, mostraban cómo decenas de policías rodeaban el campus de Columbia a lo largo de la tarde. Los agentes no eran los únicos que se aglomeraban en las inmediaciones de la universidad, también cientos de personas se habían estado manifestando para mostrar apoyo a los estudiantes. En otros vídeos se puede ver cómo un grupo de policías entraba en el segundo piso de Hamilton Hall utilizando un vehículo policial equipado con una escalera.

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La decisión de Shafik ha resucitado las imágenes de la intervención policial de abril de 1968 en el campus de Columbia contra los estudiantes afroamericanos que justamente también habían ocupado Hamilton Hall para protestar contra la Guerra de Vietnam. En aquella ocasión la protesta se prolongó una semana y acabó con la detención de unas 700 personas. Desde entonces la policía no había vuelto a pisar el campus, hasta que el 18 de abril la rectora ya decidió pedir a los agentes que entraran para detener a los estudiantes que habían plantado las primeras tiendas contra la guerra de Gaza. Aquella primera intervención ya se saldó con 100 detenidos, quienes también quedaron suspendidos.

Que la policía acabara irrumpiendo en el campus era cuestión de tiempo, sobre todo después de que un grupo "autónomo" ocupara Hamilton Hall la madrugada del martes como símbolo de la resistencia de las protestas propalestinas. Los ocupantes del edificio le rebautizaron con el nombre de Hind's Hall en memoria de la niña palestina que murió sola mientras pedía ayuda horas después de que el vehículo en el que viajaba fuera víctima de un intercambio de fuego. El grupo tras la acción (que no estaba directamente vinculado con la acampada) era el Columbia University Apartheid Divest (CUAD), que este martes describió la acción como "la siguiente generación de los movimientos estudiantiles de 1968, 1985 y 1992" .

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El último ultimátum

Tras reiterados avisos de desalojo y llegar a un punto muerto en las negociaciones con los manifestantes, la dirección de la universidad envió una carta el lunes a los alumnos acampados en los que les daba hasta las 2 del mediodía (hora local) para que abandonaran voluntariamente el campamento. Si no lo hacían, serían suspendidos o incluso expulsados. Marchar voluntariamente tampoco les salía gratis: los estudiantes debían rellenar un formulario con el nombre y apellido, en el que aceptaban estar bajo "libertad condicional disciplinaria" hasta el 30 de junio de 2025 o la graduación (en caso de que se produjera antes). Además, debían prometer no volver a incumplir ninguna norma del campus.

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DesdeColumbia Students for Justice in Palestine, una de las organizaciones estudiantiles implicadas en la acampada, reiteraron que no se moverían hasta que la universidad cumpla sus demandas: cortar todo vínculo económico y académico con Israel y empresas que apoyen al gobierno israelí, y conceder la amnistía a todos los alumnos que han sido suspendidos.

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Ante la amenaza de acciones disciplinarias, no sólo los alumnos rodearon el campamento para protegerlo, sino que también un grupo de profesores formó una cadena humana en la entrada para mostrar apoyo a los estudiantes. Pese al miedo a una posible intervención policial, la jornada transcurrió sin más incidentes, aunque de facto Columbia empezó a suspender a todos los alumnos que estaban en la acampada. La suspensión implica que no pueden volver a pisar el campus ni seguir las clases. En el caso de los alumnos que residen en los dormitorios del campus, se quedan en la calle. La decisión de suspender a más alumnos escaló la tensión con los estudiantes y fue entonces cuando el grupo del CUAD ocupó Hamilton Hall la madrugada del martes.