Sucesos

Un asesino en serie de prostitutas sacude Roma

El sospechoso de haber matado a tres mujeres a cuchilladas había sido mano derecha de un jefe de la mafia

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Peatones en una calle comercial en el centro de Roma, viernes.

RomaEl asesinato a cuchilladas de tres mujeres en Roma la semana pasada conmocionó a los habitantes de la capital italiana. Las víctimas –dos de nacionalidad china y una colombiana– ejercían la prostitución en varios apartamentos del céntrico barrio de Patri, muy cerca del Vaticano. El presunto autor, Giandavide De Pau, un viejo conocido del crimen organizado y ex mano derecha de un jefe de la mafia, fue detenido dos días más tarde después de ser denunciado por su propia hermana. La policía investiga ahora los motivos que llevaron al presunto asesino a cometer los crímenes.

“Recuerdo solo que había sangre, mucha sangre”, declaró De Pau a los investigadores durante el interrogatorio, en el que aseguró no recordar nada de lo que hizo esas horas. “Recuerdo estar en esta casa y tapar la herida en la garganta de una de las mujeres, pero después tengo un black out. Después de vagar durante dos días, sin comer ni dormir, fui a casa de mi madre y mi hermana con la ropa todavía manchada de sangre”, explicó. De Pau no recordaba haber estado en casa de la mujer colombiana, pero sí recordaba, en cambio, haber consumido drogas con una prostituta cubana ese mismo día, presuntamente, antes de cometer los crímenes.

Según la primera reconstrucción de los hechos, el hombre, un italiano de 51 años con antecedentes penales por agresiones sexuales y tráfico de drogas, acabó con la vida de Marta Castaño Torres, una transexual de 65 años originaria de Colombia, el jueves por la mañana después de mantener relaciones sexuales con ella. Más tarde, se dirigió al apartamento donde lo esperaban dos mujeres chinas, a unos diez minutos de distancia, a las que clavó varias puñaladas. El cuerpo de una de ellas lo encontró en el rellano el portero del edificio, mientras que a la segunda víctima la encontraron sin vida en el interior del apartamento.

Las autoridades italianas no tardaron en localizar al presunto responsable del triple crimen, puesto que De Pau se dejó el teléfono móvil en el apartamento de las mujeres chinas, la tarjeta SIM del cual estaba a nombre de Francesca De Pau. La mujer explicó que era su hermano quien usaba esta tarjeta. Cuando dos días más tarde el presunto asesino se presentó en casa de su madre, con la que vivía, la hermana se puso en contacto con la policía, que lo detuvo y lo trasladó a la prisión de Regina Coeli acusado del triple homicidio.

"No tenía ninguna otra opción" que entregarlo, dice la hermana

"Empezó a hablar de sangre, de estas mujeres, pero estaba confundido, no recordaba nada", declaró Francesca De Pau a los medios de comunicación locales. “No tenía ninguna otra opción; mi hermano ha luchado durante mucho tiempo con problemas de drogas y trastornos psicológicos. Cuando mi madre y yo vimos lo que había pasado en Prati pensamos que Giandavide estaba involucrado”, dijo la hermana del presunto asesino. Son muchos los interrogantes que todavía rodean los crímenes de las tres mujeres. Las primeras investigaciones confirman que De Pau era un cliente habitual de la prostitución. La policía sospecha que el hombre conocía a las víctimas y no excluye que se presentara en su casa no solo para mantener relaciones sexuales sino también para extorsionarlas.

Giandavide De Pau no era ningún desconocido para las autoridades italianas. Su nombre está relacionado con varias causas por tráfico de drogas, extorsión, abusos sexuales e intento de asesinato, además de haber sido un colaborador estrecho del jefe mafioso Michele Sense, que actualmente cumple cadena perpetua. En 2006 fue detenido por el intento de violación de una joven brasileña de 22 años en un apartamento del norte de la capital italiana, donde se presentó haciéndose pasar por un fontanero.

El criminólogo Massimo Piccozzi aseguró al diario La Repubblica que el sospechoso es “un sádico peligroso que quería limpiar el mundo de las prostitutas” y “habría continuado matando”. La policía italiana investiga ahora si la mano de De Pau está detrás de la muerte en extrañas circunstancias de varias "chicas de compañía" en la capital italiana hace años cuya autoría se desconoce.

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