Elecciones en los Países Bajos

¿Quién es Geert Wilders, el trumpista xenófobo que ha ganado las elecciones en Países Bajos?

El líder del Partido de la Libertad aboga por salir de la Unión Europea, cerrar mezquitas y prohibir el Corán

Wilders celebrando la victoria y comiendo un corte de tarta.
24/11/2023
4 min

BruselasLa película es similar a la que ya han protagonizado distintos dirigentes de extrema derecha que han alcanzado el poder. Cuando Geert Wilders abandonó en el 2006 el gran partido de centroderecha neerlandés y montó el suyo, nadie daba ni un duro por él. Al principio, la opinión pública neerlandesa lo caricaturizaba como un histrión con ideas xenófobas sobre los musulmanes y no se lo tomaba en serio, como si fuera impensable que un personaje así llegara a ser el primer ministro de los Países Bajos ni a ocupar ningún tipo de cargo de responsabilidad.

Los primeros resultados no fueron muy buenos y el resto de partidos lo aislaban. Sin embargo, poco a poco, a base de salidas de tono racistas y euroescépticas, se fue haciendo un hueco en los medios y —lo más importante— consiguió que su discurso, extremadamente xenófobo, fuera cuajando entre los neerlandeses y las formaciones principales. También ha contribuido, y mucho, a que el reto migratorio sea constantemente el tema principal de discusión política de los Países Bajos.

Hasta el punto de que, este miércoles, Wilders ha ganado las elecciones neerlandesas: dobló los escaños que tenía, hasta los 37, y sacó 12 diputados más que el segundo partido, la coalición socialdemócrata y ecologista. Ya ha recibido, claro, las felicitaciones de líderes de extrema derecha de todas partes, como el argentino Javier Milei (quien precisamente salió elegido presidente este fin de semana), el italiano Matteo Salvini, la francesa Marine Le Pen o, entre otros, el español Santiago Abascal.

Con el líder que lo comparan más, sin embargo, es con Donald Trump. No solo por cuestiones ideológicas y su forma —sobre todo por Twitter— de soltar sus arengas, sino por cuestiones de estética y semejanzas físicas. Comparten el mismo color de pelo, rubio platino desgastado, y lo llevan peinado hacia atrás de una forma similar. Por este motivo, lo llaman "el trumpista holandés".

Pese a este apodo, Wilders ya estaba metido en política desde muchos años antes de que Trump llegara a la Casa Blanca. En 1990 se afilió al Partido Popular de la Libertad y la Democracia (PVV), que es una coalición de partidos de centroderecha y liberales. De hecho, es la misma formación que la del longevo ex primer ministro Mark Rutte, a quien dio apoyo parlamentario externo entre 2010 y 2012 y de quien, desde entonces, se ha convertido en el gran archienemigo.

Wilders este miércoles por la noche celebrando la victoria electoral.

Trabajó en el PVV durante ocho años como redactor de discursos y después salió elegido diputado en el Parlamento neerlandés. No fue hasta el 2006 cuando rompió con ese partido porque él era completamente contrario a la adhesión de Turquía a la Unión Europea. Entonces inició su carrera en solitario y empezó a protagonizar un escándalo tras otro.

Durante estos años, Wilders incluso ha terminado en los tribunales por diferentes casos de incitación al odio. Ha tildado a Mahoma de "pedófilo" y ha calificado al islam de "ideología fascista" y de "religión retardada". También propuso cobrar un impuesto extra a las mujeres musulmanas que llevaran pañuelo y en el 2014 fue declarado culpable de discriminación contra la comunidad musulmana porque en un mitin preguntó a los asistentes si querían más o menos marroquíes. Sus seguidores gritaron que "menos" y él respondió amenazando: "Nos encargaremos de ello".

Este cambio de opinión política y su actitud provocativa han hecho que tenga que ir con escoltas constantemente y tenga una vida pública limitada. También le ha costado la enemistad de, por ejemplo, su hermano, con quien solía realizar grandes viajes. Wilders, que es la oveja negra de la familia, no se habla con él por "motivos políticos" y el primogénito dice que ahora no mantienen una buena relación porque sus ideas "sobrepasan" la línea roja.

Rebaja el discurso para formar gobierno

El programa electoral con el que Wilders ha ganado las elecciones no engaña. Pide un referéndum para salir de la Unión Europea y hacer realidad el llamado Nexit, políticas migratorias mucho más estrictas contra la inmigración y el asilo, el cierre de mezquitas y la prohibición del Corán y medidas contra el uso del velo. Ahora bien, aunque ha obtenido buenos resultados, si quiere formar gobierno necesita pactar con otras formaciones políticas.

Para tratar de persuadir al resto de grupos, como ya ha hecho durante la campaña electoral, aseguró que rebajará el tono de su discurso extremadamente islamófobo, prometió que respetará "el marco legal y constitucional" y que está "dispuesto a ceder ". En este sentido, la heredera de Rutte al frente del PVV, Dilan Yesilgöz-Zegerius, no ha descartado romper el cordón sanitario y entregarle sus votos, y la formación populista y antiecologista Moviment Campesino-Ciudadano también se ha mostrado dispuesto a hacerlo.

Hay que decir que el líder xenófobo aún necesitaría más apoyos y le será complicado, por no decir imposible, formar gobierno. Sea como sea, Wilders es optimista y ya se ve al frente del gobierno de los Países Bajos. "Queremos y gobernaremos con 37 escaños", insiste.

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