Trump responsabiliza a "la retórica de Biden y Harris" de su intento de asesinato
El incidente vuelve a poner en el punto de mira la actuación del Servicio Secreto estadounidense y sacude, una vez más, la campaña
WashingtonEn las primeras horas posteriores al atentado de Butler del 13 de julio, Donald Trump se contuvo en su discurso, dejando que fueran otros miembros del Partido Republicano quienes culparan a los demócratas. Ahora, después del intento de asesinato que vivió el domingo en Florida, el expresidente no ha tardado ni 24 horas en instrumentalizar los hechos para atacar a su actual rival política, la candidata Kamala Harris, y el presidente Joe Biden. Trump, que en las últimas semanas junto con su entorno había estado alimentando las teorías conspiranoicas sobre el atentado de Butler, eleva el tono de su discurso a menos de 50 días para las elecciones.
“La retórica, las mentiras, como se vio en las afirmaciones falsas hechas por Kamala Harris durante el debate manipulado y altamente partidista de ABC News, y todas las ridículas causas judiciales diseñadas específicamente para infligir daño al rival político de Joe y después Kamala, yo, han llevado la política de este país a un nuevo nivel de odio, abuso y desconfianza,” ha publicado este lunes Trump en su perfil de la red X. Y añade: “A consecuencia de esta retórica comunista de izquierdas las balas vuelan, ¡y eso sólo empeorará!”
Las palabras resuenan en la declaración (y exageración) que hizo Trump contra Harris mientras la demócrata le arrinconaba durante el debate electoral del pasado martes. “Probablemente recibí una bala en la cabeza debido a las cosas que dicen sobre mí”, dijo entonces el expresidente. Ahora el adverbio ha desaparecido de su narrativa y la frase se ha convertido en una afirmación. En declaraciones a la cadena Fox este lunes, el magnate ha seguido alimentando el mismo discurso y ha dicho que "la retórica" de Harris y Biden ha sido la causante del segundo supuesto intento de atentar contra su vida.
Según Trump, Ryan Routh, el hombre detenido como principal sospechoso, habría actuado a causa del “lenguaje altamente incendiario” de los demócratas. Hace menos de una semana, en prime time, Trump esparció mentiras sobre los migrantes haitianos de Springfield, Ohio, lo que ha desatado una ola de odio en la ciudad: en dos ocasiones se han tenido que evacuar escuelas por amenazas de bomba vinculadas con las palabras del expresidente.
Tan sólo dos meses después de que una de las balas disparadas por Thomas Crooks durante un mitin en Butler rozara la oreja derecha de Trump, la campaña electoral estadounidense vuelve a vivir otro giro de guión. En aquella ocasión la fotografía de un Trump invicto que se alzaba con el puño en alto después del tiroteo parecía catapultar al expresidente en la carrera hacia la Casa Blanca, mientras los demócratas se deshacían en medio de la crisis interna en torno a la candidatura de Biden. El momentumSin embargo, quedó diluido por la euforia demócrata alrededor de Harris después de que Biden renunciara a última hora.
En aquella ocasión el atentado se produjo a falta de cuatro meses para las elecciones. Ahora ha tenido lugar a menos de 50 días de la cita con las urnas e, irónicamente, amenaza con frenar el golpe de efecto que logró Harris derrotando a Trump en el debate presidencial de la cadena ABC News. La primera encuesta publicada tras la cita, realizada por Reuters/Ipsos, ya daba a Harris un margen de cinco puntos de ventaja sobre Trump a nivel nacional (47% a 42%) y la impulsaba fuera del empate técnico que dibujaban los sondeos previos al debate. Ahora el segundo intento de atentado contra Trump está por ver qué efecto tiene.
El Servicio Secreto, cuestionado de nuevo
La rápida actuación de uno de los agentes del Servicio Secreto, que abrió fuego nada más ver el cañón del AK-47 sobresaliendo por la valla del campo de golf, ha evitado imágenes similares o peores que la de Butler. Aun así, la agencia de inteligencia vuelve a estar en el punto de mira, después de que a finales de julio dimitiera la entonces directora, Kimberly Cheatle, por lo ocurrido en Pensilvania.
"El presidente Trump ha recibido más ataques que cualquier otro líder en la historia de Estados Unidos,” ha asegurado el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, en la cadena Fox News este lunes. “Obtener respuestas de cómo es posible que el presidente Trump haya sufrido múltiples intentos de asesinato es una máxima prioridad”, ha insistido. uso de pantallas de vidrio blindado durante sus actos en espacios exteriores
Ante las críticas de los republicanos, Biden ha asegurado que la agencia de inteligencia necesita "más ayuda". [Secreto] necesita más ayuda –ha dicho el presidente ante la prensa antes de dirigirse a Filadelfia, donde tiene previsto un acto–. Y creo que el Congreso debería responder a esta necesidad".
Lo que vuelve a poner en entredicho el trabajo del Servicio Secreto es que Ryan Routh pudiera llegar a estar a tan sólo unos 475 metros del expresidente. El incidente aún plantea más interrogantes si se tiene en cuenta que Trump no tiene una agenda pública, como sí ocurre con Biden, y que además la idea de ir a jugar al golf en su campo de Palm Beach fue una decisión de última hora. Una denuncia penal federal presentada en Florida este lunes aún añade más leña al fuego: se sospecha que Routh llevaba 12 horas alrededor del campo de golf antes de que el agente detectara el cañón del rifle a través de la valla. BK_SALTO_LINEA~ El actual director en funciones del Servicio Secreto, Ronald Rowe, ha defendido en rueda de prensa este lunes la actuación de sus hombres Rowe ha explicado que la visita de Trump al campo de golf era improvisada y, por eso, los agentes tuvieron que elaborar un plan de seguridad específico. "Y el plan funcionó", ha insistido desde Palm Beach. Para el director en funciones, que pudiera frustrarse el magnicidio del domingo es una muestra de que las medidas de seguridad para proteger "están funcionando". El Servicio Secreto también confirmó que el hombre nunca llegó a disparar y aseguró que no tenía a Trump en su campo de tiro.
Antes de la rueda de prensa, Rowe y Trump se han reunido para hablar sobre el incidente. Sobre el encuentro, el director en funciones aseguró que Trump es "consciente de que tiene los niveles más altos de protección" de la agencia.
El FBI mantiene abierta la investigación y aún desconoce el móvil del autor, que este lunes ya ha tenido la primera vista judicial, donde se le han imputado dos cargos penales federales: uno por posesión de armas teniendo antecedentes penales y el otro por tener borrado el número de serie del rifle. Se trata de cargos iniciales y que probablemente aumentarán a medida que avance el caso.
El departamento de Justicia de Estados Unidos ha revelado que el AK-47 que se encontró en el lugar de los hechos tenía el número de serie parcialmente borrado, lo que hace mucho más difícil rastrear su origen. Además, Routh ya había sido condenado a Carolina del Norte en el 2002 por tener una ametralladora. Ese mismo año también fue detenido después de protagonizar un enfrentamiento de tres horas con la policía. Routh, de 58 años, había estado en Ucrania en el 2022 y había estado trabajando para reclutar a soldados afganos para la causa. Además, también había publicado tuits críticos con Trump, así como con Biden y Harris.