Defensa

Borrell insta a Francia y Alemania a liderar la creación de una defensa europea al margen de la UE

Argumenta que "nunca habrá unanimidad" para una defensa común pero que es necesario reaccionar a la imprevisibilidad de Trump

Josep Borrell, presidente del Cidob, en la reunión del Círculo de Economía.
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BarcelonaEl presidente del Cidob y ex alto representante de Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, ha dicho que es "inimaginable" que haya una defensa común en la Unión Europea, ya que es una cuestión para la que haría falta unanimidad. "Nunca habrá unanimidad para construir una OTAN de la Unión Europea o una Unión Europea de la defensa", afirmó durante su intervención en la reunión anual del Círculo de Economía. Sin embargo, consideró que es imprescindible reforzar la defensa europea y instó a los países a que quieran avanzar en esta dirección a unirse al margen del club comunitario.

"Mi consejo sería dejar de buscar la solución donde no está. Y si hay un grupo de estados europeos que quiere construir una UE de la defensa, que lo hagan con un nuevo tratado intergubernamental, como lo hicimos para salvar al euro", ha dicho Borrell. Recordó que tras la crisis financiera de 2008 se "inventó" un tratado al margen de la UE "para crear los mecanismos para evitar la caída del euro porque no existía unanimidad". "Si algunos países creen que es necesario crear una capacidad paneuropea de defensa, que empiecen a trabajar, que la creen con un tratado que determine quién, cómo y por qué", ha añadido. Y ha argumentado que la Comisión Europea puede aportar financiación pero que "el mando y el control deben hacerlo los ejércitos", porque Bruselas no tiene ninguna competencia en defensa.

En este sentido, Borrell se ha referido al anuncio de la Comisión Europea de movilizar 650.000 millones de euros en cuatro años para rearmar a Europa, y ha alertado de que esto supondrá "tirar el dinero" si no se hace de forma coordinada. "Aumentaremos los 27 ejércitos, cada uno a su medida y condición, y seguiremos teniendo duplicaciones de capacidades, los mismos gaps de cosas que no tenemos, y un conglomerado inoperante", ha resumido. "Si nos preocupa la Europa de la defensa, que la hagan quienes quieran hacerla, como Alemania. Pero dejen de envolver la madeja", concluyó.

Remodelar la OTAN

En cualquier caso, Borrell se ha mostrado convencido de que Europa debe reaccionar a la imprevisibilidad de Donald Trump y de que la OTAN debe "remodelarse" porque "para Estados Unidos esto [la OTAN] es algo del pasado". Ha resumido cuatro posibles escenarios sobre el compromiso de Washington respecto a la Alianza Atlántica para el futuro próximo: "uno malo, otro peor, otro pésimo y un cuarto digerible".

Un escenario malo sería una "retirada caótica" de Estados Unidos de Europa, porque esto supondría perder "el activo más importante: la interoperabilidad de los ejércitos", es decir, que el mando de la Alianza se desintegrara de forma desordenada. Aún sería peor, a su juicio, un escenario de "ni contigo ni sin ti", es decir, que Estados Unidos mantuviera presencia en Europa pero sin el compromiso de actuar en defensa de algún socio atacado, cumpliendo con el artículo 5 del tratado de la OTAN. "Con Trump a la cabeza, mejor no fiarse", ha dicho.

El mejor escenario, según Borrell, sería que Estados Unidos siguiera garantizando la cobertura aérea, nuclear y la información satelitaria, mientras que Europa quedaría encargada de la defensa "convencional". Sin embargo, ha subrayado que sustituir el despliegue territorial de EEUU en Europa (100.000 soldados) supondría un esfuerzo enorme: equipar 50 brigadas (unos 200.000 soldados adicionales) y aumentar el gasto en defensa en 250.000 millones de euros al año. Pero consideró que, aunque es caro, "es sin duda necesaria". "Más vale empezar hoy, porque hay que hacerlo –ha avisado–. En términos concretos, eso es lo que debería hacerse. Todo lo demás es bla, bla, bla".

Por último, consideró que el peor escenario de todos sería un acuerdo entre Estados Unidos y Rusia, "que sacrificaría a Europa". Por ello, ha subrayado que es imprescindible mantener el apoyo a Ucrania: "Lo que ocurra en Ucrania determinará los equilibrios geopolíticos". "Cuidado con pensar que en Ucrania se la puede dejar caer, porque si se cae nos puede arrastrar", ha dicho.

Apoyo a Ucrania

Cuando le preguntaron qué podría hacer Europa en caso de que Washington retirara su apoyo a Kiiv, Borrell respondió: "En primer lugar, debemos pensar si podemos seguir haciendo lo que hacemos, que ya sería mucho". Ha dicho que la UE podría aumentar el apoyo financiero a Ucrania, pero que no podría sustituir a la ayuda militar que aporta Estados Unidos. "Desde el punto de vista estrictamente financiero, no debería ser un problema, porque en términos de nuestro PIB debería poder asumirse. El problema es que los soldados no luchan con billetes, sino con armas", resumió, y lamentó que en Europa existe un problema de capacidad industrial militar.

"Hay que volver a abrir las fábricas, y el fabricante producirá si tiene demanda", ha dicho, y ha añadido que en Europa las armas las compran los gobernantes. Las empresas "deben asegurarse de que tendrán una expectativa razonable de viabilidad", ha dicho, por lo que ha insistido en que es necesario que los demandantes, es decir, los gobiernos, "se organicen entre ellos".

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